
Libros y lecturas para viajar desde el sofá
Forma parte de mi ritual. Antes de subirme a un avión rumbo a un destino me gusta empaparme de la literatura escrita sobre el lugar al que me dirijo. Los libros nos ayudan a entender mejor los destinos y son unos guías excelentes. Nos descubren otras caras de las ciudades que visitamos, nos presentan a sus gentes y nos hacen partícipes de una historia lo cual es una experiencia muy recomendable. También nos ayudan a viajar con la imaginación cuando tenemos que quedarnos en casa. Comparto una lista de diez lecturas que me han acompañado en mis escapadas (ojo, no son libros de viajes) que quizá os ayuden a matar el tiempo durante la lucha contra el coronavirus.

En parte creo que leer libros sobre los países que visito es un deber como periodista de viajes que soy. Me confieso buscadora empedernida de documentación que me permita entender mejor mis destinos y a escribir mis reportajes con otros enfoques.
Considero que llevar una buena novela bajo el brazo me ayuda a ver la ciudad, el país o el pueblo que visito con otros ojos. Me da pistas para percibir sensaciones distintas a las que plasman las tradicionales guías de viaje. Así, puedo presumir por tener una biblioteca viajera que crece día a día.
Homenaje a un maestro: Javier Reverte
Antes de centrarme en mi lista, quiero hacer un pequeño homenaje a uno de los autores con los que más he viajado por el mundo y que ha sido como un maestro para mi, el tristemente ya fallecido Javier Reverte.

Periodista, amante de las palabras y de las buenas historias que ha sido capaz de contar sus escapadas con maestría. Su lista de libros es muy larga y todos recomendables. No he tenido la oportunidad de leerlos todos, un reto en este año tan complicado en el que no nos quedará más remedio que viajar con la imaginación.
Justo su fallecimiento me ha pillado leyendo su última publicación, “Suite Italiana”, un libro que en realidad es casi casi una despedida en la que el autor cuenta como siente que la vida se le escapa, y emprende un “deambular” por varias ciudades italianas para “recuperar un aroma de la juventud perdida”. Adiós Javier, seguiremos viajando contigo pues tu espíritu no desaparecerá nunca.
Tras esta reseña paso a comentar otros libros con los que se puede viajar desde el sofá en estos tiempos de lluvia, noches largas y pandemia. Insisto. Los libros elegidos no son literatura de viajes. Personalmente, me inclino más por la novela, la literatura clásica, la histórica y la política…
Me explico mejor poniendo ejemplos. Comparto a continuación una lista de lecturas. Una relación de libros que me han acompañado en mis viajes y que tengo en mi biblioteca particular, pero ¡ojo! no son recomendaciones al uso. Son simplemente libros que me gustan, que han viajado en mi maleta, que me han servido para documentarme sobre algunos destinos y que he leído y releído, llenos de apuntes, subrayados y vividos.

1. Viaje a Rusia con Gogol y Ayn Rand
Hace un par de años estuve en San Petersburgo y disfruté muchísimo leyendo la “Perspectiva Nevski” de Nikolái Gógol, cuyo título se corresponde con el nombre de la calle principal de esta monumental capital rusa. Tras leer las historias que se relatan en esa novela, mi paseo por esa calle, que presume por tener más de cinco kilómetros de largo, fue completamente maravilloso. Podría decir que recorrí cinco mil metros de historias. Y mis ojos fueron buscando referencias distintas al resto de la gente. Las huellas de Gogol.
Desgarradora es también la dramática pero exquisita historia que narra Ayn Rand en “Los que vivimos“. Libro magistral, un obra maestra y un himno al individuo y a la libertad, con el que también dibujé otra cara de la Rusia soviética. Aunque es importante aclarar que es una novela con matiz político y muy crítica con el comunismo, pero sin duda un buen reflejo de una época aparentemente lejana pero que de alguna manera ayuda a entender la Rusia actual.

2. Viaje al bombardeo de Dresden
En un viaje a Dresden, Alemania mi libro de cabecera fue días fue “Matadero 5”. Es este un relato muy peculiar, pura ciencia ficción, en el que su autor, Kurt Vonnegut narra cómo sobrevivió al cruento bombardeo acontecido sobre esta ciudad alemana. Un suceso dramático, desgarrador que dejó cientos de miles de muertos que tuvo lugar al final de la II Guerra Mundial.
Dresden se destruyó casi por completo y aquella tragedia ha dejado una huella profunda en la capital alemana la cual ha conseguido renacer de sus cenizas. Es importante visitar Dresden con ese lamentable suceso en la cabeza.

