
Guía imprescindible de lo mejor, qué hacer y ver en Málaga
Cuanto más viajo a Málaga más confirmo cuanto me gusta la capital de la Costa del Sol. Eso sí, cada vez que voy (últimamente varias veces) compruebo con sorpresa la vertiginosa velocidad con la que todo cambia. El desarrollo y la transformación de los últimos años es digna de aplauso. Málaga es hoy un foco de atracción, una urbe con infinitas posibilidades donde cada día abren nuevos negocios, empresas… atraídas por un ambiente innovador. No es exageración decir que Málaga es ya uno de los grandes destinos de España, referencia cultural. Da igual la época del año. Otra de sus bondades es su clima, siempre agradable y garantía de un buen ambiente constante. Si todo esto lo maridamos con la luz mágica típica del Mediterráneo y el salero andaluz el resultado es ¡delicioso e imbatible!

El problema es que en Málaga hay tanto tanto ¡tanto! que hacer que cuesta decidirse.
Con el fin de facilitaros la visita he aquí una lista de consejos centrada en todo lo imprescindible que, creo, tienes que hacer si visitas esta ciudad aprovechando este extraño verano en el que nos toca descubrir lo mejor de España. Rituales que mi caso, son repetitivos e intento poner en práctica cada vez que vengo a esta urbe andaluza.
¿De qué se habla en este post?
1. La catedral llamada «manquita»
Si paseas por el centro de Málaga, seguro pasarás delante de la Catedral no una ni dos veces. Parece que todos los caminos llevan ante esa imponente fachada que tiene una característica que la hace diferente a todas las demás. La catedral de Málaga está inacabada, de ahí su apodo: “la Manquita” alusivo a la ausencia de una de las torres.

Las razones de esta apariencia son varias, pero la historia que goza de más credibilidad es la que dice que, al parecer, el dinero que estaba previsto para levantar la segunda torre se empleó finalmente para financiar la guerra de Independencia de EEUU a petición de un malagueño que participaba en la contienda.
El caso es que con torre o sin torre, la catedral de Málaga es visita obligada. Eso sí. Mejor si guardas un gran angular en la maleta. La plaza donde se ubica la fachada principal es tan pequeña y el templo tan grande que no cabe en las fotos.

2. Los museos de Málaga
Deja algo de tiempo libre para visitar museos. U otra opción, si vas con frecuencia a Málaga aprovecha cada viaje para entrar al menos en uno. Como decía al principio de este post, la oferta es grande y en los últimos años se ha multiplicado.
El primer gran museo que abrió sus puertas, en 2003, fue el de Pablo Ruiz Picasso, dedicado al hijo más famoso de la ciudad, aquí nacido allá por el año 1881. En su interior hay una retrospectiva dedicada a la obra del que presume por ser uno de los más grandes artistas españoles, y a la huella que dejó en su ciudad.

En el 2011 llegó a la ciudad el segundo gran museo de Málaga: el Carmen Thyssen, ubicado en el palacio de Villalón, en pleno casco histórico, a dos pasos de la catedral. Destaca su magnífica colección permanente compuesta por ¡más de doscientas obras! gran parte de ellas adquiridas ya en solitario por la baronesa después de la venta de su colección principal al estado. No dejes de visitarlo, a ser posible con un guía que te explique todo.
En 2015, y para completar la oferta museística y redundar en esa apuesta por lo cultural le tocó el abrió el Centre Pompidou Málaga, la primera sucursal de esta marca que abre sus puertas fuera de París.

Su edificio formado por cubos coloristas (los colores de la vida según sus creadores) es ya el emblema de la ciudad. Y es lo primero que ven los cruceros cuando atracan en Málaga pues el museo está situado ¡en el parking del puerto!.
El Pompidou es curioso por fuera pero muy interesante por dentro. Su colección permanente (que cambia cada dos años) está pensada para fomentar la reflexión de los visitantes. Obras pictóricas, esculturas, composiciones más o menos extrañas… La sorpresa está garantizada.

Me falta espacio para seguir hablando de museos de Málaga. Está también el Museo Ruso, el Museo del Automóvil y uno de los que más me han gustado, el museo de Málaga. Ubicado en la vieja sede de aduanas, un monumental palacio del siglo XVIII y que acoge la colección de Bellas Artes y Arqueológica de la ciudad.
Como curiosidad apuntar que es el museo de España con más obras expuestas después del museo del Prado.

