El Monarch atracado en el puerto de Molde
Noruega

Viaje en crucero por los fiordos noruegos

Siempre había querido hacer un viaje en crucero. Y el día que me surgió la oportunidad de embarcarme en el Monarch de Pullmantur para surcar los fiordos noruegos casi muero de la alegría. Un sueño que se hacía realidad no sólo para mi, también para mi familia, pues sin duda este tipo de viajes son perfectos para hacerlos con los niños, con grupos de amigos… Todo está pensado para el disfrute de todos, grandes y pequeños. De día, excursiones para conocer destinos y de noche, entretenimiento a bordo con cientos de actividades programadas adecuadas para cada perfil.

El Monarch atracado en el puerto de Molde
El Monarch atracado en el puerto de Molde

El viaje en el Monarch con Pullmantur por los fiordos del norte de Noruega fue mi primera gran experiencia en viajes por mar. Había estado antes en grandes barcos similares bien de visita en alguna escala o haciendo alguna travesía corta. Pero nunca una semana entera. Era pues mi “bautizo” como auténtica crucerista.

Contemplando el mar en cubierta
Contemplando el mar en cubierta

Lo primero que me sorprendió al subir al Monarch fue la cantidad de “pullmantur adictos” que había a bordo. Ante mi pregunta ¿es tu primer crucero? la mayoría de los interpelados me contestaba que no. “Es la cuarta, ya hice uno por el Mediterráneo, otro por el Caribe y el de las capitales Bálticas” me comentaron varios. Raro era el que no había hecho al menos uno, con lo que me quedó claro un detalle: estaba a punto de vivir una experiencia que crea adicción, lo cual, confieso, me emocionó.

Muchos cruceristas repiten experiencia
Muchos cruceristas repiten experiencia

El Monarch: un barco de 14 pisos

Una vez a bordo destaco varios aspectos que me llamaron la atención. Lo primero las dimensiones del barco ¡de catorce pisos!. Aprender a ubicarse es todo un reto y conozco a más de uno que al final del crucero aún se perdía.

Ascensores panorámicos
Ascensores panorámicos

Por suerte, hay planos de situación repartidos por todas las plantas y en caso de despiste, hay referencias que nunca fallan; el buffet y la piscina en la planta 11; los restaurantes de las plantas 3 y 4 y el hall central también en el cuarto piso donde está la recepción, el mostrador de excursiones, la zona con ordenadores, la biblioteca…. En la planta 14 hay un bar llamado “360 º” desde donde se ven hermosas panorámicas. Nuestro camarote estaba en la quinta planta.

Por supuesto hay bastantes ascensores para subir y bajar, algunos incluso panorámicos, justo los que más gustaban a mis hijas capaces de dar un rodeo con tal de subirse a ellos.

El diario de a bordo
El diario de a bordo

Actividades para todos los perfiles

Otro detalle que me llamó la atención fue la cantidad de actividades que se programaban a diario. Fundamental leerse bien el “diario de a bordo” que todos los días nos dejaban en el camarote y donde se detallaban los horarios y las descripciones de todo lo que se podía hacer en el barco.

El gimnasio del barco con vistas al mar
El gimnasio del barco con vistas al mar

A parte de la piscina, el spá, el gimnasio, el casino, el rocódromo… a diferentes horas se programan conferencias sobre temas de salud, clases de yoga o de zumba, cuenta cuentos para niños, concursos, bingo, karaoke, lecciones de póker, de manualidades. ¡Ginkanas!

El rocódromo les encanta a los niños
El rocódromo les encanta a los niños

Por supuesto, bailes, discotecas. Y lo que a mi más me gustó. Todos los días hay un espectáculo a lo grande de música, malabarismos, humor… La cita es en el salón llamado Broadway. Mi favorito de todos los que vi fue el dedicado a Abba. Que bien me lo pasé con las canciones del grupo sueco, muy indicado en un viaje con sabor nórdico como este.

Cada día hay un gran espectáculo en el salón Broadway
Cada día hay un gran espectáculo en el salón Broadway

El caso es que siempre hay algo que hacer. Da igual que haga bueno o que llueva como nos ocurrió un día. Si no puedes salir a tomar el sol a la cubierta tienes mil opciones paralelas y quizá más divertidas.

