
Visita al monasterio del Palancar, el más pequeño del mundo
Escondido en la provincia de Cáceres, existe un lugar idílico con una historia curiosa. Me refiero al Monasterio de El Palancar, en Pedroso de Acim, el cual además de ser insultantemente hermoso, presume por ser el monasterio más pequeño del mundo. Al visitarlo asoma la esencia de su fundador, San Pedro de Alcántara, religioso que reformó la orden franciscana. Famoso por su austeridad extrema y su forma de vida basada en la pobreza como camino para alcanzar a Dios. Una visita que combina la belleza arquitectónica con la paz espiritual.

No está registrado en el libro Guinness de los Récords, por tanto no sé si es muy correcto asegurar que el Monasterio de El Palancar es de verdad el más pequeño del mundo. Pero la verdad es que resulta difícil imaginar cómo sería su competidor en el hipotético caso de que existiese ese problema.
Nos encontramos en Pedroso de Acim, en el área de influencia de Monfragüe y Valle del Alagón, en el norte de la provincia de Cáceres, de donde parte la carretera que lleva al Convento de Nuestra Señora de la Concepción del Palancar. Al llegar, nos recibe un edificio preciosista y muy bien cuidado que no parece pequeño, más bien todo lo contrario. Al dar un paseo por el jardín exterior se percibe paz. Da la sensación de haber llegado a un oasis de tranquilidad en medio de la nada.

Llamamos a la puerta para empezar la visita. Nos recibe fray Emilio, nuestro guía acompañante por las entrañas del monasterio. Para situarnos nos explica que la fachada exterior, todo lo que hemos visto desde fuera, es una ampliación acometida en el año 1762, cuando la afluencia de peregrinos se masifica y se hace necesario agrandar el pequeño edificio original, fundado por San Pedro de Alcántara en 1557. Tampoco la iglesia es de aquella época, y donde actualmente se ofician las misas data del 1710.

La austera vida de San Pedro de Alcántara
Cruzamos un pequeño patio y una puerta diminuta (eran pequeñas como la puerta de entrar en el cielo) nos da paso al cenobio original. “El Conventito” lo denominan también cariñosamente. Fray Emilio nos explica que es este el único convento que sigue en pie de los cinco que fundó en vida San Pedro de Alcántara (1499 – 1562). Un hombre peculiar que profesaba la pobreza extrema como camino para alcanzar la santidad.
Con esa premisa fundó Fray Pedro este convento, situado estratégicamente a un día de caminata desde Coria y a otro desde Plasencia. Al principio, con sólo dos habitaciones y finalmente con capacidad para acoger a nueve religiosos.

Al visitarlo se evidencia la simplicidad y austeridad de la que Fray Pedro hacía gala. El monasterio es ante todo un lugar sobrio. Donde la palabra “lujo” no existe. Fray Pedro de Alcántara decía que para vivir necesitamos pocas cosas. “Y las cosas que necesitamos las necesitamos poco“, palabras que dan que pensar en la era del consumismo extremo que nos ha tocado vivir. Un pequeño huerto con un olivo era su principal abastecimiento.

Un lema que se llevaba al extremo y que se evidencia al contemplar la que fue su celda. El monje, que medía más de 1,90 de estatura, dormía en una estancia de no más de un metro cuadrado, donde no podía ni tumbarse ni ponerse de pié. Para descansar se sentaba sobre una piedra y apoyaba la cabeza sobre un tronco colocado a la altura de los hombros… con razón nos cuentan que dormía muy pocas horas al día.
Recrear la postura para ponerse unos instantes en la piel del santo ya es costoso para los visitantes. Las estancias del resto de frailes eran un poco más grandes, pero nunca cómodas. Más bien parecen tumbas que habitaciones.

HORARIO DE VISITAS AL MONASTERIO DEL PALANCAR Abierto los martes, miércoles, viernes, sábados y domingos. Lunes y jueves, cerrado Horario de mañana: 10, 10:45, 11:30 m 12:15 y 13 horas Horario de tarde: 16:30; 17:15, 18:00 y 18:45 Horario sábados, domingos, festivos de precepto y vísperas: 16:30; 18:15 y 18:45 horas.

El claustro más pequeño del mundo
Frente a la celda de Fray Pedro, se abre el claustro. La verdad es que al contemplarlo cuesta imaginar que exista uno más pequeño en algún lugar del mundo. Mide solo nueve metros cuadrados, dimensiones acordes con las del monasterio al completo, que mide en conjunto sólo 72 metros cuadrados.
Fotografiar el diminuto claustro es todo un reto para el angular de cualquier cámara. Sin embargo contemplarlo es una delicia: toscas maderas centenarias, piedra poco trabajada … Desde luego no es un claustro al uso pensado para la reflexión y el paseo, más bien una pequeña ventana con vistas al cielo.

