
Ruta entre volcanes y pueblos bonitos en La Garrotxa
La Garrotxa, en el interior de la provincia de Girona, es una zona volcánica y rural llena de cráteres enigmáticos. Hasta Olot, la capital, es una ciudad nacida alrededor de cráter dormido. Si recorres la comarca sorprende descubrir rutas de senderismo sobre caminos de ceniza de aspecto lunar, pueblos construidos sobre paredes basálticas. Y hasta una gastronomía basada en productos que crecen sobre estos mares de lava. En otoño todo ese paisaje se vuelve más hermoso todavía.

Pocos viajeros que pasan por la provincia de Girona saben que en su interior, en la comarca de La Garrotxa (o Garrocha) se encuentra el paraje volcánico más importante de la península Ibérica.
Al recorrerlo uno tiene la sensación, a veces, de estar en las Islas Canarias. Esos paisajes de marrones, negros, amarillos y ocres tan característicos de islas como Lanzarote o Tenerife se repiten en este rincón .
🌋 Un parque natural volcánico único
Su riqueza geológica y natural es tal que gran parte de La Garrotxa está protegida como Parque Natural. En el espacio que se ubica entre Olot y Santa Pau se esconden ¡más de cuarenta volcanes dormidos!.
Dicen los expertos que la última erupción fue hace aproximadamente ¡11.000 años!. La tierra ya no quema. Donde antaño corrían ríos de lava ahora hay rutas varias adaptadas para para senderistas amigos de caminar sobre arena y ceniza. Las opciones son muchas pero si tengo que elegir me quedo con los siguientes rincones imprescindibles en un viaje por esta zona.
💡 EXCURSIÓN A LA GARROTXA DESDE LA COSTA BRAVA Si estás alojado en la costa y quieres aprovechar tu estancia para conocer el interior de la provincia de Girona puedes contratar una excursión a y por la Garrotxa. Hay múltiples opciones y rutas según tus intereses, disponibilidad y punto de partida. Todas ellas con lo mejor de la comarca como protagonista. Todas son visitas garantizadas y que cumpen con todas las medidas sanitarias. Consultas y reservas en este enlace. Si te apetece bloquea tu plaza cuanto antes, los aforos se han reducido por el Covid-19 y es necesario ser previsores.
1. Ruta por el cráter del “joven” Croscat
El cono del Croscat es uno de mis paisajes favoritos y dicen los entendidos es el volcán más “joven” de la península. Parte de su encanto radica en que antaño, en una de las laderas de este volcán de tipo estromboliano hubo una polémica cantera y a la vez un vertedero que excavó en la montaña como si esta fuese un trozo de queso. Esa herida con el paso del tiempo se ha convertido en una lección de geología.
El corte en la montaña nos permite contemplar perfectamente las distintas fases eruptivas y los distintos niveles de lava, cuyos colores cambian según la antigüedad. Un arcoíris de marrones, negros salpicados de verdes plantas que ya se atreven a dejarse ver entre la marea de lava. Espectáculo de gran belleza que sorprende descubrir.

Hay muchas formas de visitar el Croscat, punto de partida de caminos que harán las delicias de los paseantes. Quienes prefieran simplemente ver el cono y no moverse mucho, están de suerte.
A pocos metros de las oficinas del parque hay un balcón donde se puede contemplar el paisaje sin cansarse. Si quieres caminar un poco más, sigue la ruta 15 que nace en el aparcamiento y es una de las más recomendadas. Te va a encantar.
❗ INFORMACIÓN IMPORTANTE
Antes de organizar tu visita al Croscat debes saber que los grupos necesitan reserva previa, la cual puedes gestionar llamando al 972 195 094.
También se puede acceder con un guía oficial acreditado para trabajar en el parque, que se puede solicitar en el 972 26 81 12.
2. 🌳 El bellísimo hayedo de Jordá
También especial es el hayedo de Jordá. Un tupido bosque de hayas (aunque hay también algún roble y castaños dispersos) nacidas sobre la colada de lava del mencionado Croscat.
Es curioso comprobar cómo al caminar uno siente que está avanzando sobre una extraña cama elástica. Esto se debe a que el suelo en algunas zonas es hueco, efecto debido a las burbujas de aire que la lava dejo en su día en el camino.
El revoltijo de raíces, hojas secas y rocas forman un paraje digno de un cuento de hadas cuya magia se multiplica en primavera y en otoño, fechas en las que también hay un grave problema de saturación, por lo que en esas fechas, recomiendo evitar las visitas los fines de semana o festivos. Si puedes disfrutar de este espacio sin mucha gente alrededor mejor que mejor.
BAÑOS DE BOSQUE EN EL HAYEDO DE JORDÁ Los baños de bosque están de moda y este es uno de los rincones más hermosos donde disfrutar de esta experiencia en la provincia de Girona. Entrar en contacto con la naturaleza ayuda a recargar energía y es una terapia especialmente recomendable en estos tiempos de pandemia donde los espacios abiertos y las actividades al aire libre son las más demandadas. ¡Ojo!, los médicos orientales ya incluyen los "baños de bosque" en sus terapias anti- estrés y curativas. Por probar..

