
Imprescindibles qué ver en León: catedral San Isidoro, San Marcos y el barrio Húmedo
Nos vamos a León, ciudad muy especial donde hay mucho que ver qué hacer. Su gran joya es su imponente catedral cuya contemplación ya justifica una visita. También son impactantes los frescos románicos de San Isidoro. Además, tomar un vino y una tapa en el barrio Húmedo es un pequeño placer que en León se convierte en una fantástica experiencia gastronómica. ¿Me acompañáis?
Si hay un emblema de León que brilla esta es su superlativa catedral. Obra maestra de gótico. Uno de los grandes tesoros del patrimonio español. Un diamante cuya valor se multiplica ante las famosas vidrieras, ¡más de cien ventanales y tres rosetones! que crean un juego de luces de colores único en el mundo ¡Qué bello espectáculo! Su simple contemplación ya compensa la visita a esta ciudad, venga uno donde venga.

Las vidrieras de la catedral de León
Aparte de la sinfonía de colores de las vidrieras, merece la pena entender un poco cuál fue su razón de ser. Estos cristales de colores son en realidad un libro lleno de historias, leyendas y anécdotas que siglos después siguen conquistando a todo aquel dispuesto a entender ese lenguaje.

Fíjate por ejemplo que las vidrieras de la izquierda son más frías y representan personajes del Antiguo Testamento: Adán y Eva, el diluvio y el arca de Noé, Moisés o Sansón…
Sin embargo, a medida que nos movemos hacia la derecha, los colores se vuelven más cálidos y el protagonismo a los personajes del Nuevo Testamento: mártires, apóstoles, Virgen… y hasta personajes misteriosos como alquimistas, magos…
Cabe destacar la colosal obra realizada para proteger las vidrieras incorporando cristales protectores los cuales no sólo las aíslan de las inclemencias del tiempo y de posibles roturas. También ayudan a mantenerlas limpias, tanto que desde que se acometió esta gran obra brillan más que nunca.
Otro apunte interesante. Al contrario de lo que se cree, las vidrieras se ven mejor los días nublados pues el reflejo del sol ciega el color de los cristales.
VISITA GUIADA A LA CATEDRAL DE LEÓN
Si quieres conocer más curiosidades sobe la catedral, su arte y su historia te aconsejo que hagas una visita guiada con un experto. Merece la pena.

También puedes leerlas de arriba abajo. Cerca del suelo, vemos ante todo plantas y animales, pero a medida que subimos hacia el cielo, aparecen ya figuras humanas, y en la parte más alta, reyes, obispos… Cada uno en su sitio, como mandan las jerarquías.

Las vidrieras son impresionantes pero el templo que las acoge no es para menos. De origen románico, la catedral original se levantó sobre un palacio allá por el siglo X. Sobre esta se construyó un segundo templo, por deseo de doña Urraca, que se consagró en 1073. Y fue el último rey de León, Alfonso IX, quien ordenó la construcción de un tercer templo, cuyas obras comenzaron en 1205 y finalizaron ¡a finales del siglo XV!
La leyenda del topo de la catedral de León
¿Mucho tiempo? Si, la obra fue larga y cuenta la leyenda que la culpa de tal demora la tuvo un topo travieso que se dedicaba a destruir por la noche el trabajo avanzado durante el día. Los canteros la catedral, muy enfadados por las travesuras de aquel “ser maligno” lograron atraparlo una noche y se dice que los restos del travieso animal aún se pueden contemplar en la puerta de San Juan.
En realidad, la historia es una metáfora que ilustra la debilidad de un templo con grandes problemas arquitectónicos estructurales, y que incluso estuvo a punto de derrumbarse en el siglo XIX.

Esta es una de las muchas leyendas que acoge la gótica catedral. Merece la pena hacer una visita guiada en la que se muestran más curiosidades de un templo cargado de magia. Entre ellas, la representación del terrible infierno en el portón principal.
¡BUENA IDEA!
León es una ciudad llena de misterios. En este post cuento algunos pero hay muchos más. Si te interesa este aspecto de la ciudad no dejes de hacer una visita guiada con el León más enigmático como protagonista.
El Santo Grial de San Isidoro
Seguimos el paseo en busca de los tesoros de León y hay otro lugar digno de ocupar los primeros puestos de la lista de imprescindibles. Imposible visitar esta capital castellana sin entrar a La Real Colegiata de San Isidoro, famosa, entre otras cosas por sus frescos románicos en excelente estado de conservación.
Sirva como referencia que la llaman la “capilla Sixtina del románico”. Y el pantocrátor, la pintura principal del conjunto, presume por ser uno de los ejemplos de este arte más sobresalientes de Europa. (está prohibido fotografiarlos).
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VISITA GUÍADA A SAN ISODORO
Recorrer en interior de San Isidoro con un guía experto es casi una obligación. Este templo esconde tantas riquezas, curiosidades y tesoros que cuando los descubres ¡alucinas1. Muy muy recomendable.

También cabe destacar que en este lugar se esconde una de las curiosidades que al menos a mi más me llamó la atención durante mi visita. En una urna se muestra a los visitantes el cáliz de doña Urraca. Una pieza enigmática que en los últimos años ha adquirido mucha importancia pues son ya muchos los historiadores que aseguran que en realidad es el Santo Grial ornamentado por orden aquella reina.

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DUERME EN LA COLEGIATA DE SAN ISIDORO
La Real Colegiata de San Isidoro acoge también un hotel lleno de historia y muy bien valorado por sus huéspedes. Sin duda uno de los alojamientos recomendados si piensas dormir en León. Todas las paredes son de piedra y las habitaciones tienen vistas a la muralla romana o al claustro.

