
Dónde dormir en Gredos: primer parador de la cadena y el mejor chuletón de Ávila
Paradores es una red ya antigua. Una de las empresas pioneras en fomentar el turismo en España, especialmente en aquellas zonas recónditas pero a la vez atractivas donde probablemente ningún otro establecimiento se atrevería a instalarse. Esa podría ser una de sus leyes principales: dinamizar el turismo en las zonas menos explotadas y a la vez apostar por la necesaria conservación y recuperación del patrimonio histórico español. Su primer parador, el de Gredos, abrió sus puertas un 9 de octubre de 1928 y ya ha cumplido 90 años.

Por eso es habitual encontrarnos paradores alojados en castillos, conventos, monasterios (como el de Santo Estevo en Ourense) … un lujo, sin duda.
Hasta el hotel más antiguo del mundo pertenece a esta red: el Hostal de los Reyes Católicos en Santiago de Compostela. Aunque también encontramos ejemplos de vanguardia como el de Alcalá de Henares. Y eso que me faltan muchos paradores por conocer, aunque prometo seguir investigando pues me gusta dormir en estos hoteles, y contándolo.

El primer parador de la cadena: Gredos
Este podría ser un pequeño resumen de la razón de ser de paradores. Y el ejemplo lo encontramos en el que presume por ser el primer establecimiento de la cadena, el parador de Gredos, en Ávila.
Un hotel ya emblemático que abrió sus puertas un 9 de octubre 1928 (y que este año, 2018, celebra su 90 cumpleaños) por decisión del entonces monarca reinante Alfonso XIII, gran aficionado a la caza y amigo de escaparse hasta Gredos (a 170 kilómetros de Madrid) para disfrutar a la vez que para descansar.
Han pasado los años y la función del parador sigue siendo la misma. Entre sus clientes hay todavía algunos cazadores pero sobre todo, viajeros que se escapan hasta el corazón de este Parque Regional con la idea de disfrutar de una naturaleza agreste y de las posibilidades que ofrece a los amantes del turismo activo, especialmente en verano y primavera: rutas señalizadas de senderismo y ciclistas, avistamiento de aves, turismo ecuestre, escalada, tiro con arco. Si viajas con niños, no dejes de probar las tirolinas del cercano parque de multiaventura.

Setas, senderismo y relax
Y hay opciones para todas las estaciones. En otoño ¡recogida de setas! En invierno, ¡nieve! Sí, cuando bajan las temperaturas son muchos los visitantes que se acercan hasta aquí para disfrutar de la contemplación de las laderas blancas y como no, para hacer actividades típicas del frío como paseos en raquetas, ¡escalada en hielo!…

Y después de tanta actividad, sea la época que sea, nada como retirarse a descansar al parador, situado en la cara norte de la sierra. Y sentarse a leer tranquilo en cualquiera de sus salones decorados como si de una casa de caza se tratase, con trofeos varios en paredes. Con la madera, noble recia y cálida siempre como protagonista.

O dormir la siesta esas habitaciones típicas castellanas, con camas con dosel. Mi consejo es cargar la maleta con montón de libros para disfrutar del placer de la lectura en la terraza del Parador mientras se escucha el canto de los pájaros como único sonido de fondo. O el aleteo de los árboles si coincide que llegan un día de esos donde Eolo hace gala de su fuerza. Pero olvídense de escuchar el motor de un coche, o el olor del asfalto. Eso no existe en Gredos.

Desde Alfonso XIII hasta Fraga
Las paredes están repletas de retratos que recuerdan a los clientes que se encuentran en un establecimiento histórico por donde han pasado desde su fundador, el rey Alfonso XIII hasta famosos, políticos destacados… entre ellos los mismísimos padres de la Constitución española actual (Gregorio Peces Barba, Miguel Roca, Manuel Fraga…).
Pocos saben que el borrador de nuestra Carta Magna o Constitución se firmó justo en una de estas estancias, concretamente en el llamado “Salón del Silencio”. Sorprende ver como parte del mobiliario es el original de la época.
Sin duda, este es uno de esos lugares donde si los gruesos muros de piedras que dan forma al edificio hablaran, contarían parte de la historia de España del último siglo.

Eso sí. El espíritu de antaño flota en el ambiente pero las últimas reformas han dotado al parador de las comodidades del siglo XXI. Naturaleza, historia, tranquilidad y modernidad.
Los mejores chuletones de Ávila
Buena mezcla a la que hay que sumar una cuidada gastronomía. Pues la buena mesa es otra de las razones por las que los viajeros llegan hasta este perdido mirador castellano. Creo que en este caso una imagen es mejor que mil adjetivos. Basta contemplar este chuletón de Ávila para saber que su degustación bien merece un desplazamiento.

¿Conoces Gredos? ¿Te has alojado alguna vez en este parador? ¿Algo que añadir? Por cierto. ¡Feliz 90 cumpleaños!


2 Comments
piensos.revelife.com
Adoro la manera en que escribes, de verdad