
Mandamientos del peregrino en el Camino de Santiago
¡Por fin, ha vuelto el Xacobeo! La Puerta Santa ya está abierta y los peregrinos se preparan para hacer el Camino de Santiago, uno de los productos turísticos más importantes en España. Y una de las experiencias viajeras más recomendables. La razón por la que la gente se anima a visitar al Apóstol en Santiago de Compostela varía. Unos llegan a pie por motivos religiosos, otros por retos deportivos y en bicicleta o a caballo. Algunos caminan cientos de kilómetros para ver abrazar al Santo y ver el botafumeiro. Otros hacen una ruta más corta. Algunos salen desde Roncesvalles y siguen el “Camino Francés” y otros atraviesan rutas europeas con la misma meta en común. Hay quién elige el Camino Portugués, el Camino Inglés, el del norte, el primitivo… muchas posibilidades pero un decálogo común. A continuación, los diez mandamientos del peregrino a Santiago.

Te has animado a hacer el Camino de Santiago a pie, aprovechando el Año Santo Xacobeo. Yo ya he hecho varios caminos en distintas ocasiones y recurro a mi experiencia como peregrina para trasladaros una serie de consejos, mandamientos. O también reflexiones que, creo, pueden resultar útiles tanto a los peregrinos que quieran llegar a Santiago de Compostela, siguiendo cualquiera de las rutas xacobeas que tejen este entramado de posibilidades que son los Caminos de Santiago.
He aquí el decálogo de todo peregrino, y doy fe de que he confirmado la veracidad de cada uno de sus puntos:

1. Seguirás las flechas sobre todas las cosas.
Es clave para poder guirse. Casi todos los caminos están bien señalizados y este año se ha hecho un esfuerzo especial en este sentido. Es cierto que aún quedan zonas donde la señalización puede mejorarse, pero es por decir algo, vaya. Creo que en general todos los caminos están bien marcados. Y si se siguen las flechas amarillas y se mira atento a las vieiras ubicadas en los cruces de caminos, perderse es tarea difícil, pero ¡ojo! es clave estar atentos.
2. No recorrerás kilómetros en vano.
Eso significa que lo mejor es desconfiar de los posibles atajos, o de los lugareños que te indican por donde va la ruta. Este consejo va unido al anterior. ¡No te separes de las flechas amarillas ni te desvíes para llegar antes si no quieres caminar más de la cuenta. En el camino no hay rutas alternativas y mejor seguir a los demás peregrinos y a las señales sin despistarse.

3. No descansarás ni en fiestas.
Madruga. Es muy importante. No dejes que se te peguen las sábanas duermas donde duermas, especialmente si te alojas en un hotel pues si te quedas a dormir en un albergue los demás peregrinos te despertarán con las primeras luces, como el más potente despertador, eso seguro. Cuanto antes arranques mejor. Cuesta pero al final de la etapa seguro que lo agradeces. Caminar solo y temprano es un placer. Así evitas la masificación inevitable en ciertas fechas y a medida que te acercas a la meta.
Si decides dormir en albergues de peregrinos es importante llegar pronto al siguiente pues en la mayoría no reservan plazas y se cierran en cuanto tienen el aforo completo, y más en tiempos de pandemia con las ocupaciones más limitadas. Así que madruga también para garantizar tu cama en el albergue seleccionado.
4. Llamarás a tu padre y a tu madre…
Aunque hay gente que aprovecha el Camino de Santiago para desconectar del mundo, hay también peregrinos que necesitan estar permanentemente conectados, el problema es que no siempre se encuentra cobertura, la cual en ciertas etapas y puntos escasea. El camino es muy rual y pasa por aldeas, pueblos, bosques, montes y rincones remotos a donde no llega bien ni el 3 el 4 ni el 5G.
Tampoco todos los albergues tienen WIFI. Por tanto, mi consejo es que te relajes, te olvides del móvil, disfrutes de la experiencia y que sigas adelante son mirar el teléfono cada cinco minutos. Si no puedes contar hoy tu experiencia ni compartir tu selfie en Instagram con el bordón no pasa nada. Hazlo mañana. O pasado. No dejes de disfrutar al camino por mirar la pantalla de un smartphone.

5. No pasarás de los demás peregrinos.
O lo que es lo mismo, ¡relaciónate! (manteniendo la distancia social, por supuesto). Es quizá lo que más me gusta del camino, la gente fantástica que uno conoce a su paso. En mi caso me he cruzado con gente de nacionalidades lejanas como ¡australianos, canadienses y ugandeses!. Y cada uno con su historia diferente. Las conversaciones en el camino son confidencias que alimentan el espíritu.
6. No llevarás calcetines impuros…
Es más bien un deseo difícil de cumplir, especialmente si eres de los que peregrinan cargados con una mochila que solo lleva lo básico, que es lo que hay que hacer. Sin repuesto de calcetines para cada día de camino.
Por tanto, si llevas esos calcetines impuros que como digo, es algo casi casi algo intrínseco al peregrino, al menos que no se entere nadie. Especialmente si duermes en un albergue donde los olores y los sonidos son propiedad a compartir.

7. No te quejarás.
No protestes. Ni cuando te toque una de esas etapas dura en las que el camino sube y sube y sube y sube… Ni cuando amanece un día de esos típicos de Galicia en los que no llueve, diluvia. Mejor resopla, respira hondo, disfruta del aroma a humedad, para cada poco para contemplar la belleza que te rodea. Y sonríe, sonríe sin parar. Y ¡camina y camina sin pestañear!. Quejarse gasta energías.
8. No dirás falsas distancias al hablar…
Ni preguntarás a los peregrinos y lugareños con los te que cruces ¿cuánto falta?. Mejor no quieras saberlo, u ni compartas esa información con nadie. Olvídate del reloj. Y no quieras saber si el albergue aún está leios. ¡Bendita ignorancia!

9. No tendrás pensamientos ni deseos de abandonar.
Otro mandamiento relacionado con la fortaleza, la cual puede flaquear especialmente si eres de los que has optado por el camino largo. Habrá momentos de debilidad, sin duda, pero cuando asomen no cedas. Si flaqueas, ten en cuenta que dejar el camino a medias es síntoma de debilidad.
10. No codiciarás las ampollas ajenas.
Ampolas las tendrás pero siempre compartirás el sagrado compeed (obligatorio en la maleta con una aguja y un mechero para desinfectarla cuando tengas que clavarla en una ampolla) con todo peregrino necesitado.
Estos diez mandamientos se resumen en dos: Caminarás sobre todas las cosas, llueve, nieve, haga viento o queme el sol. Y cuidarás la mochila del prójimo como la tuya misma. ¿Algo que añadir? Deseando conocer tu experiencia caminando hacia Santiago.


3 Comments
Liliana
Hermosas las fotos! yo ya tengo ganas de salir corriendo
Monica Reyes
Hacer un viaje, poder caminar por un lugar que nunca habías pisado y estar con una persona especial pppfff no saben que belleza 🙂
Jordi (milviatges)
Pues la verdad es que no he hecho ni un solo tramo del camino, aunque he visitado varios lugares, como Leon, Astorga, algunos de la Rioja o Santiago.
Quizá algun año recorra una parte,…a saber…
Un saludo!