3. Croacia y la huella de la guerra de los Balcanes
Antes de emprender un viaje a Croacia me compré “La trampa Balcánica” un libro de Francisco Veiga. Un compendio de 671 páginas dedicadas a explicar el complejo conflicto que asoló a los Balcanes y sus antecedentes.
Referencia clave para entender un poco mejor todo lo que ha ocurrido en un país donde aún se conservan las huellas de aquellos acontecimientos, no sólo en Dubrovnik. La huella de esta guerra tan reciente aún se percibe por todos los rincones. Debo añadir que conocí el libro gracias a la recomendación de una amiga croata que me dijo que era la mejor lectura que conocía para entender ese momento tan trágico de su historia.

4. El Dublín del Ulises y Leopoldo Bloom
Especialmente densa fue mi experiencia con el Ulises en Dublín. Aquí tengo que hacer una confesión. Reconozco que no fui capaz de acabar el libro más famoso de James Joyce. Y eso que lo intenté pero me superó. Lo leí en diagonal. Una pregunta ¿Has conseguido leerlo o soy la única que ha no lo ha conseguido?. Agradezco respuestas sinceras.
Lo que si hice fue visitar muchas zonas de la capital irlandesa siguiendo las huellas del judío irlandés Leopold Bloom, el peculiar protagonista de esta obra cumbre de la literatura mundial (pero para mi de lectura imposible), reseñadas en mil guías turísticas. Y es que esta novela es ya un ícono para miles de lectores que todos los años, el 16 de junio viajan a Dublín para vivir el ya mítico Bloomsday. Merece la pena ver como forofos del Ulises recorren los pasos del peculiar protagonista y reviven la novela. Un ejemplo de fusión entre literatura y turismo.

5. San Francisco con Jack Kerouac
Otro viajé mítico, de culto más bien. Recorrer San Francisco con “El Camino”, de Jack Kerouac bajo el brazo fue también una experiencia curiosa que me ayudó a entender la razón por la cual esta ciudad estadounidense fue la cuna de la Generación Beat a la que también pertenecieron Allen Ginsberg o William Burroughs
Incluso me compré la versión inglesa del libro en la mítica librería City Lihgts, donde nació este movimiento. Lo conservo como un trofeo, una joya de valor cultural y sentimental. Todo un ritual para muchos viajeros que llegan a esta ciudad de la costa oeste de EE.UU.

6. Oviedo, la querida Vetusta de Clarín
Al igual que Dublín o San Francisco, hay otras muchas ciudades y zonas del mundo que están definidas por la fuerza de alguna novela. Y también en España. Por ejemplo, Oviedo y “La Regenta“, de Leopoldo Alas Clarín, uña y carne.
Siempre que recorro las calles de “Vetusta” (que por cierto es mi ciudad natal) pienso en el atractivo sacerdote Don Fermín de Pas y en la seguro bellísina Ana Ozores. Y ¿quién no recuerda a Don Quijote en Sancho y en Miguel de Cervantes cuando ve los molinos de La Mancha?

7. Los Mooming para entender Finlandia
Por supuesto no siempre me decanto por la literatura densa. También siento debilidad por los libros infantiles, por ejemplo los escritos por la finlandesa Tove Jansson, con “la familia Mumin” (unos trolls muy simpáticos) como protagonistas. También los utilizo para inculcar la curiosidad por otros países y culturas a mis hijas.
Gracias a libros para niños ellos capté muy bien la esencia de Finlandia un país nórdico que por cierto, me fascina. Leer las divertidas historias de los Muming sobre todo me ayudó a entender la poética relación entre los habitantes de este país y la nieve.
8. Aventura en los escenarios de Harry Potter
Después de tragarme los libros de la serie Harry Poter (los cuales me encantan y recomiendo su lectura a niños y mayores) no me resistí a visitar la la estación de King Cross, en Londres, donde puede ver un carrito estampado en el lugar exacto donde se supone que está el andén 9 y 3/4, el que cogen los alumnos para ir al colegio de Hogwarts. Hice este viaje siguiendo las huellas del mago más famoso con mis hijas, las cuales disfrutaron mucho viendo los escenarios que se habían imaginado leyendo los libros y que habían visto en las películas.

Siguiendo los pasos de Potter también visitamos la abadía de Lacock, situada en el pueblo del mismo nombre, un tesoro que se conserva original desde su nacimiento, allá por el siglo XIII y escenario de Hogwarts.
Por supuesto, también estuve en The Elephant House, en Edimburgo. La cafetería (casi ya un templo) Joanne Katherine Rowling, la creadora del personaje redactó las primeras historias del mago más famoso de todos los tiempos.

