¿Hay dinosaurios en el bosque de laurisilva de la Gomera?
Sólo una hora (a bordo del ferry Armas) separa Tenerife de La Gomera, excursión que debes tener en cuenta si te gusta la naturaleza. Porque eso es justo lo que te vas a encontrar en La Gomera, una isla habitada por no mas de 20.000 habitantes de geografía abrupta y llena de curvas. Si eres de los que te mareas no te olvides de llevar biodramina, en La Gomera este puede ser un medicamento muy útil.

Una vez en tierra, no lo dudes. Lánzate a caminar. Hay un montón de rutas desde las cuales se accede a miradores que permiten a uno hacerse una idea de las características de esta isla que aún conserva ese toque de destino salvaje. Donde hasta hace muy poco tiempo, la gente se comunicaba silbando, el mejor medio conocido para salvar las dificultades de una tierra llena de desniveles y barrancos superlativos, aparentemente hostil para la vida humana.

Pero los hombres somos, así, pronto nos las apañamos para conquistar hasta los territorios mas inhóspitos. Y no digo esto porque La Gomera sea mal sitio para vivir, no. Pero es una isla donde sólo se encontrarán cómodos aquellos a los que no les importe no tener un Mercadona en frente de casa (el mas cercano está a una hora en ferry, o sea, en Tenerife) ni un HyM al lado del portal. Solo apta para aquellos ciudadanos pacientes que no se enfaden al ver que las obras de mejora la carretera de acceso a su casa duran ya mas de tres años (ese el tiempo que llevan los trabajos de acondicionamiento de los accesos en Hermigua). O que el técnico de la lavadora tarde semanas en ir a ver el aparato, y otras tantas de espera hasta que llega con la pieza de repuesto necesaria. En la Gomera todo la vida tiene otro ritmo.

Por tanto, urbanitas del mundo, atentos: La Gomera no es para vosotros. A no ser que lo que busquéis sea unos días de desconexión absoluta, entonces sí. Entonces animaros a hacer una escapada hasta aquí pero ¡ojo!, sin protestas. No vale enfadarse al descubrir que el 3G no funciona. O al ver que la única cafetería del pueblo está cerrada. Que no hay cine. O que el acceso hasta la casa rural contratada es casi imposible. O que las curvas son insoportables y los rodeos que hay que dar por culpa de las obras eternas son un cansinos. O que las playas son de piedras negras y no arenales blancos y brillantes.
Pero atentos los solitarios amigos de la naturaleza. Si sois de esos viajeros que disfrutáis con la simple contemplación de un entorno único entonces aquí seréis felices. Reservaros una casita rural y lanzaros como yo he hecho a caminar entre estos bosques tupidos de laurisilva, húmedo y fanfasmal lleno de árboles de raíces retorcidas, arbustos, musgos, helechos y lianas que dan forma al Parque Nacional de Garajonay.

O sea, por estos caminos sencillamente alucinantes, dignos de El Señor de los Anillos. Donde la vegetación mas antigua del planeta (algunos árboles son originarios de la era terciaria, o sea de hace millones de años cuando los dinosaurios poblaban la tierra. Un sistema desaparecido del continente como consecuencia de los cambios climáticos del Cuaternario). Donde en cualquier momento puede aparecer un ser mitológico, un elfo perdido, el espíritu de un animal extinguido y despistado, o una planta de forma extraña y única.

Un consejo. Si podéis hacer la ruta en compañía de algún experto naturalista o biólogo que os revele los secretos de todo lo que veis, mejor que mejor. Con las explicaciones de un entendido que sepa contar historias la magia de Garajonay se eleva casi casi al infinito.
Yo tuve la suerte de ir con uno de esos conocedores del bosque, quien me explicó que todo este paraje se debe a la “lluvia horizontal”. Un fenómeno concreto que se da cuando las nubes chocan con las cumbres de la isla (el punto mas alto de Garajonay está a 1.484 metros del altura) y dan forma a una niebla espesa y misteriosa que favorece la permanente humedad. Eso se percibe en las entrañas del parque, pero enguanto salimos del bosque, curiosamente la tierra se seca de repente. Contrastes maravillosos.
6 Comments
pepe
Wow. Guay.
Andromeda
No me ha quedado claro si La Gomera te ha gustado o no… pero me ha gustado mucho como has planteado sus defectos y sus virtudes en cuatro lineas, con opciones para todo los gustos. Creo que a mi no me gustaría pasarme una semana en una isla así pero una excursión de ida y vuelta desde Tenerife para hacer una ruta por ese bosque ¿por que no?. Eso es maestría literaria y saber relatar un viaje contando los pros y los contras con sinceridad. Enhorabuena.
Víctor
¡Qué pasada de fotos Nani!
Has pintado de tal manera La Gomera que me han entrado unas ganas locas de ir, de desconectar de todo y de disfrutar caminando por esos bosques que parecen selvas.
COMANDANTE CHE
que grande nani, que grande, se me ha saltado la lagrimas con el experto naturalista. Eres mi idolo.
Un gran artículo y un fiel reflejo de la hermosura de esa bella isla y de sus entornos naturales. Para los más pequeños en la plaza soleada de la Ermita del cedro, si permanecemos en silencio aprecen pequeños dragones sin alas, son negros con el vientre azul y solo existen en ese bello lugar.
ehnorabuena