
Viaje por tradiciones en Oropesa de Toledo, Lagartera y Puente del Arzobispo
Entiendo por qué Oropesa de Toledo acoge una de las ferias medievales más famosas de Castilla – La Mancha. Esta localidad esconde uno de los castillos mejor conservados de la provincia y sus callejuelas parecen dignas de otros tiempos. Aprovechamos la visita para escaparnos a la vecina Lagartera, famosa por sus bordados y por su fiesta del Corpus, cuando todas las casas se engalanan con coloristas altares. Y rematamos la ruta en Puente del Arzobispo, donde aún flota en el aire esa tradición cerámica. Escenas y labores centenarias con las que viajar al pasado para disfrutar del presente.

El acento sorprende. Aunque estamos en la provincia de Toledo, en Oropesa de Toledo, huele un poco a Extremadura. Parte de ese cambio ya se percibe en el acento de la gente.
Ruta en coche por la provincia de Toledo

Al mirar a los alrededores también queda clara esa situación fronteriza. Estamos en el occidente de la provincia de Castilla – La Mancha, al pie de las estribaciones de la Sierra de Gredos. Cumbres compañeras a lo largo de una carretera que tiene al Tajo como guía, río que sigue su curso hacia el oeste hasta alcanzar su estuario, en Lisboa. Cientos de alcornoques y encinas nos saludan al pasar.

La colza ya ha florecido. ¡Bienvenidos a la comarca de la Campana de Oropesa y las cuatro Villas! Pues sí, aquí estamos.

El castillo de Oropesa de Toledo, villa medieval
Es quizá desde el altivo castillo desde donde mejor se percibe la estratégica situación geográfica de Oropesa de Toledo. Es además el emblema de la comarca. Una fortaleza que se construyó en dos tandas. La primera allá por los siglos XII y XIII durante el dominio árabe. Posteriormente, a principios del siglo XV, ya en la era cristiana, se levantó otra parte para albergar la residencia palacio de los Álvarez de Toledo, condes de Oropesa y señorío del V virrey del Perú.

Han pasado muchos años y sus piedras han vivido batallas, victorias y derrotas, intrigas políticas y amorosas… Por suerte, ha llegado a nuestros días casi intacto. Cuando lo observamos con detenimiento, asoman muchas curiosidades. Cruzamos por la plaza de Armas, a la que se accede por una única puerta, desde donde se distribuyen todas las partes del castillo. Llama la atención observar que en uno de los salones se conservan unos curiosos moldes antaño utilizados para la fundición de campanas.
Desde la plaza de armas también se aprecia que las cuatro torres son completamente distintas entre si. A todas se puede subir. Aunque hay una que destaca por encima de todas; la prominente torre del homenaje con su planta cuadrada. Y más de 25 metros de altura.

Para llegar a lo alto de esta esbelta atalaya hay que subir cinco plantas, merece la pena. Desde lo alto nos sorprende una panorámica maravillosa no sólo de la localidad. Lo más hermoso es contemplar la vista de las ya mencionadas cumbres de Gredos, estratégicamente situadas al final de una llanura que forma parte del Campo de Arañuelo, lleno de cultivos de cereales, olivos y viñedos. Salpicada de pueblos pequeños que, según me cuentan, muchos de ellos ya son de la vecina Cáceres: como los que componen la comarca de La Vera o El Jerte.

Palacio reconvertido en parador donde durmió Frank Sinatra
Si quieres contemplar estas vistas durante horas estás de suerte. El viejo palacio es un parador desde el año 1930. Sí, un establecimiento casi centenario. Fue el segundo hotel de la cadena y abrió sus puertas, sólo dos años después del primero de la saga, una casa de caza situada en la cercana sierra de Gredos e inaugurada en 1928.
De lo que sí puede presumir el parador de Oropesa Virrey de Toledo, ese es su nombre oficial, es por ser el primero que se creó en un edificio histórico. Había sido catalogado como Monumento Histórico-Artístico en1923 y poco después, en 1926, obtuvo la designación de Monumento Nacional. Actualmente es también un museo.
Fue el rey Alfonso XIII quien hizo el discurso de inauguración del parador ante la gente del lugar desde el balcón del salón condal, el mismo que utilizaba originalmente el conde para dirigirse a sus súbditos. Fue un gran acontecimiento pues la puesta en marcha del hotel supuso un antes y un después para Oropesa. Justo esa era la intención de la cadena, poner en valor zonas rurales y menos favorecidas con el fin de atraer turismo.

Es un hotel pequeño, muy tranquilo, ideal para una escapada de desconexión. Esconde una de las habitaciones más singulares de toda la red. La llaman “El peinador de la reina (o duquesa)”, está situada en la torre de planta octogonal anexa al edificio. Tiene un salón con ¡siete balcones! y una cama con dosel pintada a mano de dos por dos metros.
Entre sus huéspedes encontramos nombres conocidos e ilustres como por ejemplo el Infante don Juan de Borbón y su hijo, el actual rey emérito Don Juan Carlos I. También figuras internacionales como¡Frank Sinatra! o Graham Greene, por citar algunos.

