Destinos como la Costa Brava colgaron este verano el cartel de "completo".
Cataluña,  España

Problemas y retos del sector turismo

Con la temporada alta a la vuelta del esquina, el miedo asoma en el sector turismo. Los viajeros, a la hora de decidir dónde pasar sus vacaciones, no quieren sólo sol, playa, buena gastronomía o cultura. Valoran ante todo la estabilidad y seguridad los destinos que visitan. Estamos en plena época de decisión viajera y la situación política de España es delicada. Problema que se suma a la ya evidente recuperación de nuestros “competidores”. En los últimos meses se ha percibido una caída del flujo turístico, especialmente en los mercados vacacionales como son Canarias o Baleares. Los cambios políticos complican la situación de una industria clave para nuestra economía de la cual dependen muchas familias. El sector demanda desesperadamente estabilidad. ¿La conseguiremos esta vez?

Destinos como la Costa Brava colgaron este verano el cartel de "completo".
España es destino habitual para el turismo de sol y playa con un problema de estacionalidad

Los turistas cuando viajan buscan tranquilidad y seguridad. Los acontecimientos políticos de los últimos meses en España afectan a esa imagen y es más importante que nunca trasladar tranquilidad para no espantar a los tan “deseados” visitantes internacionales en la temporada más alta y más importante para el sector turístico. Industria muy vulnerable a los cambios. Las elecciones han coincidido con la época de decisión viajera de media Europa, y son muchos los turoperadores que siguen atentos todo lo que ocurre en nuestro país. ¿Cómo van a afectar los resultados electorales a los viajeros?

No olvidemos que el turismo es una de las industrias que más riqueza generan en nuestro país, de la que dependen cientos de miles de personas. De empresas, grandes y pequeñas, de autónomos, de los que tanto hablan los políticos estos días y con los que me siento identificada. Estamos todos temblando.

El turista quiere estabilidad y seguridad

Por eso es fundamental transmitir una imagen de estabilidad en las próximas semanas / meses. Tenemos que conseguir que los visitantes internacionales sigan confiando en nosotros, en España. Hemos trabajado muy duro para conseguir esa “buena reputación” y no podemos perderla. Los alarmismos no ayudan. Lo que nos jugamos es muy serio. Son las lentejas de muchas familias. 

Rincón de los carpinteros en la Medina de Marrakech

Recuperación de destinos competidores

A la compleja situación política por todos bien conocida debemos sumar la ya evidente y muy deseable “recuperación” de nuestros vecinos y competidores (Marruecos, Egipto, Túnez), lo cual contribuye a complicar el panorama un poco más. Y a confirmar que nuestra apuesta como marca turística debe ir dirigida a la calidad y a nuestra forma de vida, donde no tenemos competidores que apuesten por precio. Nosotros, España, tiene que ser distinta.

Lamentablemente los recientes atentados de SriLanka confirman que el turismo sigue siendo un sector amenazado.

Todos estos ingredientes suman. Y los indicadores ya advierten de una caída de las reservas y del flujo turístico en algunos mercados, especialmente en los destinos más vacacionales maduros como son las Islas Canarias, donde la preocupación ya es muy latente, o en las Baleares.

Maspalomas, destino muy solicitado por el colectivo LGTB
Maspalomas en Gran Canaria, destino muy visitado por los británicos

Varios informes económicos confirman esta tendencia. Según un estudio publicado hace pocos meses por el banco UBS, es ya evidente la “desaceleración” en el sector turístico español, cuya contribución al crecimiento general del PIB se espera que se reduzca ¡a la mitad!. El impulso de Turquía, Egipto o Túnez, tras años de recesión es ya muy llamativo para esta entidad bancaria.

Para entender esta caída y la dimensión del problema es clave recordar que el 2017 fue un año récord para el turismo español con la llegada de 82 millones de turistas internacionales! Un aumento del 8,9% comparado con el 2016. Una cifra nunca antes alcanzada, según se confirmó desde Turespaña.

Sin embargo, aún dentro del optimismo, a finales del año pasado ya empezó a percibirse esa recesión en la llegada de visitantes la cual se ha acentuado en el primer trimestre de 2019. La tendencia parece continuista y la inestabilidad política provocada por los ecos de los independentismos y los cambios de gobierno de los que se han hecho eco todos los medios internacionales complica el panorama un poco más.

