
Ruta por la historia y curiosidades de los diamantes en Amberes
En el año 1582, un mítico viajero llamado Florentino Ludovico dijo que Amberes era “la ciudad más bonita a del mundo”. La frase tenía sentido. Esta capital flamenca en aquellos años podía presumir por ser una de las urbes más ricas de occidente. Cuna de intelectuales y artistas. Sede de la primera bolsa europea, epicentro internacional de la industria tapicera. Centro neurálgico del millonario comercio de diamantes, actividad que se desarrolló gracias a la actividad del puerto al que llegaban a diario miles de piedras preciosas procedentes de Sudáfrica, de Namibia, La India… Siglos después, ese brillo sigue latente.

Nos vamos de viaje a Amberes. Fue y es una de las ciudades más ricas la región de Flandes, en Bélgica. En parte debido a su puerto sobre el río Escalda. Y al espíritu de sus habitantes grandes comerciantes y empresarios como demuestra su historia.
Historia del comercio del diamante en Amberes
En el siglo XV ya desembarcaban en sus muelles diamantes en bruto, procedentes de África y de La India. Los artesanos de Amberes los tallaban y pulían con maestría. Su excelente trabajo se hizo famoso y su reputación fue a más y más. En 1582 ya había tantos “expertos” que se agruparon para crear el primer gremio de talladores de diamante. En 1893 arrancó la primera Bolsa de diamantes de la ciudad.
Muchos de los edificios señoriales que aún hoy vemos en las calles de Amberes datan de aquella época. Palacios, monumentales mansiones. Los preciosistas edificios de las lonjas gremiales del siglo XVI que decoran las plazas del centro histórico, fáciles de reconocer por sus tejados escalonados. Puedes contemplarlos en su esplendor en la Grote Markt (Plaza Mayor), donde también reina el renacentista Stadhuis (Ayuntamiento) originario del mediados del siglo XVI, otra huella de los años dorados de la ciudad.

Siglos después, Amberes conserva esa fama de ciudad boyante, moderna y cosmopolita. Presume aún por ser una potencia económica gracias a la frenética actividad de su puerto, el segundo más importante de Europa y el octavo del mundo si atendemos a su tráfico de mercancías y contenedores.
Amberes también sigue siendo la capital del diamante, industria mundial cuya esencia late en en torno a cuatro calles en las que ubican las cuatro bolsas del diamante activas. Donde se concentra el 80% del negocio mundial de la compra y venta de estas aún muy valoradas piedras preciosas. Más de 40.000 personas viven de este comercio.
¿Te gusta este mundo? Entonces no lo dudes. Amberes es tu ciudad y el destino donde no sólo podrás comprar estas joyas con total seguridad.
Si los ahorros no te alcanzan no pasa nada, puedes hacer una ruta con los diamantes como protagonistas y soñar un poco. Ya lo decía Marylin Monroe: “los diamantes son el mejor amigo de una mujer”. Entiendo que te gusten.
VISITA GUIADA POR AMBERES EN ESPAÑOL El mundo del diamante es muy complejo y quizá prefieras hacer tus visitas con un guía experto que hable español y te explique todo. Puedes reservar ese tour cuando quieras pinchando aquí mismo. Merece la pena.

La casa museo de los diamantes: el Diva
Una industria tan importante necesitaba un museo propio. La reciente apertura del DIVA salda una deuda pendiente en la ciudad y permite a los locales y visitantes profundizar en uno de los motores económicos de la capital.
Lo que más llama la atención el museo DIVA es cómo plantean la visita. El hilo conductor del recorrido es un mayordomo (llamado Jerome Legrand) que invita al visitante a descubrir la mansión de una rica anfitriona (ficticia).

Empieza así un viaje por seis salas y a través de más de 600 piezas. Joyas, porcelanas, objetos de gran valor, todos con una historia documentada y original. Imposible no quedarse boquiabierto ante muestras un tanto excéntricas como una raqueta de tenis repleta de piedras preciosas. Antes de seguir, un aviso. La visita es con una audioguía , y en este momento sólo disponible en francés, flamenco e ingles.

