El museo de Raphael en Jaén, ¡un escándalo!

Nada más poner el pie en el Museo de Raphael comienzo a oír a todo volumen “…estar enamoraaaaado es: descubrir lo bella que es la vida, estar enamorado es confundir la noche con los días…”

Inmediatamente me veo sumergida en esa atmósfera extravagante y genial que sólo este artista ha sabido crear. Y empiezo a moverme al ritmo. Y a tararear sin pudor “… estar enamorado es caminar con alas por el mundo…”. Así que, de excelente humor y totalmente desinhibida, inicio mi paseo entre cientos de pósters y carteles de todos los lugares del planeta donde ha actuado nuestro protagonista. ¿Os imagináis la escena? ¡Momento perfecto!

Aunque estoy ensimismada y trascendida ante semejante experiencia, no puedo evitar que unas letras llamen mi atención: Raphael ¡en el Madison Square Garden de Nueva York! Y se le anuncia como una combinación de ¡Tom Jones, Bob Dylan y Elvis Presley! ¡No se me cierra la boca! Este es nuestro Raphael. Absolutamente sublime.

Raphael nació en Linares, Jaén, y allí es donde le han dedicado este merecido museo. Desde su inauguración, en marzo de 2011, ha sido un auténtico éxito de afluencia. Ocupa la segunda planta de El Pósito, un precioso edificio del siglo XVII, rehabilitado como espacio moderno. Es de entrada gratuita. Y te facilitan además un reproductor iPod que te guía a lo largo de la visita para que no te pierdas ni un detalle.

Alberga una completísima colección cedida por el artista, compuesta por su discografía, premios, carteles, pero también por innumerables objetos, muebles de uso personal y documentos de toda índole.

Podrás ver desde su partida de bautismo (todavía como Rafael, claro, sin la “ph”), hasta la partitura que leyó cuando participó en el Festival de Eurovisión con la mítica canción “Yo soy aquél”.

Pero también su primer tocadiscos.

O incluso los muebles del que fue su despacho durante años.

Otro capítulo fascinante son los trajes que lució en sus películas.

O un diploma del Congreso de EE.UU.

Pero lo mejor de todo se reserva para el final de la exposición. Rodeado de llaves y diplomas otorgados por cuantas ciudades puedas imaginar sobre la faz de la tierra, emerge orgulloso su disco de uranio. Es toda una joya, y como tal se protege cuidadosamente bajo un cristal. Sólo han sido concedidos tres en toda la historia. Uno aMichael Jackson por “Thriller”, otro a Queen por su album “Greatest Hits”, y al “ruiseñor de Linares” por su recopilatorio de 1982 “Raphael: ayer, hoy y siempre”, del que vendió más de 50 millones de copias.

Su museo es, sin duda, una visita imprescindible para llegar a valorar como se merece a este genio de nuestro tiempo. ¡Todo un “Escándalo” nuestro Raphael!

Post escrito por Loreto BG