Nuevo paseo marítimo
Estas instalaciones culturales y museísticas son sólo piezas más a añadir en la nueva imagen de Málaga, un proyecto de modernización que abarca muchas facetas y en el que cabe que destacar otro cambio clave: el nuevo paseo marítimo.
Gracias a su remodelación, la ciudad cambió su mirada dando todo el protagonismo al mar. Es tarea obligada perderse por este paseo a orillas del mediterráneo, llenas de gente que hace deporte; runners, skaters, patinadores, familias con niños y puestecillos de artesanía, de comida…. Si quieres contemplar las mejores panorámicas de la ciudad no dejes de subirte a la noria cuya silueta redonda se ve desde todos los puntos de la ciudad.

De compras por la calle Larios
Otra calle por la que seguro pasarás una y mil veces es la famosa Larios. Desde que se peatonalizó, hace ya más de quince años, presume por ser la gran arteria comercial de la ciudad.

En verano la cubren con toldos y es por tanto una agradable zona de sombra, lo cual se agradece mucho. Rúa por tanto de paso y de paseo obligado, llena de tiendas y de cafeterías de solera. No dejes de tomarte un helado en Casa Mira, la que dicen los lugareños es la mejor heladería de Málaga.

El mercado de Atarazanas
Seguimos el paseo y si te gusta la buena gastronomía y los mercados con olor, color y vida mi consejo es que camines un poco más rumbo al Mercado Central de Atarazanas. Un espectáculo de olores, sabores y salero andaluz.

Me encanta escuchar el cántico de los pescaderos anunciando la frescura de sus productos. O picar aquí y allá degustando especialidades varias algunas tan curiosas como el corazón de Málaga (un higo con una almendra frita). O atenta a los nombres de lo que se vende.

Por ejemplo, sabías que hay una variedad de tomate que se llama «huevo de toro«? Buen lugar donde empaparse de sabores y disfrutar con la simple visión de los mejores productos de Andalucía.
BUENA IDEA: VISITA GUÍADA POR MÁLAGA ¿Qué tal hacer una visita privada por Málaga, visitando solo lo que a ti te interesa? Buena opción si viajas con el tiempo justo y quieres ir a tiro fijo o si visitas la ciudad con un grupo de amigos y queréis un recorrido a la carta.
Los espetos de sardinas
Seguimos hablando de cosas ricas para comer, especialmente en verano. Hay en Málaga otra experiencia obligada. Sardinas en espeto, lo que traducido significa comer sardinas insertadas “espetadas” en un palo de madera y que se cocinan sobre brasas de leña en parrillas situadas casi casi en la arena de la playa.

Hay varias opciones para comer espetos, casi tantas como playas. Yo suelo ir a los restaurantes de la playa de Huelin, donde estuve hace muy poco no sólo tomándolos.

También tuve la oportunidad de hacer mi propio espeto y os aseguro que es todo un arte. Otra zona donde tomarlos es en el viejo barrio pesquero que hay en la playa de Pedregalejo, y también en la playa del Palo o en Guadalmar…

La flor de biznaga
Sabores y olores. Málaga tiene un olor especial. Es el aroma de la biznaga. Es una especie de jazmín y es habitual encontrarte vendedores de biznagas por todos los rincones.

Colocan las flores en ramas y son preciosas, un ornamento habitual en casas, tiendas, restaurantes. Además es un recuerdo típico. La flor de la biznaga es también motivo de inspiración para piezas de bisutería, cuadros, esculturas….
Su estampa es también el premio que se otorga durante el Festival de Cine de Málaga. Su silueta y su deliciosa fragancia son señas de identidad de la capital andaluza.

El Pimpi: un clásico donde comer en Málaga
Cierro con una recomendación que es un clásico en la ciudad. No te puedes ir de Málaga sin comer o cenar en el que es, quizá, su restaurante más popular.
La bodega El Pimpi, situada frente al Teatro Romano, e instalada en una vieja casa del siglo XVIII completamente restaurada.

Da igual que te instales en la terraza o en el interior decorado con motivos taurinos y folclóricos. Punto de encuentro de malagueños y visitantes, por El Pimpi pasa todo el mundo. Te aconsejo que mires a tu alrededor a ver si encuentras con algún famoso.

Me cuentan que entre los muchos clientes habituales hay muchas caras conocidas como por ejemplo Antonio Banderas, quien incluso adquirió una parte de este negocio desde 2007, deseoso de invertir en el qeu era su rstaurante favorito en la ciudad.
¿Qué encontramos en la carta? Pues de todo. Desde rico jamón a pescaítos fritos, gazpacho y salmorejo, ensaladas, carnes varias… eso sí, todo productos locales y vinos de la tierra.

Esta es mi lista de ocho imprescindibles de Málaga peo seguro que se me han escapado otras muchas recomendaciones. ¿Me ayudas a completar esta lista con tus sugerencias?


One Comment
Mar Alvarez
La biznaga son flores de jazmín insertadas en el esqueleto de la flor de la pita