La tercera sala está dedicada a la historia de esta industria más fácil de comprender gracias a las pantallas táctiles que nos ayudan a ubicar las minas de dónde se extraen los diamantes, las rutas comerciales… Al verlo queda claro porqué son tan caros. ¿Sabías que los diamantes en realidad son átomos puros de carbono que tardan miles de años en formarse, que necesitan temperaturas y presiones muy altas y que los costes de su extracción son elevadísimos?
Hay también un espacio dedicado a los utensilios de comida a lo largo de la historia en donde se detallan las curiosas reglas de etiqueta de los nobles en distintos tiempos. Hay otra sala del museo centrada en la talla de los diamantes y los procesos de forja con otros metales como oro y plata.

Pero la parte que más me gusta es la de las curiosidades donde se informa sobre cómo distinguir un diamante falso de uno auténtico, las tipos según sus formas, colores y tamaños. O informaciones curiosas como la que dice que sólo el 5% de esas piedras se dedican a la joyería, siendo la industria farmacéutica o la tecnológica la que más demanda estas piedras famosas por su extrema dureza.

Para finalizar, toca entrar en el tocador de la anfitriona donde hay bolsos, joyas más especiales y un tocador digital en el que puedes hacerte un selfie con las piezas que más encajan en tu personalidad.
Me gusta la frase que utilizaron sus creadores para definir el museo DIVA: “No tenemos los diamantes más grandes del mundo, esos están en la Torre de Londres. Pero si tenemos una historia interesante que contar”.

La ruta del diamante en el centro de Amberes
Si la visita te ha picado la curiosidad mi consejo es que sigas el recorrido por la ciudad con los diamantes como protagonistas.
Para eso tienes que poner rumbo a los alrededores de la Estación Central, en concreto a cuatro pequeñas calles: Pelikaanstraat, Schupstraat, Hoveniersstraat y Rijfstraat donde se ubica el llamado “Antwerp World Diamond Center” (Centro Mundial de Diamantes de Amberes). Eso sí, olvídate del glamour del DIVA. Aquí se encuentran las mencionadas cuatro bolsas donde se cotizan los diamantes . Más de mil quinientas empresas dedicadas a este negocio. Y se mueven al día ¡millones de euros!. Pero el preciosismo brilla por su ausencia.
En vez de joyerías selectas lo que te vas a encontrar en estas calles son cámaras de seguridad (no se donde he leído que hay más de cinco mil observando a todo el que pasa por allí), garitas de control de vehículos (son calles semi – peatonales cerradas al tráfico); policías (mejor dicho, militares) armados hasta los dientes.

Medidas extremas, en parte escarmentados por los robos acontecidos. El más famoso en 2003, catalogado como el más grande de la historia cometido por una banda de italianos que se llevaron un botín valorado en mas de ¡cien millones de dólares! y que nunca se recuperó.
Otro detalle curioso en estas calles es la cantidad de indios y judíos ortodoxos que hay en la zona. Los reconocerás por sus atuendos negros, sus sombreros, su barba y los peculiares tirabuzones. Son ellos quienes fundaron las bolsas y aún dominan el negocio de los diamantes. Por eso en Amberes reside la mayor colonia de judíos ortodoxos de centro Europa. De ahí el apodo del barrio: la Jerusalén del Norte. De repente uno tiene la sensación de haber cambiado de ciudad pero no. Sigue siendo Amberes.

Dónde comprar diamantes en Amberes
En los alrededores de estas calles también verás muchas joyerías, pero no todas son recomendables. Amberes es buen sitio para comprar diamantes pero también es muy importante saber dónde se adquieren pues lamentablemente hay mucha pillería alrededor de las joyas.

Por eso desde las instituciones se han puesto las pilas y han sacado el certificado oficial que garantiza que la joyería está auditada y cumple todos los requisitos en cuanto a legislación relacionada con la venta de diamantes. Un consejo importante, desconfía de los establecimientos que no tengan esta acreditación la cual no es nada fácil de conseguir.
Rudiam es una de esas joyerías de confianza con el sello en la puerta. Pero lo mejor es que a su frente hay una española. Isabel Casals, casada Mike Rombout un “diamantero” (entrecomillo pues creo que no existe esta palabra) de Amberes que aprendió el oficio de sus padres, también joyeros, maleadores de oro (goldsmith) y engarzadores de piedras preciosas.
Ambos trabajan en la joyería, Isabel atendiendo al público y a la vez dedicada al sorteo y calificación de los diamantes y piedras preciosas, labor para la que ha recibido una formación específica (en Amberes existen las mejores escuelas para gemólogos especializados en diamantes y piedras preciosas). Y su marido creando a mano, todavía, cada pieza en el taller situado en la parte de atrás de su tienda.