Más curiosidades. Recientemente ha pasado también por el parador el equipo de grabación y actores de la serie “La Catedral del Mar”, basada en la novela del mismo título de Ildefonso Falcones ambientada en la Barcelona del siglo IVX. Y parte de la cual se rodó en el patio del castillo y en las caballerizas.
Si no piensas quedarte a dormir o tienes reserva en otro hotel, no dejes al menos de comer en el parador. Además del siempre acertado menú de la cadena, con presencia de productos locales, podrás disfrutar de unas vistas maravillosas desde el comedor y sentirte casi casi como la princesa del castillo.

La leyenda de la princesa de Oropesa
Hablando de princesas, os cuento una leyenda la cual me explican al contemplar el escudo de la localidad, donde aparece representada una joven doncella con una balanza sobre la torre de un castillo.
Al parecer fue una princesa cristiana apresada por los musulmanes. Para recuperarla, llegaron a un acuerdo: los liberadores debían pagar su peso en oro, y de ahí ¿cuánto “oro pesa” la dama?.

En memoria de aquel suceso no sólo el nombre de la localidad. Todos los años, en abril, Oropesa de Toledo se transforma para dar cobijo una de las ferias medievales más populares de la Comunidad Autónoma y de España. Es una gran recreación callejera que se celebra para conmemorar el otorgamiento a la villa, por parte de Alfonso XI.

Durante tres días enteros las calles se llenan de mercados con puestos de comida y artesanía, actuaciones teatrales con magos, encantadores de serpientes, faquires… torneos con caballos, guerreros, espectáculos, pasacalles, música y actividades varias entre las que destaca una. La representación teatral del rescate de la princesa Gumersinda, de su secuestrador, el malvado Almanzor. Escenificación en clave de humor y un pelín “picante” que cada año incorpora nuevos personajes, giros, enfoques, actores y atrae a miles de personas.

Solución a las calles con varios nombres
Seguimos en busca de curiosidades y pronto sale al paso otro detalle que llama la atención. Las calles tienen varios nombres. Solución curiosa al continuo cambio de apelativos de las rúas más importantes a lo largo de la historia. En cada esquina, aparecen mencionadas todas las denominaciones con sus años correspondientes. Buena solución a un problema que se repite por doquier.
Continuamos paseando por las estrechas y retorcidas callejuelas de Oropesa de trazado medieval. Solitarias, silenciosas, tranquilas. Un reducto de paz.

Llegamos a la plaza del Navarro, donde reina el Ayuntamiento y la torre del reloj, de estilo neomudéjar. Otro de los emblemas de la localidad. También salen al paso iglesias varias, conventos… y jardines.
La cerámica de Puente del Arzobispo

En la misma plaza y en distintos rincones de Oropesa de Toledo encontramos también ese toque toledano con la cerámica como protagonista de muchas fachadas. Con los colores dominantes verde y crema. Se ven representados sobre todo motivos florales o naturales, como manda la estética de las piezas creadas en Puente del Arzobispo. Localidad cercana, famosa por su cerámica y la rival, en este arte, de la también vecina Talavera de la Reina.

Si quieres aprovechar el viaje para llevarte algunas piezas no dejes de escaparte hasta Puente donde encontrarás muchas tiendas de cerámica y talleres donde aún se trabaja según las técnicas de siempre. De paso, acércate al viejo puente, un tesoro del patrimonio artístico, de estilo románico, originario del año 1380.
Conserva sus ocho arcos originales, a los que hay que sumar otros tres añadidos en el siglo XVIII como refuerzo ante las riadas del río Tajo .

SABIAS QUÉ... Esta zona de Toledo es interesante para los amantes del turismo ornitológico. Por ejemplo, entre los huecos del parador de Oropesa sobrevive una comunidad de "cernícalos primilla". Un ejemplar de la familia del halcón amenazado de extinción internacionalmente. Y bajo los arcos del puente románico de la cercana localidad de Puente del Arzobispo encontramos el mayor nido de golondrinas de toda la península.

Bordados de lagartera, un arte centenario a conservar
Puestos a hablar de tradición, toca hacer otra parada obligada. A solo dos kilómetros de Oropesa está Lagartera. ¡Se puede ir andando, o mejor aún, en bicicleta!
Empiezo la visita en el taller de bordado de Rocío Lozano. No se me ocurre mejor interlocutora para charlar acerca de esta otra tradición centenaria de valor incalculable.
Descubrir como Rocío borda aún con sus manos es un espectáculo que se revaloriza al saber que en hacer algunos de los manteles, mantas, colchas… expuestos en su tienda ha tardado ¡años!. Pero también es un gusto ver como Rocío se ha modernizado, confeccionando diseños más actuales, adaptados a la vida moderna. Y además vende por internet.

