Marrakech,  Marruecos

Turismo activo en el alto Atlas de Marruecos

Llevo un par de días sin escribir pero es que no he tenido fácil el acceso a Internet, necesario para poder darle vida a este blog. La culpa de esta desconexión la tiene el Atlas. Esa cordillera que parte Marruecos en dos y separa la costa atlántica del desierto del Sahara. Pues sí. Justo ahí, es donde me encuentro, concretamente en el llamado el alto Atlas, la zona de esta cadena más cercana a Marrakech.

 Y es que parece que últimamente me ha dado por caminar. Hace unos días actualizaba este post desde el corazón de Noruega, donde me pase una semana pateando la ruta de San Olav, en Noruega.  Tres semanas después sigo caminando pero esta vez el escenario es muy distinto. Hoy me ha tocado una jornada de Senderismo en el Atlas. Sí, porque en Marrakech hay algo más que hacer a parte de comprar en la Medina y de hacerse fotos con los encantadores de serpientes de la plaza de Jenaa en Fnaa a donde por cierto, aún no he ido todavía.

Ya. ¿Y qué es lo que se puede hacer?

Pues muchas cosas, como por ejemplo lanzarse en tirolina de una cumbre a otra, justo lo que yo he hecho esta mañana. Una experiencia genial que recomiendo a todo el mundo.

Otra opción es aventurarse monte arriba en bicicleta de montaña, atravesando aldeas bereberes donde la vida sigue anclada en el pasado. Y donde seguro se encontraran con algún pintoresco y auténtico mercado como este, el de Tahanaounate, que se celebra todos los martes. Pasear entre estos puestos es lo mismo que viajar en  el tiempo.

 

También se puede caminar por rutas pisando esta tierra roja, pobre en árboles, y donde ya se ve algún que otro cactus que avisa de que aquí el desierto esta muy muy cerca.

 

Y de paso, contemplar esos pueblos en tonos marrones que se confunden con el color ocre de la tierra.  Como Outghal, la pequeña aldea que tengo ante mis ojos y que contemplo mientras disfruto del sabor dulce de un delicioso te bien merecido y mientras descanso tras la caminata sentada en una tumbona en el hotel Terres d’Amanar, un complejo situado al pie del Alto Atlas, en el corazón de lka reserva naturtal. A unos 45 minutos de Marrakech en coche. Un lugar ideal donde alojarse quienes quieran pasar unos días disfrutando a tope de las posibilidades de este Parque Nacional pues no solo tienen unas instalaciones deliciosas en medio de la nada sino que además organizan todas las actividades que se les puedan ocurrir en este entorno.

Panorámica del hotel Terres d’Amanar

Un buen lugar donde perderse una buena temporada y donde, con un poco de suerte quizá logren olvidarse de todo lo cotidiano como me ha pasado a mi estos días. Un gusto.

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