Argentina: vinos, restaurantes y buena compañía

Con tanto viaje y tanta anécdota aeroportuaria no he tenido tiempo de contaros que hago en Argentina. Mi idea es recorrer varios estados del interior del país siguiendo la llamada “ruta del vino” alrededor de la cual han surgido no sólo bodegas históricas que en los últimos años han abierto sus puertas al público.  A su vera han nacido también iniciativas complementarias como spás consagrados a los placeres de la vinoterapia, ofertas de turismo activo y restaurantes donde la nueva cocina argentina convive con la tradicional.

La idea es profundizar en la rica oferta culinaria y vinícola de las entrañas de Argentina. Pero como novedad, esta vez no he venido sola. En este viaje tengo con quien brindar cada vez que me tome una copa de vino (y creo que van a caer unas cuantas) Y tengo con quien compartir la mesa.

Sí. Esta vez viajo con pareja, con otro blogger y periodista que además es también un viejo colega y amigo, casi casi el que me envenenó con esto del periodismo de viajes y me marcó hace ya muchos años los pasos a seguir en esta hermosa profesión. Algo así como uno de mis maestros. Sí. Mi acompañante en esta aventura es Paco Nadal quien también tiene ante si la tarea de contar y compartir sus experiencias con los vinos y la cocina argentina.

Tenemos por delante muchos días de viaje, muchas visitas a bodegas y muchas horas de vuelo desde una punta del país a otra. Pero la verdad, hay que reconocer que el trabajo se presenta divertido e interesante.

Así que ya sabéis. Esta vez podéis disfrutar de dos versiones distintas del mismo destino. Argentina y sus vinos bajo dos puntos de vista.

¿Coincidiremos Paco y yo en nuestras opiniones?  ¿Chocaremos?

El debate se presenta interesante.

Y creo además, este viaje es una buena oportunidad para demostrar que los bloggers juntos podemos emprender muchas acciones interesantes, afrontar proyectos novedosos y ser complementarios entre nosotros. Espero que esta sea la primera experiencia de muchas similares.

Así que ya sabéis. Si el vino no hace estragos en nuestras cabezas, aquí estaremos los dos mano a mano y tecla a tecla contando y compartiendo nuestra “aventura” argentina.

Ahora me voy a dormir que el jet-lag acecha. Y a partir de mañana más noticias desde Neuquén, capital vinícola de la alta Patagonia.

¡Buenas noches!