
Curiosidades y leyendas que descubres en un viaje a Burgos
Burgos es ciudad conocida por la belleza de su octogenaria catedral, por ser paso del Camino Francés; por acoger la tumba del Cid Campeador; y por estar muy cerca de Atapuerca, yacimiento donde se ha encontrado al primer hombre europeo. Pero esta ciudad esconde también curiosidades que sorprenden a los visitantes. Y que seguro muchos lugareños ignoran. He aquí algunas de las que he descubierto en mi último viaje por esta hermosa capital castellana.

Hoy en día son muchos los visitantes que llegan a Burgos deseosos de contemplar con sus ojos uno de los templos más impresionantes de España y de Europa. Pero el magnetismo de la Catedral de Burgos no es un fenómeno moderno. Hace ya siglos que por estas calles desfilan viajeros curiosos atraídos por el poder de seducción de la vieja y bella dama gótica. Entre ellos el mismísimo Hans Christian Andersen, el cual ¡casi muere durante su visita!.
Es una de las curiosas historias que he descubierto en mi reciente viaje a Burgos, ciudad llena de leyendas y de anécdotas que demuestran su importancia histórica y estratégica. Nos vamos a dar un paseo diferente que seguro sorprenderá hasta a los propios burgaleses. Un #sabiasque que os invito a completar.

El susto de Hans Christian Andersen en Burgos
Empiezo esta ruta por las curiosidades de Burgos con la historia de un gran cuentista. Cuenta la leyenda que Hans Christian Andersen hizo un largo viaje por España con un amigo entre el 4 de septiembre al 23 de diciembre de 1862.
Ya casi al final de su aventura pasó por Burgos para ver la catedral y visitar la tumba del Cid, uno de los héroes más admirados por el escritor danés. Lamentablemente era pleno invierno y la nieve impidió la visita al monasterio de Cardeña, donde yacía por aquel entonces el Campeador, cuyos restos no se trasladaron a la catedral hasta 1921.
Durante la estancia de Andersen en Burgos al parecer hizo tanto tanto frío que casi les cuesta la vida. Los visitantes daneses encendieron un brasero para calentarse en la posada de la Rafaela, donde pernoctaban. Todo indica que se olvidaron de apagar el fuego por la noche pues en Dinamarca no había artilugios similares e ignoraban su funcionamiento. Ya de madrugada el humo les despertó. El autor de La Sirenita y del Patito Feo, entre otros muchos cuentos, reaccionó rápido abriendo la ventana y se salvó así de morir asfixiado.
LA FONDA DE RAFAELA
La pensión donde Hans Christian Andersen casi pierde la vida ya no existe. Cuentan las crónicas que se ubicaba en la esquina entre la plaza de la Libertad y la calle Vitoria. En su lugar actualmente encontramos la sucursal de un banco.
“Mi compañero y yo estuvimos a punto de sacar un billete para la eternidad; casi morimos atufados”. Así describe Andersen su experiencia en su libro “viaje por España” donde dedica un capítulo a su estancia fallida en Burgos.
También dejó una detallada explicación sobre el clima de Burgos, destino del que salió huyendo en cuanto pudo. «La nieve se amontonaba en las calles, hacía un frío glacial; el viento entraba por orificios y rajas, y en las habitaciones y en los pasillos había una corriente tremenda. ¿Estoy realmente en España, en un país cálido?».
Calleja, un cuentista nacido en Burgos
Hablando de cuentistas. Mucho se sabe de los cuentos de Calleja pero pocos saben que el autor de tantas y tantas historias era natural de Burgos. Aunque también es cierto que sólo vivió quince años en la ciudad. En 1853, siendo aún adolescente, se trasladó a Madrid donde su padre abrió la mítica librería e imprenta que Calleja regentaría unos años después.
De nombre Saturnino, este editor burgalés se hizo famoso pues llegó a publicar ¡más de mil cuentos! Relatos cortos que lanzaba con un fin: acercar la lectura a la gente de la época con textos sencillos y entretenidos.
No todos eran obra suya. Calleja publicó muchas historias de otros autores con relatos similares como el ya mencionado Hans Christian Andersen o los hermanos Grimm. La frase “tienes más cuento que Calleja” procede de esa capacidad creadora.