Juegos en el salón Rendez-Vous
Juegos en el salón Rendez-Vous

Por eso el crucero es un tipo de viaje elegido para ocasiones especiales. Es habitual encontrar entre los pasajeros familias completas de abuelos, hijos, nietos que se reúnen por motivos especiales: bodas de plata u oro, aniversarios, cumpleaños señalados… También hay muchos grupos de amigos y claro, no faltan las parejas de luna de miel. Y cada uno tiene su espacio.

Cuenta cuentos en el hall del Monarch
Cuenta cuentos en el hall del Monarch

Un crucero donde se habla español

Otro detalle importante que quiero destacar de esta amplia lista de actividades. Todo, todo es en español. Es quizá uno de los detalles más valorados de los pasajeros fieles a Pullmantur, la única naviera española. En todo momento te hablan en tu idioma, y por tanto durante toda la travesía tienes la sensación de estar en casa.

En pullmantur se habla español
En pullmantur se habla español

“He hecho cruceros con otras navieras pero como hablaban siempre en inglés, no me enteraba de nada y nos aburríamos” me explica una pareja que tiene ya en su haber ¡diez cruceros!, ocho de ellos con Pullmantur. Olé.

Detalle de la cocina del Monarch
Detalle de la cocina del Monarch

Un menú de Paco Roncero

Otro aspecto que los pasajeros de Pullmantur valoran mucho es la comida. Sí. La gastronomía del Monarch tiene también un matiz local, y todos los platos que se ofrecen a bordo, tanto en el buffet como en el restaurante a la carta de las cenas (cuyo menú es creación exclusiva del chef Paco Roncero para esta naviera) tiene también sabor español.

Tartar de tomate con queso de Paco Roncero
Tartar de tomate con queso de Paco Roncero

Desde tortilla de patata, lentejas, gazpacho o jamón, aderezado como vinos de Rioja, de Ribera del Duero o blancos albariños, por supuesto. Y como además son barcos donde funciona el “todo incluido” pues ya se sabe… no vayas nunca a un crucero de Pullmantur con la idea de adelgazar o ponerte a dieta. Es tarea imposible.

Elaboración del tartar de tomate en cocina
Elaboración del tartar de tomate en cocina

Pero lo que de verdad me maravilla de estos grandes barcos es la infraestructura y la milimétrica organización de todo. Se me ha olvidado comentar que en el Monarch caben ¡2800 pasajeros y 800 tripulantes! Imaginaos lo que es cocinar todos los días para tal cantidad de gente.

Parte del equipo cocina del crucero
Parte del equipo cocina del crucero

Las cocinas de un crucero

Durante el viaje tuve la suerte de bajar a las cocinas y os aseguro que me quedé maravillada al ver ese engranaje perfecto funcionado a tope. No puedo más que aplaudir ante tal capacidad de organización. Aprovecho estas líneas para felicitar a todos los tripulantes que trabajan en los cruceros para que la estancia de los viajeros sea perfecta. La cosa tiene más mérito cuando sabes que muchos de ellos se pasan seis meses embarcados, trabajando casi del tirón.

Tarta de limón de Paco Roncero
Tarta de limón de Paco Roncero

El camarero que nos atendía en la cena, Walter, colombiano, estaba ya a punto de disfrutar de sus dos meses de vacaciones que estaban a puntito de comenzar. ¡Disfruta mucho de tu descanso Walter!.

Zona Waves, para clientes VIP
Zona Waves, para clientes VIP

La tranquila zona Waves, para pasajeros VIP

Si eres uno de esos viajeros a quienes no les gusta las multitudes no te preocupes. En el Monarch hay también espacios más tranquilos donde casi casi estás solo. Por ejemplo la zona Waves, la más exclusiva del barco.

Terraza de la zona waves
Terraza de la zona waves

Para acceder a ella hay que pagar un suplemento pero compensa. La tranquilidad en este rincón “vip” es tan grande que tienes la sensación de estar a bordo de un yate y no en un gran crucero.