Dormir en San Marcos, un parador de lujo
Hay en León otra maravilla arquitectónica que rebosa misterio. El viejo Hostal San Marcos, antes hospicio, convento y ¡hasta cárcel! Hoy reconvertido en un hotel de lujo que presume por ser uno de los buques insignia de la cadena paradores. Y más aún desde su reforma integral. Tras años de cierre por obras, San Marcos ha reabierto completamente restaurado y adaptado a la necesidades del cliente actual pero coservando toda su esencia legendaria. Una maravilla.
Si no puedes alojarte en esta maravilla no importa. Acércate al menos a verlo, a pasear por sus rincones más bonitos y disfruta de un monumento único. Por lo pronto, fíjate en su fachada de filigrana de piedra, una reliquia del siglo XII reconstruido en el XVIII.

Una vez dentro, detente en su claustro de arcos góticos. Y dedica también unos minutos a contemplar los artesonados de madera de la sala capitular, una joya que no deja a nadie indiferente.
Vamos ahora con una anécdota curiosa. Muchos personajes históricos han pasado por este lugar pero hubo uno que dejó una huella especial: Quevedo. Cuatro años pasó aquí encerrado el autor de El Buscón, nombre que da nombre a la suite que le rinde homenaje. La famosa habitación 363, donde uno puede dormir arropado por la historia.

Nunca he dormido en este parador pues las veces que fui a León estaba aún de obras. Pero tengo previsto volver para pasar un fin de semana en este parador, e intentaré que sea en esa habitación. Prometo contar qué se siente.

El secreto del MUSAC
Cerca del Parador hay otra visita obligada aunque muy distinta. Los aficionados el arte moderno tienen que acercarse al MUSAC, siglas que nombran al Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León. Su colección permanente acoge más de 1.600 obras de 335 artistas castellano y leoneses, nacionales e internacionales. Pero tiene muchas exposiciones temporales que cambian continuamente. Por tanto, merece la pena echarle un ojo a la agenda del museo para ver qué exhibición acoge en las fechas de la visita.

Y otra curiosidad. ¿Sabías que su colorista y alegre fachada, ganadora de algunos de los más importantes premios de arquitectura y diseño, es en realidad una “reinterpretación” de las vidrieras de la catedral?.
Paseo por el centro de León
Quizá la catedral, San Isidoro y San Marcos sean las dos referencias monumentales más famosas de León pero ¡hay mucho más!. Esta ciudad sorprende a cada paso.
Por ejemplo, la casa Botines es otra de esas estampas que uno se lleva en la retina cuando pasea por las calles del centro. Edificio, finalizado en 1894, nacido de la mente del arquitecto catalán Antonio Gaudí, donde la esencia medieval combina con las líneas del del modernismo. El resultado, un edificio digno de la vanguardia del momento, declarado Monumento Histórico en 1969.

El Palacio de Gaudí y sus vecinos, el renacentista Palacio de los Guzmanes y el Ayuntamiento dan la bienvenida a la calle de la Rúa, la entrada natural al barrio Húmedo, un paraíso para los amantes de las buenas tapas.
En los alrededores de León hay muchos rincones interesantes. Desde las cuevas del Valporquero a los pueblos maragatos o ciudades muy recomendables como Astorga. Echale un ojo a todas las opciones y exprime tu viaje a León a tope.

Y curiosamente, ubicado en la vieja judería. Sí, León tiene un pasado judío importante y la ciudad pertenece a la ruta Sefarad. Hay señales repartidas por toda la ciudad que ubican al visitante.

Seguimos el paseo por calles como la del Cid, la plaza de Torres de Omaña, la de San Martín y la plaza del Grano, para muchos la más bonita de León.

De vinos por el barrio Húmedo
Buen lugar este donde sentarse a tomar una caña con tapa, una de las costumbres más típicas de León. O ir de vinos por el barrio Húmedo es una experiencia gastronómica muy muy recomendable. ¡Marchando una de cecina, de morcilla, de picadillo, de mollejas, tortilla, patatas bravas, alioli, huevos con chorizo o picadillo, croquetas!… Cada bar tiene su propia tapa y la costumbre es que la sirvan gratuitamente con cada consumición.
Y más este año, pues la ciudad ha sido seleccionada como “Capital de la Gastronomía Española 2018“. No se me ocurre mejor excusa para una escapada para disfrutar del buen comer y del buen producto de esta zona.

… y así calle tras calle, saltando de bar en bar, de tapa en tapa y de vino en vino, se llega a la también monumental Plaza Mayor de León. Otro de esos rincones encantadores, también rebosante de bares y terrazas, donde sentarse a disfrutar del ambiente, de la gente y del buen comer.

El caso es que hay en León mucho que ver y lo mejor, la ciudad se presta al disfrute. Con un centro peatonal y perfecto para el paseo (no dejes de ir de compras por la Calle Ancha). Gélida en invierno (caen unas pelonas que te dejan tieso” como dicen por allá) y ardiente en verano. Habitada por no más de 130.000 habitantes, dato que nos permite hacernos una idea de las humanas dimensiones de una urbe en la que recomiendo pasar al menos un fin de semana para poder ver todo lo que ofrece y disfrutar de todos sus sabores con calma.
¿Algún consejo que debamos tener en cuenta para la próxima visita a León? ¿Has estado en León o eres de allí? ¿Conoces bien sus secretos, sus rincones? ¡Compártelo con nosotros! Las experiencias de otros viajeros nos enriquecen y ayudan a descubrir otro punto de vista sobre los destinos que visitamos. Así pues, si tienes algo que compartir ¡cuéntanoslo en un comentario!


One Comment
Camila
Como se llama la primera vidriera que sale¿?