
Claves y consecuencias de la quiebra de Thomas Cook para España
Es la noticia del día y va a ser también la más importante del año para el sector turístico. La quiebra del gigante británico Thomas Cook, el turoperador más antiguo del mundo (creado en 1841) y el segundo en número de operaciones del planeta no es sólo un drama para los más de ¡600.000 turistas! que se han quedado colgados. O para los más de 22.000 empleados que la compañía tenía en todo el mundo (9.000 sólo en el Reino Unido). El verdadero problema es que esta caída es un desastre para muchos destinos españoles como Canarias o Baleares, casi dependientes al cien por cien de la venta de estas grandes agencias.
Las alarmas empezaron a sonar hace ya años. El modelo turístico ha cambiado completamente. Los paquetes turísticos ya no se venden como se vendían pues ahora, gracias a la digitalización y a la consolidación de las nuevas plataformas de gestión turística los viajeros ya no dependen de una agencia que les organice todo.

La delicada dependencia de la turoperación
Aunque esto parece una verdad muy evidente, son muchos los destinos que no se dieron cuenta de este problema. Dejar que un gran turoperador que año a año mueve cientos de miles de viajeros llene nuestras islas, y nuestros destinos es muy cómodo. Y rentable. Canarias es un ejemplo. Más del 60 % de los visitantes que viajan a las islas llegan, todavía, de la mano de algún turoperador.
Aunque aún son muchos, la caída en los últimos años era evidente, pero apenas se ha hecho nada para afrontar esta tendencia. Lamentablemente todo se aceleró de repente, especialmente para los viajeros británicos, el primer mercado de Thomas Cook y el primer país emisor para los destinos españoles.

El Brexit, la caída de la libra, la inseguridad económica y política que planea por Europa. Las nuevas formas de viajar. El auge de las nuevas plataformas tipo Booking, Airbnb, Homeaway… o Edreams, Skyskaner, Rumbo y muchas más que nos permiten ser nosotros nuestros propios agentes de viaje y organizar nuestras escapadas a nuestro gusto, con total libertad, sin interferencias…

Operación rescate superlativa
Ahora el escenario es delicado. Para empezar, el Primer Ministro Boris Johnson ya ha anunciado el diseño de una operación superlativa destinada a “rescatar” a los más de 600.000 turistas a los que la quiebra ha pillado de vacaciones y sin posibilidad de volver a su lugares de origen.
Fuentes del gobierno británico han calificado esta “operación” como la repatriación más grande acontecida en la historia del país desde la Segunda Guerra Mundial. Con la diferencia de que ahora no son víctimas de una contienda ni militares sabedores del riesgo de sus acciones. Sino ciudadanos que simplemente estaban pasado unos días de vacaciones con todas las garantías cubiertas, en teoría. Pero en tiempos de incertidumbre cómo estos, todo es siempre una incógnita.

Lo digo yo que justo hoy debería estar en Bruselas pero finalmente me he tenido que quedar en casa pues todos mis vuelos se han cancelado debido a la huelga de trabajadores de tierra de Iberia en el aeropuerto de Barcelona. Una locura.
Pero el verdadero impacto de la quiebra de Thomas Cook no ha hecho más que empezar. Y ojo, a ver qué pasa on otros mayoristas como Tui, el líder de los turoperadores europeos. O Kuoni, que ocupa el tercer puesto en el ranking de los grandes…
La repatriación de los turistas llevará unas cuantas semanas, costará millones de libras y traerá muchos quebraderos de cabeza a políticos británicos, españoles y de otros destinos implicados.
Pero el horizonte que se abre tras la recolocación de los afectados es de lo más oscuro, especialmente para destinos como “maduros”. Como Gran Canaria (que ha pasado una crisis por los incendios sufridos este verano), Tenerife, Fuerteventura, Lanzarote y demás islas canarias, destinos para los cuales estaba a punto de empezar la temporada alta . Y que no tienen apenas tiempo para reaccionar ante lo que va a supone la cancelación de más del 60% de las plazas ya vendidas.

El gobierno de Pedro Sánchez (desde hoy en funciones) ya ha anunciado un plan inmediato para ayudar a los destinos afectados. Pero hagan lo que hagan va a ser un simple remiendo. Aunque las orejas del lobo asoman hace tiempo, desde el Ejecutivo se ha seguido tratando al “Turismo” como un sector poco prioritario y se siguen esquivado los grandes retos que afectan a esta industria. Gran error. Hay que ponerse las pilas, nuestra gallina de los huevos de oro cada vez sufre más achaques. No se cuánto tiempo más va a poder resistir.
Me parecen muy gráficas las declaraciones que he leído esta mañana lanzadas por algunos analistas: “Thomas Cook ha sobrevivido a dos Guerras Mundiales pero no ha podido con el Brexit”. Yo añadiría que tampoco ha sabido adaptarse a los cambios ante los nuevos viajeros.
Un cambio en la forma de entender en turismo
El culebrón Thomas Cook no ha hecho más que empezar. Estoy segura, va a marcar un antes y un después en la forma de gestionar y entender el turismo en los próximos años. Tanto para las empresas como para los destinos, cuyas estrategias de comercialización y promoción deben pegar un giro de 180 grados.
Toca estar atentos a todo lo que va a suceder pues nos va a afectar a todos los que trabajamos en este campo. Se abren años llenos de incógnitas. ¿Y tú que opinas de la quiebra más grande desde que existe el turismo? ¿Qué va a pasar ahora? ¿Alguna idea, sugerencia o punto de vista que aportar?

