Visita a Stonehenge, monumento mágico cerca de Londres

Dicen que hay en el mundo lugares mágicos donde recargar energía. Son muchos quienes piensan que Stonehenge es uno de ellos. Si necesitas cargar las pilas, te aconsejo esta visita, especialmente en el mes de junio cuando se celebra el solsticio de verano y este mítico monumento megalítico derrocha magia.  Una visita especial y misteriosa a poco más de una hora de Londres en coche. Merece la pena. 

Es uno de los monumentos megalíticos más famosos del mundo. Se hizo popular al ocupar la portada de una mítica revista de viajes muy vieja, pero que aún conservo. También estaba en mi libro infantil de cabecera, mi Biblia viajera la cual aún conservo y leo con mis hijas.

Como os he contado en otras ocasiones, soy una fetichista coleccionista de revistas de viajes, libros de geografía, mapas y objetos viajeros varios adquiridos en todo el mundo, y creo que en muchas ocasiones, una escapada comienza tras una buena lectura sobre el destino.

Desde que descubrí la existencia de Stonehenge en estas publicaciones, lo sitúe como uno de los viajes imprescindibles de mi vida, uno de esos lugares que hay que ver antes de morir.

Una vez hecho realidad ese deseo, me he propuesto contagiar a otros viajeros pues creo que realmente, esta visita merece la pena. Bien sea por tu cuenta.

Cómo llegar a Stonehenge en coche

Si viajas con coche, ten en cuenta que Stonehenge está en el condado de Wiltshire, al lado de Salisbury y a una hora larga en coche desde Londres.  Si no tienes coche, no lo dudes: haz una visita guiada a Stonehenge de ida y vuelta desde Londres (hora y media de viaje en autobús y dos horas en el monumento).

El caso es que decidas lo que decidas ¡por favor! Si viajas a Londres no dejes de contemplar esta estampa con tus propios ojos esta maravilla, creada entre 3000 y 1600 años adC.

¿Qué significa Stonehenge? Es una palabra que nace de la contracción entre stone (‘piedra’) y henge (‘colgante’). Y presume por ser el círculo de piedra prehistórico mejor conservado de los aproximadamente cien que hay repartidos por toda Gran Bretaña. Está documentado como la primera estructura monumental erigida en Europa.

La utilidad de Stonehenge

Lo que no está tan claro es su utilidad original. Hay muchas teorías y son muchos los estudiosos que afirman que pudo haber sido un calendario astronómico. Lo cierto es que los monolitos están perfectamente alineados coordinados con los movimientos del Sol y la Luna y pudo haberse utilizado por ejemplo, para predecir eclipses. También se ha barajado su función como centro de culto religioso donde se hacían sacrificios rituales. O quizá fue un templo…

Lo que nadie duda es que las milenarias piedras están alineadas con los ejes del solsticio de verano y del invierno como referencia. Ambas fechas eran muy importantes para los hombres prehistóricos, ya que marcaban el tiempo de la cosecha (en verano) o de la siembra (en invierno).

Confieso que al verlo en la realidad, me pareció un poco más pequeño de lo que me imaginaba. Quizá sea porque los monolitos están en el centro de una gran extensión de césped impecable que rodea las piedras, y protegidas. No puedes acercarte mucho a ellas, pero no importa, imponen desde cualquier ángulo.

Lo cierto es que es un lugar difícil de describir, pues son muchas las sensaciones que transmite. Se me puso la carne de gallina. No se si es cierto eso de la energía que emana de las piedras, pero la contemplación de esos monolitos milenarios dispuestos en circulo me maravilló. No sólo el poder de las piedras y todos los misterios que ocultan. Creo que fue el entorno donde se encuentran lo que mas me sedujo. Una llanura inmensa, de color verde intenso. Hasta el cielo era especial en este lugar.

Visita a stonehenge con niños

Todo está pensado además para el disfrute de la visita. Por ejemplo, la audioguía estaba disponible en español, lo cual es de agradecer y a la vez una excepción ya que en Inglaterra no abundan los folletos en nuestro idioma.

Si viajas con niños, te darán al entrar un cuadernillo  de entretenimiento con pasatiempos varios y preguntas curiosas, como por ejemplo: ¿qué herramientas se utilizaron para crear estos dólmenes? ¿Cuánto miden estas piedras? o mejor ¡dibuja un monolito!. Una forma divertida de entretenerse y aprender curiosidades con este escenario de fondo.

Es otra de esas cosas buenas que tienen los monumentos en Inglaterra. En todos los lugares turísticos piensan en los niños y es habitual la entrega de cuadernillos similares donde se relata la historia del monumento de una forma divertida.

También es habitual encontrar zonas con pinturas, libros y juguetes tematizados para que los más pequeños se diviertan durante las visitas. Hasta en algunas iglesias (anglicanas) hay un apartado para que los más pequeños se entretengan mientras los mayores recorren el templo, o rezan.

Es otra de las conclusiones que saco de este viaje. En Inglaterra los niños no molestan. En casi todos los restaurantes hay menús para niños y viajar con ellos es fácil. Y si la situación en algún momento se vuelve tensa y la energía se agota, siempre queda Stonehenge. Un buen lugar, insisto, donde cargar las pilas.