Panorámica de Palma de Mallorca
Panorámica de Palma de Mallorca

Pronósticos pesimistas para el turismo

Bancos, Pymes y entidades varias ya han lanzado la voz de alarma. Piden pactos que garanticen la estabilidad. Las grandes empresas turísticas ya advierten que o nos ponemos las pilas, o el agradable período de crecimiento excepcional llegará a a su fin.

Los pronósticos más pesimistas advierten que el PIB real del sector turístico de España cayó un 3,2% en 2018 y en 2019 se calcula otra caída en torno  al 2,7%, un escalón por encima del PIB general. Lo que significa que España crecerá un 4,1% en 2019, frente al 5,2% del año pasado. Datos preocupantes.

Retos del gobierno de Pedro Sánchez en turismo

La incógnita ahora es saber cómo van a afectar la ya oficial  presidencia de Pedro Sánchez y la situación de España a la decisión de muchos viajeros. ¿Quiénes ocuparán los cargos en las principales entidades públicas: Turespaña y Oficinas de Turismo Internacionales (OETs);  Paradores, Aena. Puertos del Estado, Renfe en los próximos 4 años?… ¿Habrá un Ministerio de turismo?  ¿Será este un sector estratégico para el gobierno de Sánchez? Es fundamental también saber cuáles van a ser las políticas del nuevo equipo ante el sector, las cuales deben ser rápidas para que no cunda la imagen de inestabilidad en la temporada más fuerte.

Amenazas contra turistas en distintas ciudades
Amenazas contra turistas en distintas ciudades

También es necesario saber cuáles van a ser las gestiones del gobierno ante los grandes problemas que afectan a la industria como la delicada turismofobia, la gentrificación, la regulación de las viviendas turísticas y los necesarios cambios de legislación en materia hotelera, la incorporación de las nuevas tecnologías a la gestión de destinos y el impulso necesario en innovación, formación, calidad, la colaboración público-privada, las estrategias para combatir la estacionalidad, … la apuesta por la sostenibilidad. 

La imagen de España en los medios internacionales es decisiva
La imagen de España en los medios internacionales es decisiva

El Brexit y Cataluña

Por supuesto, también debemos de mantener la mirada atenta al problema independentista en Cataluña. Al avance del Brexit, el cual ha provocado una importante caída de la libra, y un descenso del poder adquisitivo de los británicos.

Otro grave problema pues debemos tener en cuenta  que UK representa casi ¡el 23% de los visitantes  internacionales y el 21% de los ingresos del turismo extranjero. Todo hace prever que la salida del Reino Unido de la UE se traducirá en un cambio en la forma de viajar de los visitantes británicos, con tendencia a contratar estancias más cortas y a una reducción del gasto diario. Nuevos problemas a sumar y que ya están dejando huella.

Gráfico con los impactos del Brexit
Gráfico con los impactos del Brexit

Sube el turismo interior

Pero venga, un soplo de optimismo. No todo son malas noticias. La caída de los visitantes internacionales puede compensarse por una subida del turismo interior.

Los estudios consultados para la redacción de este post destacan que ante las situaciones dudosas se prevé un aumento del turismo de interior.

Razón por la cual muchos destinos vacacionales han cambiado estrategias y han centrado su estrategia de promoción en la captación del visitante nacional. Una de las tendencias que quedó clara en Fitur 2019. Menos influenciables por los problemas internos. Y a la vez visitantes muy golosos por el alto nivel de gasto.

La segmentación estuvo muy presente en Fitur 2018
La promoción para familias, muy presente en la pasada edición de Fitur

Es bien sabido que el español (y el europeo) es un viajero que busca calidad, gasta en comer, en disfrutar de actividades culturales y de ocio. Además viaja mucho en familia, con amigos. Y aprovecha puentes, fines de semana para hacer escapadas cortas en grupo, lo cual es perfecto para muchos destinos pues facilita la desestacionalización. Y son visitas con repercusión en las economías locales.

Muchas incógnitas que esperamos tengan pronto respuesta. Yo mientras, cruzo los dedos para que la temporada que está a punto de empezar bata de nuevo todos los récords. Lo necesitamos.

¿Y tú, cómo lo ves? Deseando conocer tu opinión sobre la situación y retos del sector ante el nuevo panorama.

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