
Viaje por los backs, puentes y leyendas de Cambridge
Cambridge es una de las ciudades más famosas del mundo por su prestigiosa Universidad, donde se han formado grandes genios que han influido en la historia de la humanidad. Una de sus caras más conocidas es precisamente la de la parte de atrás de los colleges (o universidades), los famosos “backs”. Para contemplarlos, hay que subirse a una embarcación también típica, los “punts“. Nos vamos de paseo en busca de cara oculta de una de las ciudades que también presume por ser una de las más visitadas de Inglaterra. Hay momentos en los que uno siente estar en Venecia.

Los “punts” son una especie de góndolas a bordo de las cuales se recorre el poco profundo río Cam que cruza los jardines de muchos colleges, situados en la parte de atrás, de ahí el nombre que los define; los famosos “backs”.

Los punts navegan bajo muchos puentes, alguno de ellos tan monumental que hay momentos en los que uno siente estar en Venecia.
El recorrido, de ida y vuelta, dura aproximadamente tres cuartos de hora y hay varias salidas. Los precios del “punting tour” son variables y puedes contratarlas en alguno de los embarcaderos o bien a los chicos que las ofertan en el centro de Cambridge donde hay siempre varios puestos que venden este servicio.

Un consejo, regatea en función del número de personas, de los niños del grupo… y calcula que un buen precio medio oscila entre 10 y 15 libras por persona.
También puedes alquilar una de estas barquitas y remar tu mismo (“self punting”). En ese caso la oferta de precios es más variada. Y es tarea fácil. Sólo tienes que manejar con soltura una pértiga o remo que toca el fondo y que permite que la embarcación avance por impulso.

Estudiantes y remeros
Una vez acomodados en la góndola, toca disfrutar de la lenta pero relajante y muy hermosa travesía siguiendo el curso del río Cam. Mientras el “punter” rema (habitualmente jóvenes estudiantes que se sacan así un dinero extra) y explica curiosidades y leyendas sobre lo que asoma ante nuestros ojos.

La más monumental sin duda es la parte de atrás del King’s College, con su alfombra verde donde destaca la flamante capilla gótica. Pero lo más fotografiado es el también famoso puente de los suspiros, (Bridge of Sighs). Conecta los dos edificios del St. John´s College y su estampa romántica recuerda a sus hermanos en Venecia y Oxford.
Si te gusta, tendrás que conformarte con contemplarlo desde el río. Cruzarlo a pie es un privilegio reservado sólo a profesores y alumnos del St. John’s.

El puente matemático
Otro de los puentes míticos es el matemático. El mathematical Bridge, que comunica la parte antigua del Queens’ College (el también llamado “lado oscuro”) con la mitad nueva (el lado claro). La fama se debe a su estructura peculiar y es un reto para arquitectos e ingenieros.

Cuenta la leyenda que lo construyó Sir Isaac Newton sin usar ¡tuercas ni clavos algunos! Y antaño, se retaba a los buenos estudiantes a que reconstruyesen el puente previamente desmontado. Sin embargo, las fechas confirman que Newton no pudo ser el creador.
El descubridor de la ley de la gravedad y alumno del Trinity College murió en 1727 y el puente se construyó veintidós años más tarde, en 1749. Además, si uno se fija bien, se observa que la estructura si tiene tornillos.
La mejor foto del puente matemático la tienes desde el vecino Silver Street Bridge, uno de los tres puentes públicos que se pueden cruzar a pie. Los otros dos son el Magdalene Bridge y el Garret Bridge Hostel.

Otro de los puentes que llaman la atención es el Clare College Bridge. Data de 1640 y es el más antiguo, pero lo curioso es comprobar que le falta a una de las 14 esferas que lo decoran, le falta una parte.
Hay dos versiones. Una que cuenta que se cayó al río y que descansa oculta en el fondo del Cam. Y otra, la más popular, que dice que el creador del puente se llevó la “escultura” por considerarse mal pagado por el trabajo y lo dejó “incompleto” como aviso a quienes lo cruzaban.
La viuda de Cambridge
El Clare college esconde también una curiosa historia. Lleva el nombre de su madrina: Lady Elizabeth de Clare, la cual ¡enviudó tres veces!, atesorando, por herencias, una fortuna tal que llegó a ser ¡la mujer más rica de Europa del siglo XIV!
Aunque no es de los más hermosos, también muy representativo es el puente de tres arcos del Trinity College.

Una vez terminado el paseo en Punt, podemos sentarnos en un parque a descansar. Merendar un chelsea bun, un bollo muy dulce típico de la famosa y tradicional pastelería Fitzbillies, donde los elaboran desde 1921.

Otra opción es perdernos entre las tiendas, contemplar los escaparates donde se muestran los uniformes de los colleges.

Curiosear en el mercado, abierto seis días a la semana, donde encontrarás de todo: comida y productos frescos y caseros procedentes de las granjas cercanas, ropa, complementos, artesanía… ¡hay de todo!.

Museos de Cambridge
Y para finalizar, un recorrido por algunos de los museos de Cambridge. Por ejemplo el gran Fizwilliam, curioso museo que acoge una riquísima colección de pinturas, esculturas, porcelanas representativas de todas las culturas: Egipto, Grecia, Roma, Oriente Medio…
Mucho más modesto es el Whipple, dedicado a la historia y a la ciencia. una casa museo llamada Kettle´s Yard que conserva, expuestas con exquisitez, auténticas obras de arte de artistas de la vanguardia europea del siglo XX.

Para los viajeros aventureros, visita obligada al Scott Polar Research Institute and Museum, dedicado a las expediciones, los descubrimientos y la vida de los grandes exploradores.

La mejor manera de concluir la visita a Cambridge, una de las ciudades más sabias de Inglaterra.
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