Isabel me cuenta muchos de los secretos de las joyas que vende. Por ejemplo me explica lo de cuatro “ces”. Las características que definen la calidad y valor de un diamante. Carat, colour, clarity y cut, es decir, quilates o peso, pureza color y corte o pulido. Todo eso y mucho más viene definido en lo que se llama el carnet de identidad de cada piedra, un informe personalizado que deben darte con cada diamante que compres siempre y cuando supere los 0.30 o 0.40 kilates .
También me explica Isabel que su marido hace ¡todas sus joyas a mano!. Un trabajo que cada vez más apreciado pues ya quedan pocos profesionales en este arte.
También se valoran cada vez más los diamantes naturales, los auténticos, con los que todos soñamos. Aunque el gremio tiene que luchar ahora contra la llegada de los llamados sintéticos, creados en laboratorios con ayuda de las nuevas tecnologías y aparentemente iguales que los naturales. Tan similares que, a veces, hasta los expertos dudan ante ciertas pieza. Eso sí. Son mucho más baratos y de ahí su atractivo. Desde luego si puedes elegir no lo dudes. El natural tallado a mano es el bueno. ¡Ojo! que no te den “gato por liebre”.

La charla sigue llena de anécdotas. Por ejemplo, sobre el poder exotérico de los diamantes que, dicen los supersticiosos, son piedras que desprende energía positiva.
No quiero ni imaginar entoces la suerte que debe dar la sortija en forma de flor que me muestra Isabel, la pieza más valiosa, cargadita de diamantes. Me emociono solo de contemplarla. Creo que esta ostentosa maravila sería el sueño de la actriz Elizabeth Taylor quien dijo aquello de que “Las chicas grandes necesitan diamantes grandes”.
Curiosidades históricas de los diamantes
También en Amberes me entero de que el primer anillo de compromiso de la historia se hizo con un diamante y fue un regalo del emperador Maximiliano I a María de Borgoña el día de su boda. Pero ¡ojo! Se hizo en Brujas, no en Amberes.
Otra curiosidad sobre estas piedras y su valor histórico es que a Rubens, al artista más famoso de Amberes, le gustaban tanto estas gemas que llegó a aceptar pagos en diamantes por sus cuadros.

Otras diseñadoras de joyas de Amberes
Si no puedes permitirte una sortija como la de la foto o una joya como las del museo DIVA no te preocupes. En Amberes hay también tiendas más asequibles. Y no por ello de menor calidad. Por ejemplo Wouters & Hendrix, marca que lleva el nombre de dos diseñadoras, Katrin y karen, a las cuales he conocido en la exposición temporal dedicada a su trabajo en el Museo Diva, donde los creadores locales también tienen su hueco. No me extraña que les dediquen este espacio pues tanto sus diseños como su historia es especial.

Wouters & Hendrix es un equipo de dos mujeres que hace ya años decidieron revolucionar la joyería creando algo diferente. Empapadas por la fiebre creativa que invadió Amberes en los años 80, cuando la ciudad vio nacer iniciativas punteras como los “Seis de Amberes“, iconos de la moda. O artistas revolucionarios.
Patas de pollo, amuletos, objetos de vudú o cacharros de mercadillo fueron motivos de inspiración para estas dos creadoras que actualmente dirigen ya un taller formado por las de 60 mujeres (y un sólo hombre). Materiales preciosos, piedras de más o menos valor y un enfoque urbano u romántico al alcance de todos los bolsillos por la variedad de posibilidades.

Sin duda, sus trabajos son un ejemplo más de la esencia de Amberes, una ciudad que marca tendencias en todas las artes y donde la creatividad y la innovación con tintes transgresores flota en el aire.

Y cierro esta ruta con los diamantes como hilo conductor con otra frase célebre que leí en el Diva y que me he hecho pensar. “Too many husbands, too little jewlery” (demasiados maridos pero muy pocas joyas) que es el título de una de las piezas de Wouters & Hendrix. Aunque sin duda el slogan más famoso asociada a estas piedras es la que dice “Un diamante es para siempre” que por cierto, lo creó la gigantesca The Beers, la marca que tiene el monopolio del comercio de diamantes en el mundo. Ahí lo dejo.