Una obra de Leonardo en la Catedral de Burgos
Volvemos a la Catedral donde se encuentra la siguiente curiosidad. ¿Sabías que en la seo se conserva un cuadro de Leonardo da Vinci? Por tanto, ya sabes. No hace falta visitar el Louvre de París para ver el famoso sfumat; técnica pictórica creada por el genio italiano que simula un desenfoque que da profundidad y ambigüedad a la pintura.
Aunque ojo, hay estudiosos que consideran que la famosa María Magdalena que hoy se exhibe en la capilla de los Condestables en realidad fue obra de Giovanni Pietro, apodado Giapentrino. Al parecer, el alumno con más talento del taller de Leonardo.
El caso es que al contemplar la pintura queda claro que la obra que se abre ante nuestros ojos tiene la esencia de La Gioconda. Ese rostro de expresión indefinida, esa mirada perdida, ese halo de misterio y esa imprecisión tan característica del gran maestro del Renacimiento.
¿Cómo llega la María Magdalena a Burgos? Aunque no está muy claro, parece ser que el condestable de Castilla Iñigo Fernández de Velasco, contemporáneo de Leonardo, compró el cuadro al maestro en uno de sus viajes a Roma, entre 1514 y 1516. La obra está inventariada en el archivo de los condestables desde 1542. Actualmente su contemplación es una excusa más para visitar la bella Catedral.

Colón, ocho meses en Burgos
Seguimos en la Edad Media. Sorprende saber que uno de los más grandes navegantes de la historia pasó una larga temporada en Burgos. Sí, me refiero a Cristóbal Colón.
El genovés se instala en la ciudad para ser recibido por los Reyes católicos después de su segundo viaje. Pero la cita al parecer se demoró un poco más de la cuenta pues Isabel y Fernando estaban enfadados con el marino por el fracaso de su segundo viaje. Y le hicieron esperar. Por eso Colón pasó ¡ocho meses en la capital castellana! Mucho más tiempo del que había planeado.
Isabel y Fernando por fin se reunieron con Cristóbal Colón un 23 de abril de 1497. La sesión tuvo lugar en uno de los salones del palacio de los condestables de Castilla, actualmente conocida también como la “casa del Cordón”, la cual aún existe. Se cuenta que Colón acudió vestido de monje franciscano y acompañado de sus hijos Diego y Fernando.
Parece ser que la reunión fue fructífera pues los Reyes Católicos firmaron los documentos y le dieron el apoyo económico que Colón necesitaba para poder realizar el que fue su tercer viaje.
LOS CUATRO VIAJES DE COLÓN A AMÉRICA
El primero, de 1492 a 1493, cuando descubrió islas como República Dominicana y Cuba. El segundo fue entre 1943 y 1496, en el que arribó a Puerto Rico o Jamaica. En el tercero, el que se aprobó en Burgos, se desarrolló entre 1498 y 1500 Colón pisó por primera vez el continente atracando en la península de Para, en Venezuela. El cuarto y último, entre 1502 y 1504, le llevó a nuevos destinos como Colombia.

Seguimos en la casa del Cordón donde encontramos más historias curiosas. Las que siguen relacionadas con los Reyes Católicos y sus hijos.
LA HISTÓRICA CASA DEL CORDÓN
Es la casa / palacio dónde más acontecimientos históricos se han vivido en Burgos. Se sitúa en el casco histórico, cerca de la Plaza Mayor y a dos pasos del Paseo del Espolón. Debe su nombre al cordón de piedra esculpido en su fachada y que envuelve los escudos de las armas reales y las de la Casa de Velasco, Mendoza y Figueroa.
Construida en el siglo XV por el condestable de Castilla, actualmente es una sucursal bancaria. Se puede visitar el exterior y acceder al patio interior renacentista pero sólo en en horario de oficina, de lunes a viernes de 9 a 14.30 horas.
La muerte de Felipe el Hermoso en Burgos
La segunda hija de los reyes católicos, Juana La Loca, se casó con Felipe el Hermoso, el primogénito de Maximiliano de Austria, en 1496. La pareja ascendió al trono de Castilla tras la muerte de su madre Isabel. Pero la fatalidad acabó con la vida del joven rey muy pronto.
Felipe de Castilla sólo tenía 25 años cuando cogió unas fiebres extrañas. Casualmente, sus síntomas empeoraron justo a su paso por Burgos, donde finalmente murió un 25 de septiembre de 1506. El fallecimiento también tuvo lugar en la misma casa del Cordón, residencia oficial de los reyes cuando viajaban a Burgos.
Su misteriosa muerte ha dado pie a muchas versiones. Hay cronistas que cuentan que murió por coger frío en una jornada de caza. También se dice que fue envenenado por su suegro Fernando II el Católico, rey de Aragón lo cual puede tener sentido pues tras el fallecimiento del joven Felipe, Fernando el Católico se hace de nuevo con el gobierno de Castilla como regente, “obligado” ante la incapacidad mental de su “loca” hija. Hasta ahora, nadie ha podido demostrar ninguna de las posibles causas de la muerte.

