
La muerte en otras culturas y religiones: ritos curiosidades
Viajar es uno de los mejores remedios que conozco para curar algunas penas. No se por qué la distancia ejerce un poder mágico sobre el cerebro. Debe ser porque al percibir imágenes nuevas es más fácil apartar a un rincón del subsconsciente las malas experiencias. La ausencia de recuerdos cercanos ayuda a que las heridas se cierren poco a poco. Aunque las cicatrices quedan para siempre. Además, descubrir como se viven los momentos “bajos” en otras culturas del mundo también ayuda a relativizar la tristeza. Descubrir el mundo como ejercicio de autoyuda, o lo que es lo mismo: viajar como terapia.
Confirmo que “viajar es una terapia que cura la tristeza de espíritu” pues al menos a mi me ha funcionado. En los momentos más bajos de mi vida los viajes me han ayudado a superar los pesares. Y a ver el día a día con otros ojos. Además, descubrir como otras culturas asumen esas mismas malas noticias es también muy curioso y curativo.
Viajando uno descubre que el mundo se enfrenta de formas muy distintas a la muerte. En viajes recientes he podido ver de cerca de cristianos creyentes rezando por sus muertos en el Santo Sepulcro de Jerusalén. He visto ceremonias funerarias judías celebradas en plena calle.

He visto a monjes budistas cantando sutras (canciones que ahuyentan a los espíritus) en un funeral. He escuchado alguna que otra plegaria fúnebre musulmana a las puertas de una mezquita. En México me he comprado una “catrina”, un esqueleto vestido de mujer que reina como un símbolo de la muerte. En Rumanía he visto cementerios donde el nombre de los vivos figura en las lápidas, anunciado quien va a ser su futuro morador, y con la fecha del fallecimiento en blanco.
La reencarnación para los budistas
Por ejemplo, los budistas creen en distintos tipos de muerte, y en la reencarnación. Y creen que el karma acumulado en vida determina el tipo de existencia que tendrá el ser en cuestión cuando renazca. Copio textualmente de un escrito: “Si el mal karma predomina, entonces el ser renacerá en el infierno, como espíritu hambriento o como animal. Si el buen karma predomina, el ser nacerá en la región celestial. Si tanto el mal karma como el buen karma están equilibrados, entonces nacerá como ser humano. ¿Dónde nacerá después? Nadie sabe.”

La muerte en el judaísmo
En el judaísmo se cree que la esencia del luto no es pesar por los difuntos, sino más bien compasión hacia los sobrevivientes, o sea, por los parientes que se quedan solos. Dice una antigua elegía: “No solloces por el hombre muerto que ha hallado descanso, sino llora por nosotros que hemos encontrado lágrimas”. La ley judía prescribe que todas las oraciones que se hacen en los funerales son a la vida y a los miembros sobrevivientes de la familia.

El Islam y la caridad
El Islam es menos ceremonioso. Cuando muere una persona musulmana, su familia lava su cuerpo, lo envuelve en una tela blanca limpia, y lo entierra el mismo día, con una sencilla oración. Creen que hay tres detalles que pueden ayudar a una persona después de la muerte; la caridad y todo lo que haya dado en vida, las enseñanzas que haya transmitido y las oraciones que se ofrezcan en su nombre.
Ritos en el sagrado Ganges
Yo nunca he estado en La India pero otros Viajeros Empedernidos que sí han estado allí me han hablado de la extraña sensación de paz que se respira en Benarés, la ciudad a donde los hidués van a morir. Cuando un hindú siente que llega su final hace todo lo posible por llegar a Benarés y limpiar sus pecados bañándose en las aguas del río Ganges. Para nosotros, los cristianos, esa escena resulta dura pero para los hindúes no tanto pues están convencidos de que a la muerte es el camino que lleva al moksha (la salvación) o sea, al renacer.
En fin… viajando se suavizan las penas. Y se aprende mucho sobre las formas de asumir la esencia de la vida de otras culturas. ¿Te has encontrado con la muerte en alguno de tus viajes?


5 Comments
Artchitectours
salir de la rutina ayuda a olvidar, por eso los viajes son perfectos
espero que todo vaya bien 😉
Alfons
Nani,
No sé que te aflige, pero lo siento.
El viaje es un ejercicio espiritual más que un desplazamiento físico. Ayuda a mantener en forma nuestro corazón y nuestra mente. Yo siempre he creido firmemente en ello. Y ya sabes que yo creo en pocas cosas. No por incrédulo si no por racional. Ya hablamos de ello, verdad?
Un beso grande y cuídate mucho.
alfons.
betty vazquez gonzalez
Nani querida
Las catrinas de México, son una forma de burlarnos de la muerte, la ponemos guapa, la tenemos de amiga, pero tratamos de retardar su llegada, todos al final llegaremos. Que queda, el bien o el mal que hicimos,,,¿ como queremos que nos recuerden? eso depende de nosotros, yo he visto funerales maravillosos, llenos de armonia, porque el difunto fue eso, armonia pura, pero otros, que dan miedo.
Espero que todos podamos llegar a esa cita con la catrina llenos de paz.
saludos
Betty Vázquez
el viajero impresionista
Hola Nani, aplícate esa medicina y anímate. Un saludo
Dolores Pérez
que curioso lo de Rumanía!! Hoy ya he aprendido algo. Ahora lo importante es recordarlo y eso ya son palabras mayores.
Cuídate que se te nota impactada por la muerte de tu amiga. Un beso, Dolores