Un viajero empedernido en Mali

Insisto mucho en que me gustaría que este blog fuese no sólo el diario de una periodista que se pasa el día haciendo maletas a veces por trabajo y otras por placer.
Cuando me preguntan por este blog en entrevistas varias o me piden que haga una presentación del mismo para diversos proyectos digitales en los que estoy metida siempre digo lo mismo: mi idea es que la Viajera Empedernida sea no sólo una guía practica para viajeros basada en mis propias experiencias personales, ni un blog de lectura agradable para viajeros y no viajeros.
Lo que de verdad me gustaría es que la Viajera Empedernida se convirtiese en un punto de encuentro a donde Viajeros Empedernidos de todo el Mundo podamos acudir para enriquecernos compartiendo experiencias, gustos, opiniones, secretos… o sea, una especie de red social de locos por los viajes unidos.
Me alegra ver que muy poco a poco lo estoy consiguiendo. Porque cada vez son mas los lectores que acuden a mi para contarme sus experiencias o para pedirme consejo particular sobre algún viaje en concreto.
Y son esos mismos lectores quienes a veces me hacen sentir cual grande es el mundo y ¡cuánto me falta por conocer!.
Por ejemplo, Angel. Un viajero empedernido de raza y escalador que me escribe de vez en cuando para informarme de todas sus aventuras. Y que tiene una capacidad innata de ponerme de MAL HUMOR pues sus destinos y sus preguntas se me escapan de las manos completamente. Y eso me enfada.
Me explico mejor.
Hace un uño Ángel me escribió para explicarme que se iba de expedición por Siberia y me pidió consejo. Yo le respondí que lamentablemente no conocía Siberia ni esa zona de Rusia y que no podía ayudarle en esa aventura. Meses después me escribió para contarme que efectivamente habían logrado hacer ese viaje y que se habían quedado muy cerca de Kazakstán.
Hace unos días Ángel me escribió de nuevo para contarme que acababa de regresar de Mali y me lanza otra pregunta de esas que no puedo responder. “Me gustaría que me contaras algo que conozcas del África Negra y profunda, así pillo fuerzas para la próxima escapada que será pronto”. Me enviaba también alguna foto de su experiencia en Mali. Aquí pueden ver un par de ellas (una es la que abre el post).
¿Bonito no? Al ver esa foto no puedo dejar de pensar que lamentablemente desconozco Mali uno de esos países míticos que todo viajero que se precie debe tener en su lista, al menos para visitar Tombuctú, uno de mis sueños.
Tampoco he estado nunca he estado el África negra profunda. Y cuando digo que Ángel tiene la capacidad de ponerme de mal humor es por eso. Porque en el fondo me da mucha envidia pues ha visitado en los últimos años lugares con los que yo llevo soñando décadas. La verdad es que me encantaría poder disponer de tiempo libre suficiente para hacer una expedición de esas que duran meses tipo a las que hicieron viejos colegas de profesión comoJavier Reverte (he releído mil veces sus libros sobre África).
Y cono no, Siberia es otro de mis sueños: atravesar Rusia desde Moscú hasta el estrecho de Bering, o hasta la península de Kanchatka con parada, como no, en Vladivostok. ¿Hay algún nombre en el mundo más evocador que Vladivostok?. Estoy deseando empezar un post así: Queridos viajeros: saludos desde Vladivostok… También es buen comienzo para un libro. Ahhhh, pensar en viajar me pierde
En fin. Que el mundo es enorme y evidentemente, esta pobre Viajera Empedernida no lo abarca sola. Pero con la ayuda de otros viajeros como Ángel, Juan (que me ha contado que está planeando una expedición para escalar un ochomil), María (que está entrenado ya para subir al Kilimanjaro)… y con otros tantos que viajan también sin parar aunque sea a destinos más cercanos seguro podremos crear una red de viajeros que dominen el mundo.
¿Suena bien no?
Aprovecho para darles las gracias a todos los Viajeros Empedernidos que como Angel acuden a mi.
Y suerte a todos. Que la nueva temporada nos traiga muchos viajes a todos.
Ah, y si alguien conoce el África negra y puede darle un consejo a Angel para su próximo viaje, será bienvenido.
2 Comments
Ulldellebre
Yo tuve la suerte de llegar a Tombuctu (a Tombuctu no se va, se llega) en Julio de 2009. Más allá de la aúrea mítica que envuelve la ciudad, a l@s viajeros que llegan allí, les puede costar imaginar la descripción que de la misma, hacen las crónicas viajeras de los exploradores que pasaron tanto tiempo buscándola. Calor, mucho calor, ni rastro de turistas, y un clima social enrarecido ya en esas fechas, con el ejercito mostrándose en la calle, y muchas miradas sobre tres mochileros blanquitos que paseaban tranquilamente por las calles de la ciudad. Saludos
Carol
Si que suena bien. Enhorabuena Angel. Eres un afortunado por poder viajar así. Y nani, no te quejes. Tienes un trabajo que ya me gustaría a mi. Decir que eres periodista de viajes es tan evocador para gente como yo q trabajamos encerrados en una oficina como para ti vladivostok. Sois dos afortunados.