
Asturias, paraíso natural del que me gusta presumir
Asturias. Es la tierrina donde nací. Donde crecí. Aunque confieso. Tuvo que pasar el tiempo para que yo empezase a valorar mis orígenes. Como asturiana que soy, aprovecho cualquier excusa para hablar bien de mi tierra, un paraíso del que me gusta presumir. Hoy, 8 de septiembre, día de Asturias y día de la Virgen de Covadonga es perfecto para hacer un repaso por mis sentimientos y por mi tierra. En este post me explico mejor.

Asturias es la tierra donde nací. Donde crecí. Aunque confieso. Tuvo que pasar un tiempo para que yo empezase a valorar mis orígenes.
Tuve que atravesar varias veces Castilla para percibir que eso de tener montañas era una excepción, al menos en gran parte de España. Y nuestros Picos de Europa, además estaban pegados al mar. ¡Qué bella rareza!

Pronto descubrí que esa intensidad de verdes que me rodeaba era también algo excepcional para muchos de mis vecinos, más acostumbrados a los amarillos, marrones y ocres.
Playas salvajes en Asturias
Y vuelvo al mar. Nunca me había parado a pensar lo valioso que era tener una playa salvaje, en mi caso, a menos de media hora de mi casa (sita en Oviedo). Sólo veinte minutos de asfalto (o de tren) me separaba de la playa de san Lorenzo en Gijón, donde tantas horas pasé tumbada al sol, aunque este no siempre estuviese presente. Eso era lo de menos.

Aunque tengo amigas afortunadas que vivían justo enfrente de una y tardaban sólo 5 minutos en pisar la arena. Claro, yo siempre deseando que me invitaran a pasar el fin de semana en sus casas.
Vale, todo tiene un precio y nadie es perfecto. Una de las cosas que menos me gustaba de mi tierra era el mal tiempo. El orbayu famoso, esa lluvia fina pero constante que nos riega a todos los asturianos desde que nacemos. Y el gris intenso del cielo, hace años teñido por los humos de una ya remota industrialización visible aún en ciudades como Avilés o en la Cuenca (soy nieta de minero).
Pero un verano, me tocó ir a trabajar a Sevilla. Fue cuando viví aquellos ¡50 grados! (sufrí en mis carnes el soporífero horror de una ola de calor africano) cuando descubrí que dormir con manta en agosto era UN LUJO. Y no un castigo.

Esquiar en Asturias
Cuando llegué a Madrid a estudiar y les pregunté a mis amigos de la Universidad quien se animaba a ir a esquiar, muchos me miraron extrañados. Claro, eran de ciudades donde no había nieve ni posibilidad de calzarse unos esquís.
Entonces comprendí que crecer al lado de unas pistas de esquí como Pajares era ¡genial!, casi elitista. ¡Cuánto he disfrutado deslizándome por El Valle! Y tomando vinos calientes en la cafetería de la estación. Ahora que lo pienso, hace años que no he vuelto por allí.

Y el arte. Como oventense, me hice mayor correteando alrededor de joyas arquitectónicas como Santa María del Naranco, o San Miguel de Lillo.
Tardé muchos años en entender y valorar que había jugado al escondite oculta tras los muros de algunos de los monumentos más antiguos de España. Ahora soy una gran promotora del valor del prerrománico, arte único en Asturias.

La fabada asturiana
Y la gastronomía de Asturias. Esas fabadas. Esos pescados frescos y centollos del agitado cantábrico, grandones, que tantas veces hubo en mi mesa.
Esa sidra que mis padres bebían cuando salín de casa, resulta que era también algo único de mi tierra. En mis viajes siempre añoré la magia sociabilizadora del culín, Y vaya a donde vaya, llevo siempre ingredientes para hacer fabes (compango) en mi maleta. Pero lo mejor, es que con esta receta he conquistado a gente de todo el mundo. ¡Vivan les fabes!

Me daba mucha rabia cuando la gente, fuera de Asturias, se reía de mi peculiar forma de hablar y acento cantarín. Términos tan familiares para mi como “prestosu” o “guapín” (adjetivo con el que los asturianos calificamos todo lo que nos gusta, sea objeto animado o no) no eran entendidos.
El acento asturianu
Y ¡ojo! como se me escapara alguna palabra en “bable” acabada en “u” como chatu, o en “es” como las viejas “pesetes”, o “les vaques” siempre alguien me decía ¡”qué graciosa”! En fin.
Crecí rezando a mi Santina. Y puedo presumir por haber visitado a la Reina de nuestras montañas en su cueva en en al Santuario de Covadonga completamente sola, cuando aún no paraban allí miles de autobuses.

