Lituania

Reencuentro con Lenin en una casa rural en Lituania

Dentro que quince días se cumplirán 20 años de la caída del muro de Berlín y hay una fiebre en todos los medios de comunicación que hablan sin parar de la capital alemana, de las huellas de su pasado, de su transformación….

A mi Europa del Este siempre me ha hechizado y quienes sigan mi blog verán que tengo entradas desde bastantes países de esta zona de Europa. Me gusta su pasado, su futuro, su estética, su esencia. Lo que más me ha chocado de los viajes que he realizado en los últimos años por todos esos países es como, de una forma sutil, la huella del dominio soviético poco a poco ha desaparecido. Vale, sí, imposible borrar esos barrios inmensos de edificios grises típicos de los sistemas socialistas, pero otro tipo de símbolos tipo escudos con una hoz y un martillo, o esculturas de los cabecillas de la revolución han volado. Hoy en día para ver un busto de Lenin hay que ir a Moscú, donde aún queda alguno, o a algún museo dedicado a aquella época.

Por eso me chocó tanto lo que me ocurrió en Lituania hace unos meses. Me alojaba en un casa rural perdida del mundo en un parque nacional de Aukštaitija, a unos cien kilómetros al nororeste de Vilnius, la capital. Como sois muchos quienes me criticáis por que pongo pocas fotos, allá va una de este parque.

Aukstaitija

Era primavera, pero todavía estaba todo nevado y en la calle hacía unos diez grados bajo cero. La casa rural era grande, pero sólo tres personas ocupábamos las cerca de doce habitaciones. Todo estaba cerrado a la espera de que llegase el verano, que es cuando la gente viaja a estos lugares. Pero en invierno, la verdad es que la sensación era desoladora, digna de una novela macabra del fallecido Stieg Larsson.

Soy periodista y por tanto algo cotilla y aunque casi todas las puertas estaban cerradas con llave, yo empecé a intentar abrir una y otra eu nintento de saber como eran las otras habitaciones de la casa, hasta que por fin di con una que se movía. Y cual fue mi sorpresa al encontrarme con una especie de trastero donde se escondían ¡dos bustos gigantes de madera Lenin y de otro líder soviético!. Alucinante.Corrí rauda a por la cámara y aquí está la prueba.

lenin-aukstaitija-lituania-nani-arenas

En fin, las huellas del pasado se borran, si pero en todos los lugares del mundo, si se escarba un poco, reaparecen.

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