9. Yorkshire, Cumbres Borrascosas y Drácula
Antes de emprender un viaje al condado inglés de Yorkshire, un buen amigo me regaló “Cumbres Borrascosas“, la única novela de Emily Brontë, nacida en este condado. Su pluma relata a la perfección la dureza de la vida en el mundo rural de la Inglaterra victoriana, donde el amor, el odio, la venganza y la muerte empañan el ambiente. También sus hermanas fueron grandes escritoras y su casa actualmente es sede de la fundación hermanas Brontë, ubicada en un pequeño y recóndito pueblecito llamado Haworth.
Curiosamente, en este mismo condado, en un pueblo costero llamado Whitby Whitby arranca la historia del vampiro más famoso del mundo: El malvado Conde Drácula el cual vivió mucho tiempo oculto en las ruinas de la Abadía de Santa María. Y hay otra localidad, Harrogate, muy ligada a la figura de Agatha Christie.
10. Cuarentena en Isla Mauricio
Lo mismo me ocurrió en Isla Mauricio, paraíso al que viajé en compañía de un libro que tenía ganas de leer hace tiempo. Se titula “La Cuarentena” y su autor es J.M.G Le Clezío, escritor franco-mauriciano ganador del Premio Nobel de Literatura en 2008. Justo antes de partir me regalaron el libro y su lectura me ayudó mucho a comprender la cultura y folklore de la isla. Y curiosamente su título recuerda un poco el aislamiento que estamos viviendo por culpa del coronavirus.

Narra la terrible historia de un grupo de personas que se quedan atrapadas en la isla por una epidemia de cólera… el desenlace es desgarrador. Muy recomendable de verdad. No dudo en asegurar que La cuarentena es una de las grandes obras de viajes y aventuras del siglo XX.

Los libros también me ayudan a hacer más llevaderas las largas esperas en aeropuertos y las horas interminables a a bordo de aviones. La literatura, además de ser una valiosa fuente de documentación para mi, me permite viajar con la imaginación y eso es también muy muy importante. Estos días de encierro para luchar contra la pandemia estas lecturas pueden ayudarte a viajar desde el sofá. Por favor, no dejes que la imaginación se quede en casa.
La lista de libros que me han inspirado y acompañado en todos esos años de viajes es my larga y aquí sólo puedo añadir una selección pues si los pusiese todos el post sería infinito.
¿Cuáles son tus títulos viajeros (o no viajeros) más recomendados? Deseando ampliar esta lista con tus aportaciones.


10 Comments
David Faro
Para un viaje por los Estados Unidos recomiendo vivamente la lectura de dos libros de viajes: Viajes con Charley de Steinbeck y La America de una planta de Ilf y Petrov, ambos maravillosamente escritos y con mucho sentido del humor.
Hoteles baratos
Excelentes aportes en el artículo. Mi experiencia es más tecnológica, ya casi no llevo libros de papel, soy adicta a mi libro electrónico, la pena es que no encuentro guías viajeras en formato digital, así que en él casi todo lo que leo es narrativa, con lo que sigo llevando guías en papel y la verdad es que en papel se disfruta más pues tienen fotos en color que no vería bien en mi ebook.
Viajes a Africa
Qué buena selección. Leer es otra manera de viajar, y viajar es otra manera de presenciar las vivencias dentro de esos libros, y si libro y destino están ligados por el cordón umbilical de la trama o el autor ¡Es doble el viaje!
mediodiablo
Totalmente de acuerdo. Leer una historia que sucedió en el lugar que visitamos, le añade una dimensión poética al viaje y lo hace más memorable y excitante!
Cuál sería la novela para visitar Madrid? Nunca la he visitado pero esta en el tope de mi lista de destinos, sobre todo después de deleitarme escuchando Yo Me Bajo En Atocha una y otra vez.
Raúl
También en San Petersburgo recorrí el llamado Barrio de Dostoievsky tras haber leido Crimen y Castigo. Tengo que reconocer que en Roma, Florencia y París he buscado algunos escenarios de las novelas de Dan Brown, saludos viajeros.
ramon
nani, fantástico tu bloc, he leido que no has ido al círculo polar asi como que te gustan los lugares mágicos; te recomiendo ir a cabo-norte, ubicado en el norte de noruega, pasando por suecia y finalndia, estoy seguro que alli cumpliras algunos de tus sueños en cuanto a lo del circulo polar. Es un sitio muy mágico, la puesta de sol única e incomparable, se ve la curvatura de planeta y realmente te sientes en la cima del mundo, una maravilla. Un pequeño inconveniente: el merchandasing al llegar al punto mas nórdico de europa, pero hay que saber apartar las cosas buenas de las malas…
pilar tejera
Pues si os ha gustado el tema de las viajeras del XIX, os animo a visitar esta web.
Nani Arenas
La web a la que se refiere Pilar, en el anterior comentario es: http://www.mujeresviajeras.com
maria
Hola Nani.
¿Puedes recomendarme más libros de viajes para regalar?
María Pilar
Yo os recomiendo a todos “Señoras sin fronteras” de Lumen sobre las mujeres viajeras dle siglo XIX. Tuve la suerte de que me encargaran el apéndice sobre las viajeras españolas (desde la monja Egeria en el siglo IV a Aurora Bertrana a comienzos del XX) y disfruté un montón aprendiendo sobre nuestras predecesoras.
De verdad ¡no os lo perdáis! Y os aseguro que no cobro royaltys…je, je