DOS PAREJAS DE HERMANOS
Los Reyes Católicos pactaron un doble acuerdo matrimonial con Maximiliano de Austria con el fin de reforzar la alianza entre Castilla y el Sacro Imperio Romano-Germánico.
Su tercera hija, Juana (La Loca), se casó con el hijo de los Habsburgo, Felipe el Hermoso en 1496. Y su único hijo varón español, el príncipe Juan, contrajo matrimonio un año después con la hermana de Felipe, Margarita de Austria. Una doble boda real que acabó en ambos casos en tragedia con las repentinas muertes de los dos varones. Curiosamente, parte de sus historias están ligadas a Burgos.

La boda de Margarita de Austria
Fernando el Católico muere en 1516 y es su nieto Carlos I (hijo de Juana la loca y de Felipe el Hermoso) quien hereda la corona de Castilla, Navarra, las Indias, Nápoles, Sicilia y Aragón por parte de madre. Y el patrimonio borgoñón, los territorios austriacos y el derecho al trono imperial por parte de su padre. El pequeño príncipe nace y vive en Gante, Flandes donde la hermana de Felipe el Hermoso, Margarita de Austria, se encarga de su cuidado y educación.
Pero ¿sabías que esta mujer que forjó la personalidad del que llegó a ser Emperador tuvo una extraña vida amorosa? Fue justo en Burgos donde Margarita contrajo su segundo matrimonio con el Príncipe Juan (hermano de Juana y único hijo varón de Isabel y Fernando) un 3 de abril de 1497 (pocos días antes del encuentro entre los Reyes Católicos y Colón). Para Margarita eran sus segundas nupcias, pero a los efectos carnales las primeras pues su primer matrimonio con el francés Carlos, hijo de Luis XI de Francia, se anuló antes de consumarse por motivos políticos.
Las alianzas entre reyes la llevaron a un segundo compromiso con el mencionado infante don Juan.
Doña Margarita partió desde Flandes a su nueva vida en barco. Fue una travesía complicada con tempestades que hicieron peligrar la vida de la comitiva, pero por suerte Margalita atracó Ilesa en Santander. Y llegó impecable a su boda que se celebró, con todo el boato, un 3 de abril de 1497 en la Capilla de Santa Ana de la catedral del Burgos. Y el convite ¡en la casa del Cordón!. Un año después de que su hermano Felipe se casase con la hermana de su marido Juana.

Lamentablemente su cónyugue no gozaba de buena salud. Se dice que las inclemencias del viaje iniciado para presentar a su joven esposa unido a la efusividad de la intensa Margarita contribuyó a agravar la debilidad del infante quien perdió la vida en salamanca el 4 de octubre, sólo seis meses después de las nupcias. Margarita, embarazada, perdió a su hija en el parto.
Viuda y triste por su segunda experiencia matrimonial fallida y su truncada maternidad, se quedó en España hasta el año 1500 cuando se trasladó de nuevo a Gante para ocuparse de su recién nacido sobrino Carlos I… en quien se volcó.
Margarita se casó por tercera vez con el duque de Saboya, Filiberto II, en 1501. Pero en septiembre de 1504 este falleció de repente por un corte de digestión. Fue su último matrimonio. Murió en Malinas, Bélgica, en 1530 y ha pasado a la historia como una de las mujeres más importantes de la realeza europea.

Un emperador en Burgos
Una vez coronado rey Carlos I de España y V de Alemania hace varios viajes a España. Y se queda en Burgos en distintas ocasiones, siempre recibido con boato y fiesta.
La primera vez que pisa la ciudad es en 1520, en su primer viaje a España. Durante su estancia visita la Cartuja de Miraflores, donde reposan sus bisabuelos (los padres de Isabel la Católica) donde pasa una noche. Visita también el monasterio de las Huelgas Reales. Y finalmente entra en Burgos por el arco de Santa María, donde aún se conserva la escultura dedicada a su figura.
Carlos I vuelve a Burgos ya coronado Emperador en 1527. Y regresa una vez más en 1556, el último viaje en el que vuelve a España para “morir“.
El emperador desembarcó en esta ocasión Laredo, Cantabria, un 28 de septiembre de 1556 procedente de Flandes y con dirección al monasterio de Yuste, en Cáceres, Extremadura. El 12 de octubre, la comitiva real llega a Burgos pero esta vez no hubo tanta celebración como en las ocasiones anteriores. El Emperador es ya un anciano, enfermo y cansado con pocas ganas de fiestas.
Se queda el emperador en Burgos hasta el día 17, alojado de nuevo en la casa del Cordón. Y desde allí continúa su viaje a Yuste, a donde no llegará hasta el 4 de febrero del año siguiente. Se despide así de Burgos por última vez. Han pasado 36 años desde que puso un pie en sus calles por primera vez. Y se cierra un ciclo pues Burgos tendrá que esperar entonces 34 años hasta que regrese un rey.

Y con esto cierro este post dedicado a las curiosidades de Burgos. ¿Alguna anécdota que añadir sobre esta hermosa ciudad llena de historia y de leyendas?

