
Tollwood, festival Navidad más alternativo Munich
En un post anterior hablaba del increíble ambiente navideño que se vive en el centro de Munich en estas fechas. Pero si te animas a viajar a la capital de Baviera en el mes de diciembre un consejo. No te quedes sólo en los mercadillos del centro. Si puedes, te recomiendo que te alejes de Marienplazt rumbo al parque de Theresienwiese donde encontrarás otra cara del ambiente navideño muy típica de la ciudad. Pero con un toque diferente. El mercadillo alternativo de Tollwood, donde también celebran una fiesta de Nochevieja por todo lo alto. Buena idea para dar la bienvenida al 2018.

En el mismo recinto donde todos los años se celebra la famosa y superlativa Oktoberfest (la gran feria de la cerveza la cual creo no necesita mucha presentación) todos los años, en Navidad y en verano, se instala también el festival de Tollwood.
Una cita multicultural que se celebra dos veces al año, desde 1988. En verano abre sus puertas en el mes de julio durante 25 días. Y en invierno tiene dos fases: la primera y más navideña, desde finales de noviembre (desde el primer domingo de adviento) hasta el 23 de diciembre. Y una última semana con un matiz ya más cultural que concluye con una gran fiesta de Fin de Año el 31 de diciembre. Por tanto, si barajas despedir el 2017 en Munich apunta esta opción festiva en tu agenda.
Tolwood, una cita cultural
Pero Tollwood es algo más que un mercadillo. Es una cita cultural que se apoya en tres pilares: crear un espacio de creatividad para las ideas; ofrecer una gastronomía orgánica con un matiz internacional (todo la comida que se vende en este recinto tiene una certificación ecológica). Y organizar conciertos, exposiciones, performances, representaciones teatrales, charlas… en Tollwood la agenda diaria de actividades es inmensa y cada día se programa algo nuevo.

Nada más entrar, uno ya percibe que este es un festival especial. Como ejemplo, el año en el que yo estuve en Tollwood, el gran árbol de Navidad que presidía el recinto estaba hecho con botellas de plástico recicladas. Una idea que creo ilustraba muy bien la apuesta por el reciclaje y la educación medioambiental, siempre presente. Con razón Tollwood se define a si mismo como “un espacio en defensa de la ecología y del medio ambiente”.

También interesante resulta la visita a la “carpa de las ideas“, un espacio que se repite y donde reina la creatividad organizada. Entre los muchos conceptos que me llamaron en su día la atención, destaco dos. La habitación de los “intercambios” donde la gente puede dejar objetos y a cambio llevarse otro de los allí expuestos. Y la oferta de productos de artesanía llegados desde todos los rincones del mundo.
¡Curioso y bajo mi punto de vista iniciativa muy interesante!. También hay exposiciones temáticas siempre en torno a temas de candente actualidad, polémico y en torno al cual gira gran parte de la temática siempre invitando a la reflexión. Tollwood es un lugar donde se pretende despertar las conciencias y las emociones.

El repair café
Otro espacio que me sorprendió es el llamado “repair café”. Donde los visitantes pueden llevar aparatos electrónicos estropeados y un grupo de expertos enseña a repararlos. Una iniciativa que pretende fomentar el arreglo de las cosas, la sostenibilidad de todo lo que poseemos y el consumo responsable en contra de la mentalidad consumista actual que invita a usar y tirar. La verdad es que me vendría genial tener un espacio similar en mi ciudad.

Alrededor del mismo tema, el consumismo y la ecología, giran gran exposición que recibe a los visitantes a la entrada del parque. Se titula “Trash Pepole”, o sea, gente de basura. Y así es. Ante los ojos asoman ¡más de 500 esculturas de personas en tamaño real! Hechas todas ellas con chatarra y residuos rescatados en contenedores basura de diferentes países del mundo. Un trabajo del artista HA Schult que también invita a reflexionar.

Y esto es sólo una pincelada de lo mucho que se puede hacer en Tollwood donde la agenda de espectáculos es inabarcable. Entre ellos uno que brilla con luz propia: Producciones del circo canadiense Éloize que llega a Munich, a la carpa grande de Tollwood, con sus acróbatas, bailes, contorsionistas… Si te animas, ten en cuenta que el 30 por ciento de los espectáculos son de pago, entre ellos el mencionado circo. El 70 por ciento restante son gratuitos y por supuesto, entrar al recinto tampoco cuesta nada. Eso sí, la fiesta de fin de año sí es de pago.

Dulces, figuritas y ponche navideño
Y claro. A todas estas posibilidades hay que sumar la tradicional oferta navideña. No faltan en Tollwod puestos donde comprar adornos, figuritas, dulces y por supuesto ¡el famoso vino caliente o “glühwein”, el ponche y la cerveza! Imprescindibles para entrar en calor en estas fechas.

Como curiosidad, apuntar que a lo largo del año pasan por este festival (sumando la oferta de verano y la de invierno) casi un millón y medio de personas. ¿Te animas?

