
El desafío mas curioso del verano en Foz de Lugo
La cornisa cantábrica esconde pueblos con encanto como Foz, en la provincia de Lugo. Llegamos allí sin muchas expectativas pero por eso nuestra sorpresa fue tan grata. Nos encontramos sin saberlo con un pueblo con sabor veraniego súper animado, rebosante de terrazas donde gentes variopintas con cara de descanso tomaban el vermout para sofocar el bochorno

El cielo estaba gris (es el tiempo habitual en esta zona de la costa de Lugi) y aunque el termómetro superaba los 25 grados, la playa de Foz estaba vacía. Una playa muy ancha por cierto, de esas en las que hay que caminar muuucho para llegar al mar. Pero el agua, por lo general gélida en esta zona de nuestra geografía, estaba caliente, con la típica temperatura de tormenta. Pero no había problema.
La lluvia en un pueblo como Foz no es una amenaza pues como ocurre en los pueblos típicos de veraneo siempre hay algo que hacer. No sólo alternar tomando ribeiros y raciones de pulpo saltando de terraza en terraza, o pasear por el agradable paseo marítimo. O salir a pescar.
En estos pueblos veraniegos del norte, durante el verano es habitual que haya eventos puntuales como por ejemplo ¡el circo! que justo ayer representaba una de sus últimas funciones en Foz. O una pequeña competición de tiros de baloncesto que empezó a eso de las 18 horas en frente de la playa y a la que acudió un buen montón de gente. Una buena forma de pasar una tranquila tarde de domingo nublado de agosto en un pueblo del norte.

El desafío de Foz
Pero el acontecimiento del verano comenzó pasadas las siete, cuando cientos de personas se asomaron al puerto para presenciar una curiosa competición llamada el “Desafío Tesoro de Cornería”. Un enfrentamiento cuyo fin es ganar el “tesoro de Maeloc” escondido en una barca situada en la ría, a mitad de camino entre Foz y Barreiros, la localidad que se ve enfrente.

De la barca parte una cuerda que une ambas localidades vecinas y rivales a la vez. Y en cada uno los extremos de esa larga cuerda (mide más de 300 metros y está pendiente de que la incluyan el libro Guiness de los récords como la más larga jamás empleada para una prueba del estilo) hay trece hombres cuya función es tirar con fuerza. Con mucha fuerza.
El equipo que logre mover la barca hacia su “territorio” gana el cofre del tesoro: una réplica de un gran diamante azul, que cuentan los lugareños, un obispo bretón de nombre Maeloc enterró en el monte Cornería, situado en el límite que separa Foz de Barreiros.

Orbayaba (lluvia fina también llamada calabobos, chirimiri…). Pero la lluvia y la niebla no espantó a los cientos de espectadores que disfrutaron y animaron a gritos a los tiradores de Foz (desde donde yo lo vi), que por cierto, perdieron una vez mas. El marcador, tras cinco años de competición favorece a los de Barreiros que han ganado ya cuatro veces.

Y así, al final, un domingo de verano aparentemente aburrido y gris se transformo en un día de los mas agradable gracias a las animadas terrazas de Foz, al buen sabor de un bocata de calamares en una playa vacía bajo un cielo gris pero con bochorno, a la música animada de los jugadores de baloncesto y al ambiente competitivo que se creó alrededor de la lucha por el tesoro de Maeloc.
Ingredientes que unidos a una buena compañía y a un cerebro relajado son mas valiosos que el diamante que se esconde en el barco. Aunque el entorno no sea el mas preciosista del mundo pues no hay que olvidar que Foz, desde el punto de vista urbanístico no es ninguna joya.
¿Y tú? ¿Has asisitido alguna vez a alguna de estas competiciones extrañas, tan típicas del varano que te haya llamado la atención?
Yo desde luego, el año que viene pienso regresar a Foz para ver como queda la revancha. Si os animáis a verlo el desafío se celebra todos los años a finales de agosto. Buena excusa para hacer una escapada al siempre olvidado pero agradable norte de Lugo.

3 Comments
Marijo
Mala suerte tuviste este año con el “veroño” llamado asi por estas latitudes norteñas, pues éste ha sido con una diferencia abismal y anómala el peor de los veranos vividos por gente de 30 años, al menos, ya que lo que tuvimos fue un otoño (por eso la unión de verano + otoño = veroño). Desde luego en septiembre cambiaron las tornas y so pena de que los días se acortan, comenzó con retraso el verdadero verano, el del sol, de aguas templadas, creo que 23º no son gélidas, pero para gustos los calores. Y hasta diciembre duró el verano, anómalo sin duda, quizá señales de que el cambio climático existe. Foz tiene muchas horas de sol, es un concello luminoso, de los más que he visto en la cornisa cantábrica, tiene más horas de sol que Bilbao o San Sebastian por ejemplo y llueve bastante poco, menos de lo deseado. La sokatira (en euskera) es muy animada, hay mucho para ver tanto en el concello como en territorios aledaños, tanto culturales como paisajisticos. Foz es un concello que pasa de los 10000 a los 100000 habitantes en cuanto comienza la época estival. Pero sigue siendo bastante relajado, espero que no cambie.
Manitoba
Hablando de competiciones de verano, a mi me encanta el tenis playa de Luanco que se celebra todos los años en julio en ese pueblo asturiano y donde un grupo de tenistas famosos, han desfilado los grandes nombres, este año estuvo Moyá que ya repetidor y juegan sobre arena mojada. Para que la gente lo vea ponen gradas en la playa y hay muy buen ambiente.
Si os gusta el tenis no os lo perdáis, es súper chuli. Y único, yo sólo lo he visto aquí en Asturias, y no creo que se haga en ningún otro sitio que yo sepa.
Nicolas de Ovando
Como viajero asturiano, añadiria a las razones expuestas por La Viajera Empedernida, para visitar este enclave: el mayor numero de horas de sol que se disfrutan por estas latitudes respecto al oriente de Asturias y los ajustados precios de la suculenta gastronomia gallega.
Con una advertencia: antes de tomar asiento en uno de los multiples establecimientos que encontraremos, realizar una sucinta observacion del paisanaje que puebla las normalmente abarrotadas mesas y ver que el target de edad y gustos pueda ser coincidente con lo que buscamos i no podemos encontrarnos acabar la cena con una factura muy ligera pero con un estomago muy pesado de lipidos indeseados.