El Guppy Club está en la cubierta 10
El Guppy Club está en la cubierta 10

Espacios para niños y adolescentes

Los más pequeños tienen también su oferta. Por ejemplo, los niños de 3 a 11 años pueden jugar y disfrutar de la animación del “Guppy Club“. Y los jóvenes, de 12 a 17 años, se lo pasan bomba en el “Teen’s Club” jugando a las cartas, haciendo retos por todo el barco. No te extrañe si de repente te “atacan” cinco adolescentes pidiéndote que te hagas un selfie con ellos. Es parte de uno de los retos. Quien más fotos de pasajeros consiga ¡gana!. A mi me pillaron desprevenida y me tocó hacerme unos cuantos.

Vistas de Skjolden desde el barco
Vistas de Skjolden desde el barco

Bueno, hasta aquí un pequeño resumen de lo que es el barco pero reconozco que me falta o mejor. Tanto hablar del crucero que me he olvidado de lo importante. ¡Estamos en Noruega!. Así es. Y entre baile y baile, o mientras chapoteas en el jacuzzi miras al exterior y ahí están, ante tus ojos ¡los fiordos!

El paisaje de los fiordos es idílico
El paisaje de los fiordos es idílico

Dedos de mar que se adentran en la tierra dejando a su paso acantilados, islas… Sí, el paisaje es maravilloso. Ver esos abismos de tierra tan cerca, esos pueblecitos salpicados por impolutas cabañas de madera, ese juego de islas desde el camarote de la habitación, o desde la cubierta del barco sentado en una tumbona y con un vinito en la mano es ¡un placer!.

Las noches blancas en Noruega

Especialmente hermoso es el atardecer, o la puesta de sol. El problema es que para contemplarla hay que ser paciente pues no olvidemos que en esta zona del mundo, en verano se viven las “noches blancas” o el también llamado “sol de media noche“, lo que significa que hay muy pocas horas de oscuridad.

En verano en Noruega se viven las noches blancas
En verano en Noruega se viven las “noches blancas”

El sol se esconde muy tarde, a eso de la una de la madrugada (hablo de primeros de julio) y a las cinco de la mañana ya es completamente de día. Es otro de los momentos mágicos de este idílico viaje por las costas de Noruega.

Escalas y excursiones

Y así pasan los días, siempre entretenido y siempre con un paisaje idílico ante los ojos. Y con escalas en lugares de interés. Mi ruta salió de Rostock en Alemania, puerto de embarque.

Detalle del Monarch al atardecer
Detalle del Monarch al atardecer

Y a lo largo de los siete días de navegación hicimos escalas ya en puertos noruegos por este orden: Haugesud, Stavanger, Skjolden, Alesund, Molde y Bergen. Cada día un destino pues lo habitual es que el barco navegue por la tarde, noche y atraque en los puertos a primera hora de la mañana.

Los jacuzzis del Monarch
Los jacuzzis del Monarch

Lo que permite ver muchos destinos sin mover maletas, más cómodo imposible. A este itinerario debemos sumar al menos un día completo de navegación lo que permite disfrutar tranquilo de todas las posibilidades del barco.

La excursión al púlpito en Stavanger, una de las más demandadas
La excursión al púlpito en Stavanger, una de las más demandadas

En todas las escalas, la naviera oferta excursiones varias también adaptadas a distintos perfiles de viajeros. Desde opciones de turismo activo, otras de matiz más cultural, degustaciones gastronómicas… Yo elegí un poco de todo (hablaré de las excursiones en el siguiente post) y la verdad, me han permitido llevarme una imagen muy completa de este país nórdico que se caracteriza por tener una naturaleza envidiable y un concepto de la vida basado en el orden y en el respeto absoluto a los demás.

En Noruega también hay oportunidad de tomar el sol
En Noruega también hay oportunidad de tomar el sol

Mi experiencia con Pullmantur en un video

Esta ha sido mi experiencia a bordo del Monarch de Pullmantur recorriendo los fiordos noruegos. Cierro con un video de sólo tres minutos que resume un poco mi viaje.  Espero que os guste.

Y tú ¿has hecho algún crucero? ¿Nos cuentas tu experiencia? No olvides que tus vivencias pueden ser de mucha ayuda para otros viajeros. ¡Gracias por compartirlas!

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