Mientras se pasea bajo la sombra de estos árboles retorcidos y centenarios el visitante siente que se encuentra en uno de esos lugares que parece que sólo existen en la imaginación. Con razón el poeta modernista Joan Maragall le dedicó a este bello lugar estos versos. “Un lugar bello y profundo como nunca hayas encontrado en este mundo”.
Tras recorrer el hayedo coincido con el escritor. El paisaje te atrapa. Hago acopio de las palabras. Quién entra en este bosque “está perdido”. Al sumergirse en esta selva uno siente un “dulce olvido de todo el mundo” y se queda hechizado por el “silencio de aquel lugar profundo”. El visitante se vuelve “prisionero del silencio y el verdor del hayedo”.

3. ⛪ La ermita del cráter Santa Margarida
Sensaciones similares asoman al visitar Santa Margarida o Margarita, otro de los lugares obligados en la agenda de los amantes de los volcanes. Su cráter, situado a unos 700 metros de altitud parece en realidad una extensa pradera de más de 300 metros.
Pero lo que más sorprende es que en el interior del cono hay una ermita románica dedicada a Santa Margarida, de ahí el nombre del lugar. Para llegar a la iglesia primero hay que subir a la cima del volcán y luego hay que descender al fondo del cráter a pie, una ruta circular larga (unos 11 kilómetros que se recorren en aproximadamente 4 horas) pero con poca dificultad a pesar del desnivel. Merece la pena. El espectáculo con las laderas del agujero a modo de pared recubiertas de vegetación es, sin duda, singular.

4. Santa Pau, tesoro medieval
Pertenece Santa Margarita al municipio de Santa Pau. Un pueblecito medieval que recomiendo visitar si decides seguir explorando La Garrotxa. Y buen lugar donde hacer parada y fonda.
HOTEL MILENARIO Y CON ENCANTO EN SANTA PAU Si buscas un establecimiento rural con historia te recomiendo el hotel Cal Sastre en Santa Pau, formado por dos casas originarias del siglo XV pero adaptadas a las necesidades del viajero del siglo XXI. Desde aquí todo queda cerca y la sensación de paz y tranquilidad está asegurada.
Pasear por las empedradas callejuelas de Santa Pau supone trasladarte a un pasado ya lejano. Tiene que ser a pie pues es un conjunto peatonal de suelo adoquinado. ¡Nada de tacones!

Pero no te preocupes, Santa Pau es muy pequeño. Pero tiene de todo. Plaza Mayor, plaza porticada (la del Firal del Bous, en alusión al recinto donde antaño se celebraba la feria de bueyes y ganado). Un curioso castillo de planta cuadrada. O iglesias como la de Santa María (gótica) o la de San Vicente (románica)…

Todo perfectamente conservado, con esos aires góticos característicos de los siglos XIV y XV en los que tenemos que buscar el origen del pueblo.

5. 🍽️ La cocina volcánica
Cabe destacar otro tesoro de Santa Pau, aunque este es para saborear. En los alrededores se cultiva el fesol, pequeñas alubias con Denominación de Origen que crecen en estas tierras sulfuradas. Las grandes protagonistas de la llamada “cocina volcánica” a la que también se pueden sumar otros ingredientes típicos en las cartas de la zona como las patatas, las castañas en temporada o el maíz.

Hay otro producto que también merece una reseña. Los lácteos de La Fageda. Una granja de vacas y un proyecto empresarial con doble matiz. Por un lado elaborar productos artesanales de gran calidad (yogures, helados, mermeladas..) y por otro integrar a personas de colectivos vulnerables para promover su integración social en un entorno de cooperación y armonía.
6. 🔝La bella estampa Castellfollit de la Roca
Seguimos la ruta y saltamos del monumental Santa Pau a Olot, la capital de la comarca no sin antes hacer una parada ante Castellfollit de la Roca, cuya estampa nos va a sorprender seguro. Es difícil no sentirse maravillado ante este conjunto de casas encumbradas sobre una colada de basalto elevada sobre el río Fluviá a unos 50 metros de altitud y agrupadas en una hilera de más de un kilómetro de largo.
Hay quien asegura que es el pueblo más bonito de la Garrotxa. Te animo a que confirmes esta información. ¿Confirmas o desmientes?

7. Olot, cráteres y modernismo
Y así llegamos a Olot, donde la esencia volcánica convive con un aire industrial y una arquitectura modernista digna de reseña, fruto de la riqueza de grandes empresarios locales en los buenos tiempos del auge del textil y la curtiduría. Y es que Olot tiene fama de ser una de las localidades más laboriosas de Cataluña, capaz de reinventarse continuamente, pues a lo largo de su historia ha sufrido terremotos, invasiones…

Pero lo que más sorprende al visitante es saber que esta localidad nació alrededor del volcán de Montsacopa, por cuyo cono, situado en pleno centro de Olot, se puede subir a pie por una ruta asfaltada y cómoda. Las vistas desde lo alto del cráter nos ayudan a hacernos una idea del paisaje de La Garrotxa.

