
Hotel de diseño donde dormir y viejas costumbres en Amsterdam
Después de dos días pateando Amsterdam me encuentro genial. El síndrome de abstinencia provocado por la “holanditis crónica” que padezco ha desaparecido pues durante el fin de semana he saciado mis necesidades básicas. Después de comerme unos cuantos, ¡bastantes!, cucuruchos de patatas fritas con mayonesa. Y con la maleta ya llena de granitos de chocolate me siento eufórica y lista para empezar a exprimir de nuevo este destino.
El problema es que estos días he adquirido otros vicios nuevos para mi. Por ejemplo, creo que a partir de ahora voy a ser mucho más exigente con los hoteles en los que me toque alojarme pues he tenido la suerte de dormir en uno de los establecimientos más punteros de Amsterdam. El Hotel CitizenM, especialmente recomendable para los amantes del diseño y para aquellos que tengan dependencia, como yo, de las nuevas tecnologías. Donde hasta el check-in y el check-out se hace a través de un ordenador. Donde hay una sala llenita de Macs a disposición de los clientes. Donde POR SUPUESTO hay WIFI GRATUITO para todo el mundo (un servicio que como Blogger yo considero BÁSICO y que deberían ofrecer TODOS los hoteles, SIN EXCEPCIÓN).

Pero creo que lo que más me ha sorprendido de este hotel no fue su tecnología puntera. Lo más chocante fue el diseño de la habitación, con la ducha y el baño situados en medio de la estancia, separados entre si y cubiertos por sendas mamparas de cristal ¡circulares!. Digno de la mejor estampa futurista.

Y el mando para regular las luces con mil posibilidades de colores e intensidades con el que me pasé una hora jugando y haciendo pruebas de iluminación ambiental. Ah, y el desayuno no es un buffet. Te lo dan en una bolsa de papel que incluye un zumo, un yogurt con cereales, un cruasán… y el café te lo pides en la barra que hay en la recepción.

Un hotel puntero en una ciudad como es Amsterdam que se está reinventando día a día y donde siempre hay algo novedoso. Da igual cuantas veces hayas estado aquí. Amsterdam siempre te sorprende. Siempre que vengo descubro nuevas tiendas curiosas, barrios emergentes, restaurantes originales… es una ciudad donde investigar es tarea relativamente fácil.
Pero lo mejor de todo esto es que todas novedades conviven a la perfección con lo de siempre, con lo típico y tópico. La plaza del Dam sigue ahí, animada como antaño. Los coffe shops que han convertido a Amsterdam en una ciudad con fama de liberal siguen ahí (aunque ahora ya hay algún que otro coffeshop digno de Philippe Starck).
El Barrio Rojo sigue activo pero tras los escaparates ya no sólo encontramos chicas sonrientes con llamativa ropa interior sino que ya hay alguno donde lo que se exhibe son muebles de diseño.
La gente sigue desplazándose en tranvía (adoro las ciudades con tranvía) pero justo estos días acaban de implantar un nuevo sistema de cobro queobliga a todos los viajeros a pasar el billete, AL ENTRAR Y AL SALIR por un lector digital situado a la puerta del vehículo. En fin, que todo sigue igual pero a la vez todo cambia. Y Amsterdam es un ejemplo de ciudad puntera pero a la vez llena de personalidad y de detalles que la definen como un destino único en Europa.
El museo Van Gogh sigue siendo una referencia para los turistas, pero ahora los viernes también se llena de amsterdameses (sí, ese es el gentilicio correcto por raro que suene) porque ese día el museo abre hasta las 10 de la noche, y a partir de las 20 horas se convierte en un recinto festivo donde se pueden tomar copas mientras se escucha música pinchada por algún DJ de moda. Yo estuve en esa “fiesta” el pasado viernes y doy fe de que allí se había juntado la gente mas guapa de Amsterdam. Sin duda, el museo Van Gogh el viernes se transforma en un lugar donde dejase ver a la vez que se disfruta de la obra del genio holandés.

Bueno, no me enrollo que quiero continuar con mi investigación e irme rauda en busca de más tiendas curiosas. Y tengo por delante muchas calles y barrios que recorrer. Eso si, a bordo de una bicicleta como una “amsterdamesa” de verdad. Porque insisto, aquí hay muchas cosas nuevas pero otras muchas otras que nunca cambian.

Daaaag.
Ah, por cierto, antes de que se me olvide, todas las fotos de este post están hechas con mi Iphone. ¡Y que vivan la nuevas tecnologías!. Y atentos a los síntomas de la holanditis.
10 Comments
Sonia Toril
Me parece de lo mas horrible, ese baño en medio, una habitación que parece un nicho, qué horror. Me gustan las habitaciones espaciosas
Argonauta
WIFI libre y gratuito YA. En hoteles, rstaurantes, parques. En todas partes. Y abajo esas tarifas desproporcionadas para usar internet con los móviles fuera de España.
Angie
Yo hace muchos años que tengo holanditis ¡y no me la puedo curar!
Pero me gustan tanto sus síntomas ¡que tampoco quiero curarla!
nenomadaleno
Amsterdam, la capital del buen rollo. Hace veinte años que quiero volver y no he encontrado el momento. Señores hoteleros, el wifi gratis hoy en día ya no es nueva tecnología, ni artículo de lujo. Es como no poner enchufe para el secador o la maquilla en el baño. Me parece cutrísimo que lo sigan cobrando, sea de la categoría que sea.
Preciosa habitación Nani.
Capitan Rinchetti
Que buena pinta tiene ese hotel. Un museo transformado en lugar de ocio nocturno…sin comentarios. las nuevas tecnologías desde luego que tienen buena pinta. Hoy en día un teléfono con una buena cara deja sacar fotos en cualquier momento.
María de O Viaxadoiro
Chulísima la habitación del hotel y lo de la ducha me parece un puntazo!
J.M.A
Me apunto ese hotel a mi lista de obligatorios. Y Amsterdam a mi lista de destinos para repetir.