San Pedro de Alcántara, Santa Teresa y Carlos V
Frente al claustro encontramos también la capilla. Sus reducidas dimensiones son originales pero no su decoración, con un mosaico colorista y llamativo, quizá mucho más ostentoso de lo que Fray Pedro habría deseado.
En el centro, sobre el altar, destaca una representación en madera del santo (fue canonizado por el Papa Clemente IX en 1969), réplica de la escultura de Enrique Pérez Comendador, famoso escultor original de Hervás, donde se encuentra su museo. La escultura evidencia el singular físico de Fray Pedro, a quien Santa Teresa de Jesús (con quien el franciscano se reunió en varias ocasiones y cultivó una gran amistad) describió con estas palabras: “era tan extrema su flaqueza que parecía hecho de raíces de árboles”.

La santa de Ávila también nos ha dejado un valioso testimonio sobre las extremas costumbres de Fray Pedro: “En 40 años, sólo había dormido hora y media entre la noche y el día”; “En los días más fríos se quitaba la capa que llevaba”; “Ayunaba mucho y pasaba hasta ocho días sin comer”… Fray Pedro también fue contemporáneo de Carlos I de España y V de Alemania y coincidió con él durante su exilio en el cercano Monasterio de Yuste.
Cuentan las crónicas que el Emperador incluso le pidió al fraile que fuese su confesor personal, pero Fray Pedro rechazó la oferta. La visita continúa y toca hacer parada en la pequeña cocina y el diminuto refectorio donde los habitantes del convento comían sentados sobre un banco corrido, apoyando las escudillas (vasijas con forma de esfera en las que se servía la comida) sobre sus piernas.

Monasterio con wifi que admite huéspedes
También nos explica que el monasterio está abierto a huéspedes exteriores, y se admiten tanto a hombres como a mujeres. Experiencia que creo deben tener en cuenta todos aquellos que busquen una escapada o retiro espiritual. ¿Cuánto cuesta la visita al Monasterio / Convento de El Palancar? Nada, es grátis. Pero al salir lanzan una petición: “Se agradece un donativo para el mantenimiento del edificio y de la comunidad”.
También nos explica que el monasterio está abierto a huéspedes exteriores, y se admiten tanto a hombres como a mujeres. Experiencia que creo deben tener en cuenta todos aquellos que busquen una escapada o retiro espiritual. ¿Cuánto cuesta la visita al Monasterio / Convento de El Palancar? Nada, es grátis. Pero al salir lanzan una petición: “Se agradece un donativo para el mantenimiento del edificio y de la comunidad”.

¿Dónde comer? En el restaurante el Palancar
Salimos del convento con cierto remordimiento ante la vida consumista que llevamos, pero ¿por qué negarlo? con mucha hambre. Las historias sobre las privaciones extremas de San Pedro y sus penitencias para alcanzar la santidad no han hecho mella en nosotros.

Lejos de contagiarnos por la mortificación del ayuno, tenemos claro que preferimos dejarnos llevar por el pecado de la gula. Hay una explicación. Muy cerca del monasterio se ubica uno de los mejores restaurantes de la zona, también llamado El Palancar. ¡Allá vamos!
Compartimos nuestra percepción de la visita con un vino con DO “Ribera del Guadiana”. A la hora de elegir cuál tomar, recomendar también las “Bodegas Habla”, en Trujillo, una de las más famosas de Cáceres aunque ¡ojo! no está incluida en la Denominación de Origen. Mientras saboreamos ese vino, contemplamos una panorámica maravillosa del valle del Alagón, la sierra de Gredos y la dehesa extremeña. Sin duda, uno de los puntos fuertes de este restaurante situado en una ubicación privilegiada.
Con respecto a la carta, mencionar que es amplia y con los productos de la tierra como protagonistas. Un remate delicioso para una jornada perfecta. Eso sí. Ten en cuanta que el comedor no es muy grande y en ciertas fechas se llena con facilidad, por tanto, mejor reserva aquí mismo tu mesa en el restaurante El Palancar.

Dónde dormir cerca del monasterio del Palancar
Si quieres complementar la visita alojándote en un hotel o en una casa rural en los alrededores de Pedroso de Acim, pincha en este enlace donde encontrarás varias ideas.
Esta es mi experiencia visitando el Monasterio de El Palancar y los alrededores, pero admito encantada nuevas sugerencias que seguro resultarán de utilidad otros viajeros. También me gustaría conocer tu opinión sobre estos lugares si ya los has visitado. No olvides que tus comentarios pueden resultar muy interesantes.