Ante los ojos, valles de verde intenso y montes suaves que han inspirado a artistas, a literatos, a músicos… y a reposteros. Justo en las entrañas de uno de los tesoros modernistas ha surgido una iniciativa dulce y muy recomendable.
¿Te animas complementar esta visita preparando bombones con tus propias manos en un taller de chocolate? Pues estás de suerte. Jordi Ferrer es un artesano chocolatero que desde hace ya meses organiza talleres para golosos en su obrador Ferrer Xocolata, situado en la planta alta su nueva chocolatería, situada al lado de la de su familia en la céntrica plaza de Mora . Da gusto descubrir todos los secretos del cacao y las claves y trucos del buen hacer con este maestro. Una actividad que recomiendo.
Sí, la de la foto soy yo. Y bajo estas líneas una imagen con el resultado de mi trabajo. Lamento no poder daros a probar uno de estos bombones, tendré que esperar a que inventen como transmitir los sabores digitalmente. Pero si os sirven las palabras para haceros una idea os diré que estaban ¡de muerte! (modestia de repostera aparte).

8. 🚴 Ruta en bicicleta por el Vall d’en Bas
Si quieres bajar los kilos ganados con los bombones de Jordi Ferrer, otra propuesta que seguro va a encantar a los mas deportistas. ¿Qué tal hacer una ruta en bicicleta desde Olot rumbo al vall d’en Bas?

La ruta del carrilet parte del centro de Olot, corre a través de una vieja vía ferroviaria y paralela al siempre compañero río Fluvía y se adentra en el Alta Garrotxa.
Pronto los volcanes se quedan atrás para dar paso a los pueblos enigmáticos del vall d’en Bas. Por donde antaño campaban a sus anchas contrabandistas, bandoleros… que se ocultaban del mundo en estos valles aislados del resto del mundo. Y donde encontramos viejas masías, pequeñas iglesias y casas con típicos balcones de madera.
¿Y si te digo que el carril sigue hasta Girona y de ahí a la costa hasta Sant Feliu de Guixols? Aproximadamente cien kilómetros que también puedes hacer caminando en distintas etapas. Si quieres seguir la ruta, una vez en la Costa Brava puedes enganchar con el Camino de Ronda. Sin duda, la provincia de Girona es un destino más que recomendable para amantes de las largas caminatas.

9. 🏩 Dónde dormir en La Garrotxa
Es en este entramado de pueblos pintorescos donde se esconde un hotel que es un destino en si mismo, un tesoro para los amantes de la tranquilidad y perfecto para quienes quieran moverse por la zona. El hotel Vall de Bas, una casa de campo situada en un pueblo tranquilo donde podrás relajarte y desconectar del mundo.

Así concluyo mi ruta por la Garrotxa saltando de pueblo en pueblo y de volcán en volcán. ¿Algún consejo, reseña o idea que añadir? Tu experiencia puede ser de gran utilidad para otros viajeros.



2 Comments
Francesc
La cervecera artesana que esta en Castellfollit de la Roca está muy bien
SantiMB
La Garrotxa es uno de los lugares más bellos para explorar en Catalunya. Me ha encantado tu artículo, bastante completo e instructivo. Vale la pena explorar la Vall d’en Bas con más detenimiento. Antes de entrar es esa pequeña zona de la comarca encontramos ermitas románicas escondidas en frondosos hayedos en Les Preses (las ermitas de la Serra del Corb), así como una de las mejores panaderías artesanas de Catalunya. Cerca de Les Preses y en dirección a la comarca de Osona está el pequeño pueblo de Sant Privat d’En Bas. Allí elaboran y venden unos embutidos artesanos de chuparse los dedos, y en dirección al Puigsacalm podemos ver el espectacular Salt de Sallent, en la frontera con la comarca de Osona. Más hacia Girona pasamos por Els Hostalets d’en Bas, para mí otro de los pueblos más bonitos de la Garrotxa. Y más al sur Sant Feliu de Pallerols con el Santuari de la Salut y el bosque de las rocas encantadas, y les Planes d’Hostoles con unas preciosas pozas del río Brugent y un rincón idílico en la riera de Cogolls, el Molí del Murri.
Hacia el norte de Olot hay que mencionar otra zona poco conocida pero muy interesante, la Vall de Bianya. Está salpicada de pequeños núcleos poblados y masías, de camino a la comarca del Ripollès. De hecho ya era zona de paso de los romanos, porque por ahí pasaba una vía romana que comunicaba Girona con Francia pasando por Sant Pau de Segúries. Aún hay algunos tramos transitables. A este pequeño y escondido valle se accede por Sant Joan les Fonts, al norte de Olot y en el punto donde se encuentran el río Fluvià y la riera de Bianya. Allí es interesante el monasterio románico, la cascada del Molí Fondo, y la ruta de las 3 coladas, que se puede complementar con la ruta de las fuentes. Luego ya seguimos por la carretera que va a Sant Joan de les Abadesses y disfrutamos del paisaje.
Bueno, ya te he dado ideas para un segundo artículo sobre la Garrotxa.
Un saludo y feliz verano.