Mi adolescencia pasó animando al Real Oviedo, siempre deseando que quedase por encima del Sporting. Tuve la suerte de pillar al equipo en sus buenos tiempos. Es una de las decisiones de todo asturiano, decantarse por uno u otro equipo. Yo era blanquiazul, mejor dicho, sigo siéndolo. Es otro de esos sentimientos que nunca desaparecen.
Senderismo en Picos de Europa
Recorrí cual “cabra” esos montes y hice miles de rutas de senderismo en mi adolescencia, cuando no estaba de moda eso de trepar por la montaña ni todos los aficionados a caminar iban equipados con uniformes de Decatlón.
Nos bastaban unos vaqueros, un pantalón de chándal, tener localizado un albergue donde te daban para cenar huevos fritos con patatas. O un plato de pitu caleya ¡qué delicia! Y eso era suficiente. Recordar la estampa de aquellos cielos estrellados desde la cima de una montaña era una sensación que aún hoy me produce escalofríos.
Y luego siempre acabábamos en algún pueblín típico muy guapín. Y bien conservado donde parecía que el tiempo viajaba más lento. Hay tantos ejemplos. Aunque creo que Llanes, donde pasé tantos veranos es uno de mis favoritos.
También nos movíamos de un lado a otro para ir a las fiestas de prao. ¡Cuánto hemos bailado y nos hemos reido al ritmo de orquestas varias en pueblos perdidos!

Con todo esto, lo que intento trasladaros es que Asturias tiene muchos motivos para presumir y el eslogan turístico que la ha hecho famosa “Paraíso Natural” es, bajo mi punto de vista, uno de los más acertados y consolidados que conozco.
Cuna del Turismo Rural
Cuando ya un poco más mayor empecé a trabajar en turismo, descubrí también que Asturias era un referente por ejemplo, como “creadora” del concepto de Turismo Rural.
Un destino que empezó a trabajar las experiencias y la fuerza de la naturaleza antes que nadie. Ya éramos sostenibles antes de que nadie supiese el significado de esa palabra. Somos visionarios.
Mi tierra sigue dándome razones para presumir de ella. Y como ahora vivo lejos de ella, lo aprecio más todavía.
Y claro, como asturiana orgullosa, decidí que tenía que apoyar a mi tierra. Y me planteé un objetivo. Lograr que todo el mundo se enterara de que el paraíso existía. Y animar a todos a descubrirlo. Asturias merece la pena. Es una de esos destinos que hay que visitar al menos una vez en la vida. O dos. O mejor, ¡25 veces en la vida!.
Guardiana del Paraíso
Años después, mi tarea como embajadora ha recibido un premio. Turismo del Principado de Asturias ha tenido la deferencia de concederme un título que para mi es el mejor regalo que podían ofrecerme. Hace unos años me nombraron “guardiana de honor del paraíso” por (dice el diploma) “los méritos, logros y actividades que demuestran su amor, cuidado y defensa de Asturias, así como su apoyo desinteresado en este movimiento“.

Lo primero ¡GRACIAS! ¡Qué alegría y qué responsabilidad! Si hasta ahora había llevado mi asturianía hasta el fin del mundo, ahora que tengo además un compromiso con mi tierra, tendré que esforzarme el doble. Un reto que acepto encantada.
Gracias a todos y ¡Puxa Asturies!


10 Comments
Marta Bosch Vicente
Me ha encantado tu post! Tengo una visita pendiente a Asturias y en general al Norte de España, que lo tengo muy olvidado. Un abrazo.
Marta Mateos
Hola, me encanta la pasión y el amor que pones hablando de tu tierra. Desde hace cuatro años subo bastante a Asturias, y no deja nunca de sorprenderme. Me encanta su amable gente, sus bellos paisajes, sus senderos, sus playas….en fin, que te voy a contar. Hasta se agradece su fresquito en verano.
Muchas felicidades! Espero que sigas contando cosas de tu tierra, y así ayudarnos a conocerla mejor.
Maria del mar
He ido varias veces y me gusta mucho. En Puerto de Vega se come muy bien. Los Asturianos son en general simpaticos. Los paisajes son hermosos.
Laura Carmona
Felicidades por el articulo, se nota que lo escribes con pasion. Un saludo
Maria
Nos encanta tu blog, y queremos aprovechar para darte una nueva idea para futuras ocasiones: La Senda del Oso, sin duda, una de las Vías Verdes más espectaculares de España.
https://www.youtube.com/watch?v=DtpCuQCYPf0
Rocío Luna
Me ha encantado! ENHORABUENA!! 😉
salsetan
Gran articulo, ademas de mostrarnos asturias lo mejor de todo es sentir el orgullo con el que hablas de tu tierra. A la gente que se averguenza de sus origenes le haria leer este post. Para saber a donde vamos debemos de saber de donde venimos
Maria
Un post escrito con el corazón… y eso se nota!! Enhorabuena!! ¡Los y las que vivimos en el norte te entendemos perfectamente!
Ana F. Villasuso
¿Crees que serás capaz de hacer aún más de lo que ya hacías? No sé, lo veo difícil.
P.D.: Qué gracia, acabo de ver que estoy en una de las fotos 😀
Carmen Blue
No he estado nunca en Asturias y tengo muchas ganas de ir. Preciosas fotos! me ha gustado el post.