
La Cuevona de Cuevas y las caras de Ribadesella (III)
¿Te imaginas que para llegar a tu casa tuvieses que atravesar obligatoriamente una cueva?
No es tan extraño. Para los vecinos de Cuevas, en Ribadesella (Asturias) eso es habitual. Para acceder a su pueblo tienen que cruzar una cueva natural por la que serpentea una curiosa carretera. No, no es un túnel. Repito. Es una cueva natural que vale, parece un túnel pero no lo es. La de aquí es obra exclusiva de la naturaleza. Tiene estalagmitas y formaciones calcáreas insólitas. Es la “cuevona” de Cuevas. Y me dicen que sólo hay otras dos cuevas/carreteras comparables a ella en el mundo, pero la verdad, no he logrado contrastar el dato al cien por cien.

Lo mejor de Cuevas no es la cueva de acceso. Lo mejor de Cuevas son las galletas de Marisol, más conocida como “Marisol la de Cueves”, me comenta ella misma mientras posa encantada para la cámara. Es una de esas personas que todo viajero quiere encontrarse siempre. Amable, hospitalaria. Y amiga de conversar.

“Pero oye, no me saques les zapatilles, mejor voy calzame para la foto” me dice a lo que contesto que haga lo que quiera. Que lo importante es que se sienta cómoda. Si quiere salir con zapataillas pues con zapatillas y si prefiere cambiarse, que se cambie.
Al final Marisol se queda con sus zapatillas y sonríe encantada mientras me confiesa que le gusta mucho el Facebook (¡alucino!) y que le hace mucha ilusión salir en un blog de viajes. Sí, no se le escapa una. Sabe todo lo que pasa en su pueblo y en Ribadesella. “¿Sabes que hoy presentan la nueva web de turismo?” Me informa.
Y tiene razón. Ribadesella tiene una web recién estrenada donde aquellos viajeros que busquen información encontrarán lo que necesitan: hoteles, restaurantes, accesos, tiendas, historias, fotografías… y curiosidades como la Cuevona de Cuevas del Agua que es el nombre oficial de este pueblo. Visita indispensable. O información sobre el mítico descenso del Sella, o sobre las carreras de caballos en la playa, o sobre las huellas de dinosaurios que hay repartidas por todo el municipio.

Pero en esa web oficial no se habla de Marisol, ni de Charo, ni de Rosa, ni de Emilio, ni de Bruno, ni de Víctor, ni de Manolo, ni de Natalia… ni de otras gentes que viven o pasan mucho tiempo en Ribadesella pero que seguro, aquel viajero que pase por allí se cruzará en algún momento. Yo, en mi viaje, me he encontrado con todas las personas que menciono y con otras muchas cuyos nombres ignoro pero que han sido claves para que mi estancia en Ribadesella fuese especial.
¿Para cuándo una web sobre paisanaje de Ribadesella?


One Comment
viajes a marrakech
gracias por compartir este interesante artículo, buenas fotos