Ver trabajar a Rocío o a cualquiera de las ya pocas bordadoras que quedan en Lagartera es un placer. Una oportunidad única que permite apreciar un arte que lamentablemente se está perdiendo. Lógico. ¿Para qué gastar dinero en algo tan laborioso y preciosista si en Ikea o Zara Home venden manteles monísimos, de usar y tirar, a solo “cuatro euros”?

Los bordados ya no se valoran, la calidad ya no se demanda, la gente no compra este tipo de productos, las tiendas de lagartera cierran… es una cadena que se repite en muchos oficios. Las nuevas generaciones ya no quieren saber nada de una ocupación que no es rentable. Tampoco como hobbie. Normal. Pero triste. Este saber hacer de fama universal está en peligro de extinción.

Poco a poco también se van perdiendo otras tradiciones paralelas, más culturales o sociales. Ya casi nadie se casa con el traje de novia de lagarterana. Las jóvenes ya no se hacen su propio ajuar como antaño. Tampoco se decoran la habitaciones de los recién casados con esas laboriosas y coloridas mantas que las madres bordaban para sus hijas a lo largo de toda su vida.
Para entender y ver estas “costumbres” hoy en día hay dos opciones. Una; visitar el Museo Municipal Marcial Moreno Pascual. Ubicado en una casa de labranza típica de principios del siglo XX, reconvertida en un centro de interpretación donde se exhiben trajes antiguos de hombres y mujeres, paños y ejemplos de distintos tipos de punto.

La procesión del Corpus en Lagartera
Otra oportunidad que permite ver en directo la razón de ser de este arte es el día de Corpus. Fecha clave en el calendario de Lagartera en el que las casas se engalanan con altares, paños, mantas y manteles.
En las puertas se ponen altares con una talla del niño Jesús. Huele a hierbabuena, a albahaca. Y el pueblo entero todavía se viste con los coloristas y laboriosos trajes típicos, eso sí, casi todos heredados de madres a hijas. Hoy día, apenas queda gente que los elabore. Normal, no hay tiempo para los trabajos preciosistas. Ni oportunidades para lucirlos.

La ceremonia de devoción ante la procesión del Corpus Christi se celebra ¡desde el año 1590! y presume por ser un patrimonio inmaterial de gran valor en toda Castilla – La Mancha. Confieso que no he tenido la suerte de vivir esta experiencia en persona pero anunció mi intención de ver todo esto con mis propios ojos más pronto que tarde. Y espero que sean muchas más las personas que se animen a ver este espectáculo. Sin duda, su supervivencia depende en gran parte de ese “éxito”.

Este post es más bien un llanto que un aplauso. Un grito para tratar de poner en valor un arte que creo debe protegerse y el turismo es quizá su mayor aliado.
Si pasáis por Oropesa de Toledo no dejéis de acercaros a Lagartera para ver trabajar las manos de las bordadoras. Os ayudará a valorar el tesoro que hay tras esos hilos finísimos y esas minuciosas puntadas de tradición centenaria.

Pero ¡ojo! nos equivoquéis a la hora de organizar el viaje. Cierro con una última anécdota.
Me cuenta el director del parador las confusiones que genera el nombre de la localidad. Al parecer, son muchos los huéspedes que reservan pensando que lo hacen en la localidad del mismo nombre situada en Castellón, pero con apellido “Del Mar”. Un error habitual, quizá también provocado por el desconocimiento de la existencia de Oropesa de Toledo.
Espero que este post haya servido para ayudaros a situar esta zona de Castilla La Mancha e en el mapa tanto en el geográfico como en el de los deseos viajeros. A mi desde luego, ya se me ha quedado grabado en el corazón.
Os invito también a ver este video publicado en mi canal de Youtube: La Viajera Views of the World donde hago un repaso por otros rincones secretos de la provincia de Toledo:
¿Conoces estos lugares? ¿Has estado en Oropesa de Toledo, en Lagartera...? ¿Tienes alguna curiosidad, consejo que añadir, comentarios que otros visitantes deban tener en cuenta si visitan esta zona de la provincia de Toledo? Tu opinión enriquece este post y es siempre una gran ayuda para otros viajeros. Si el recorrido te gusta, cuéntanoslo y comparte. Deseando conocer tu opinión.


One Comment
JUAN REVIRIEGO ALIA
Un articulo muy bonito, todo un reportaje sobre esta comarca y sobre todo con conocimiento.
Me gustaría que participaras en un proyecto de edición de la primer viaje conocido a la sierra de Gredos, en el que estoy trabajando. Dicho viaje se realizo en el 1834. Y salio desde Oropesa.
Gracias JUAN REVIRIEGO ALIA