Los viajes y la política: en busca del gris en Israel, Cuba y EE UU
Viajar ayuda a borrar tópicos. Al ver al ver el día a día y la vida cotidiana de muchos países, a veces, la imagen del destino cambia. A mi viajar y ver las caras de las gentes, las actitudes de ciertas personas con las que he coincidido, escuchar otras opiniones… me ha servido para encontrar otro enfoque. A veces la imagen del destino antes idealizado ha caído en picado y en otras, ese destino aparentemente odiado ha subido mucho en el ranking.
Viajar ME HA AYUDADO A VER EL GRIS donde antes solo veía el blanco o el negro.
Y este es mi consejo.
Si NO TE GUSTA EE UU ni su imagen imperialista , no lo dudes, viaja cuanto antes a cualquier gran ciudad de ese país, a lo mejor cambias de opinión.
Si TE GUSTA EE UU y su imagen viaja a cualquier punto de ese país. A lo mejor tus ideas se matizan.

Si ESTÁS EN CONTRA del régimen cubano, viaja cuando puedas a la isla. Puede que tus ideas se suavicen.
Si ESTÁS A FAVOR de la Revolución cubana vuela cuanto antes a La Habana y recorre el país. Probablemente volverás con otra imagen de la isla.

Si ESTÁS EN CONTRA de la política de Israel viaja cuando puedas a Jerusalén, o a Tel Aviv… Seguro que te sorprendes.
Si ESTÁS A FAVOR de la política israelí, vete, si puedes, a Israel. Quizás descubras otro punto de vista.
Si NO TE GUSTAN los países árabes, vete sin dudarlo a Marruecos, o a Egipto, o a Jordania… seguro que descubres su encanto.
Si TE GUSTAN los países árabes viaja sin dudarlo a Marruecos, Egipto, a Jordania… probablemente captarás otros aspectos desconocidos.

También pude ocurrir lo contrario. Puede que el viaje en vez de cambiar la imagen que tienes del destino te ayude a radicalizarla.
Entonces volverás siendo más pro-americano y pondrías una bandera de EE.UU en el salón de tu casa.
O mas pro-cubano, y pondrás una bandera del régimen en en salón de tu casa.
O más anti israelí, y pondrás una bandera de Palestina en el salón de tu casa.
Pero creo que ese no debe ser el objetivo de un viaje. Y creo firmemente que SI VIAJÁSEMOS MÁS seríamos MUCHO menos radicales en muchas de nuestras opiniones. Más tolerantes. Sabríamos matizar mejor.
Y si no ocurre eso. Y si en el viaje, como dije antes, el gris no asoma y la experiencia vivida ayuda confirmar la imagen previa del destino, también me parece bien. Creo que para opinar con seguridad es fundamental conocer bien el lugar del que se habla. O el lugar que se critica. Opinar con conocimiento de causa y basándose en experiencias vividas es mucho más aceptable. Así sí.
6 Comments
Lillian R
Viajar es bueno, no lo voy a negar, nos da conocimiento de las cosas, aunque voy a poner el punto discordante. En ocasiones no tenemos que viajar para saber dónde está la estupidez, la ignorancia, la maldad, el abuso, el despotismo, el terrorismo y todos los demás ismos. No puedo hablar muy mal de los israelíes, salvo cuando le tiran fósforo ardiendo a las casas palestinas, pero no necesito viajar para saber que los palestinos agreden y les tiran cohetes a la población civil israelita. Puedo hablar muy mal del régimen de Corea del Norte pueden ver un artículo mío en Thecubanhouses.com , una especie de régimen feudal absolutamente despótico que no quieren saber lo que es la democracia porque a sus líderes no le conviene. Algo muy parecido a lo que ocurre en mi país: Cuba, donde un conjunto de déspotas secuestro a una revolución y luego a base de terror acabaron con los derechos cívicos, aquellos que irónicamente estaban defendiendo cuando comenzaron la lucha. Aquello de: Napoleón que lucha contra los nobles y burgueses y luego se convierte en Emperador. Irónico, muy irónico.
De los norteamericanos no puedo hablar muy mal porque miles de cubanos arriesgan la vida para cruzar hacia allí y no viran. No puedo hablar muy mal salvo: cuando tiran bombas atómicas e incineran a miles de japoneses, apoyan dictaduras sangrientas en América Latina, hacen guerras por petróleo diciendo que van a encontrar armas de destrucción masivas y estas armas no aparecen y apoyan a terroristas para derrocar regímenes como el de Siria y luego estos terroristas se convierten en una amenaza mundial.
Pues bien Sr. NaniArenas, sí, me gusta el blanco y negro, yo veo el mundo en blanco y negro, me gustaría viajar todo el mundo, pero lo seguiría viendo en blanco y negro: La democracia, la justicia, la dignidad humana, la ética, la dignidad, en fin la humanidad, NO ES GRIS, ES EN BLANCO Y NEGRO.
Lillian R
Nacho Parra
Se puede decir más alto pero no más claro. Y a mucha gente le vendría muy bien hacerte un poquito de caso.
Mínia
Cuanta falta nos hace ese gris especialmente en estos días q vivimos.
María
Yo también creo que tienes razón, ningún pais es tan malo ni tan bueno como nos lo pintan , ya que los paises lo forman las personas y esos maravillosos paisajes y como en todos sitios te encuentras de todo
Luis Veiga
Cuanta razón tienes Nani, a veces, ni siquiera hace falta ir tan lejos para ver el gris, a veces con hablar con ese vecino que casi nunca cruzas ni una palabra en el ascensor, ya es suficiente para ver el gris.
Un saludo.