
Cambrils: Gastronomía, senderismo y arte en la Costa Daurada
Cambrils tiene fama de ser uno de los pueblos donde mejor se come de Cataluña y presume por ser la capital gastronómica de la Costa Daurada. Localidad que conserva el encanto de las viejas villas de pescadores en las que el olor a salitre y a pescado recién llegado a puerto lo invade todo. Donde ese mar se saborea como en ningún otro sitio. Pero también es buen punto de partida para disfrutar de rutas de senderismo al borde del Mediterráneo. Y para visitar rincones cercanos llenos de arte e historia, como Mont-roig del Camp, donde aún reina la esencia de Joan Miró. O el Parc Samà, donde Antonio Gaudí dejó su impronta.
Cambrils es una de las sorpresas de la Costa Daurada, tramo de costa en la provincia de Tarragona así llamado por el color de la arena de sus playas y los tonos que adquiere la luz al nacimiento del día y en el ocaso. Pero cuando le preguntas a alguien de Tarragona por Cambrils lo primero que te recomienda es algún restaurante para comer.

Cambrils, paraíso gastronómico
En esta pequeña localidad de no más de 30.000 habitantes, la pesca de bajura y de arrastre aún es una actividad clave para su economía. Todos los días llegan a puerto barcos cargados con besugos, pulpos, rapes, sardinas, boquerones… Y del mar a la mesa, de ahí esa deliciosa reputación.
Son muchos los visitantes que se escapan hasta aquí desde toda la provincia sólo para degustar su famosa cocina marinera elaborada con productos de primera calidad del mar. Y de la tierra.
Esta zona es también rica en cultivos y famosa por la excelente calidad del aceite. La cantidad de olivos que se ven por los alrededores confirman la importancia de esta otra industria. Imprescindible degustar un buen plato de caldo de pescado o una pieza al horno bañada con sal mediterránea y aceite local, dos de las recetas más demandadas.
Eso sí, mejor que te aconsejen dónde pues ¡ojo! Hay más de 180 restaurantes registrados en Cambrils. Decidirse ante tanta oferta puede ser complicado. Aunque también me dicen que casi todos buenos.

El casco antiguo de Cambrils
Lo mejor de Cambrils es que después de comer hay mil opciones para hacer la digestión.
Por ejemplo, ¿qué tal empezar con un paseo por el Casco Antiguo de “la Vila” como la llaman los lugareños? Son muchos los visitantes que se lo pierden y que no salen del paseo marítimo hechizados ante la cara más marinera de la localidad. Una pena.
Para llegar al casco antiguo hay que poner rumbo al interior y alejarse más o menos un kilómetro del paseo marítimo. Merece la pena perderse por este laberinto de callejuelas estrechas que se esconden tras la muralla. Algunas están tan decoradas con plantas que hasta se hace difícil dar un paso. Como es el caso de la llamada “calle de las flores”.

Si la comida ha sido contundente quizá haga falta quemar más calorías. En ese caso hago una propuesta más intensa. Subir los ¡80 escalones! que llevan a la ermita de la Mare de Deu del Camí. Un templo original del siglo XII y que es un símbolo para Cambrils por dar cobijo a su patrona. Se ubica al lado de otra capilla interesante, la de Sant Ramón de Penyafort. Ambas son puntos elevados desde donde contemplar una panorámica maravillosa de toda la comarca.
Paseo marítimo y playas de Cambrils
¿Tentado con las vistas de las playas? Efectivamente, hay en Cambrils arenales donde también puedes tumbarte a dormir la siesta. O en los que refrescarte con un buen chapuzón en el siempre cálido y limpio Mediterráneo.

Si hace mucho calor, no te preocupes. Puedes refugiarte bajo la sombra del “Pí Rodó”. Un gran pino centenario que decora el paseo marítimo, otro de los iconos de la localidad.

El gran pino es un monumento natural, un punto de encuentro para los cambrilenses y que comparte protagonismo con la torre del Puerto. Antiguo puesto de vigilancia desde donde los vigías se defendían de los piratas y contrabandistas que frecuentaban estas costas. La encontrarás justo en frente del puerto deportivo y al lado de la cofradía de pescadores.

Si sigues la ruta por este paseo marítimo, llegarás hasta Salou, la otra gran localidad turística de la Costa Daurada. Son sólo cuatro kilómetros que se pueden hacer caminando, en bicicleta. Y parando en playas que salen al paso como la de Cavet, L’Esquirol, Villafortuny… Una de las muchas excursiones recomendables desde Cambrils.
Mont-roig del Camp, donde veraneaba Miró
En dirección opuesta encontramos otro de los tesoros de la zona, Mont-roig del Camp. Pequeña localidad donde el universal artista Joan Miró creció, se inspiró y desarrolló gran parte de su obra.
Al igual que Cambrils, Mont-roig del Camp está dividida en dos. Por un lado está la zona de costa denominada Miami Playa, llena de arenales, chiringuitos y hoteles donde disfrutar del mejor ambiente veraniego.
Más hacia el interior encontramos el pueblo de callejuelas empinadas y retorcidas que tantas veces recorrió Miró, fiel veraneante entre los años 1911 hasta 1976 en la masía de su familia en la localidad, actualmente rehabilitada como museo, el llamado Mas Miró.

Si conoces su obra quizá identifiques algunos rincones, por ejemplo la ermita. La panorámica de Mont-roig del Camp. O la masía. El cuadro dedicado a la vivienda hoy se exhibe en la National Gallery of Art de Washington. Una curiosidad. Fue el mismísimo Ernest Hemingway, amigo de Miró y huésped del artista en varias ocasiones, quien adquirió este cuadro en una subasta en París.
“Montroig es para mi como una religión”
Así describió Joan Miró sobre su lugar de veraneo y de inspiración
Parc Samà, el jardín que diseñó un joven Gaudí
No fue Miró el único artista que dejó su esencia en esta zona de la Costa Daurada. Muy cerca de Cambrils encontramos el Parc Samà. Otra visita recomendada donde se conserva la huella de otro genio; Antonio Gaudí.
Parc Samà es un jardín botánico actualmente protegido como “Bien de Interés Cultural” en la categoría de jardín histórico. Nació este curioso lugar de inspiración romántica, colonial y con toques modernistas del sueño de un emigrante que hizo fortuna en Cuba.

Para dar forma a su proyecto el arquitecto encargado del proyecto, Josep Fontseré, contactó con un todavía joven y casi desconocido Antonio Gaudí quien diseñó distintos rincones con materiales como el hierro forjado, la cerámica, la madera o el vidrio, Todos ellos ingredientes imprescindibles en sus famosas construcciones futuras.
El resultado es un parque botánico de más de 14 hectáreas al aire libre donde habitan más de 1.500 ejemplares de distintas especies de flora y fauna. A lo largo del recorrido salen al paso lagos, senderos varios, construcciones surrealistas y también algún que otro animal exótico. Todo está pensado para mostrar el mundo desde una perspectiva sentimental.

Después de esta ruta regresamos a Cambrils, que ya es hora de cenar. Y hay que seguir probando restaurantes deliciosos y recetas con las que recuperar fuerzas para continuar el viaje por la bella Costa Daurada llena de rincones desconocidos que siempre sorprenden.
¿Alguna otra propuesta que añadir? ¿Conoces bien Cambrils y la Costa Daurada? ¿Nos ayudas a completar esta ruta con tus experiencias? No olvides que tus vivencias pueden ser de gran utilidad para otros viajeros.

