
Visita a los Parques Nacionales de Plitvice y Krka en Croacia
Cuenta la leyenda que fue el mismísimo Satanás quien creo los lagos que dan forma al Parque Nacional de Plitvice, maravilla que no debes perderte en un viaje por Croacia. Sin embargo, durante la visita el viajero no siente estar en un infierno. Más bien en un paraíso donde la belleza se multiplica con la llegada de la primavera y el otoño. La misma sensación se tiene al visitar el Parque Nacional de Krka, otro enclave donde las cascadas y los saltos de agua conquistan al visitante.

Es una guerra de colores. Los verdes y rojizos se pelean con esas aguas cristalinas de matices turquesas y azules intensos que bailan al son que toca la luz. Una batalla cromática que se graba en la retina durante la visita al Parque Nacional de los lagos de Plitvice, un capricho de la naturaleza y un buen ejemplo de la riqueza natural de Croacia. País que puede presumir por tener ocho Parques Nacionales y diez Parques Naturales.
De todos ellos, es Plitvice el único que goza de la protección de la Unesco, incluido en la lista del patrimonio desde el año 1979. Y Krka es el segundo más visitado. ¡Vamos allá!

La leyenda del demonio y Plitvice
Se cuenta que los habitantes de los alrededores de Plitvice tenían un grave problema con la falta de agua. Ante la constante ausencia de lluvia rezaban sin parar, desesperados, invocando a todos los dioses.
Cuentan los lugareños que un día el diablo escuchó los lamentos y plegarias y se apareció sobre una gran nube que no paró de echar agua hasta que toda la zona se inundo. Así nacieron los lagos. Lo que nadie cuenta es qué pidió el demonio a cambio de esta concesión a los lugareños…
Primavera y otoño: lo mejor para visitar Plitvice
Después de visitar Plitvize todo hace pensar que Satanás se equivocó. Sin querer transformó aquel secarral en un paraíso cuya contemplación justifica un viaje en si mismo.
Especialmente en primavera, cuando la belleza se multiplica con el renacer de las distintas tonalidades de verde que contrastan con las aguas cristalinas de matices turquesas y azules intensos que bailan al ritmo que marca la luz. Y en otoño cuando los árboles sacan sus mejores galas. Quizá el diablo tenga algo que ver en la sensación de magia que se percibe por todos los rincones.

¿Dónde está Plitvice?
El parque natural de los lagos de Plitvize está situado a 140 kilómetros de Zagreb
El parque es un laberinto de aproximadamente 20.000 hectáreas formado por dieciséis lagos repartidos en dos zonas, una más alta que otra, Unidos entre si por noventa y dos estrepitosas cascadas entre las que destaca la llamada “gran caída de Slap” cuyas aguas chorrean desde una altura de ¡76 metros!. Hay un banco estratégicamente situado que facilita la foto más típica que todos los que pasan por aquí se llevan de este lugar.
Pero ojo con la batería del móvil. En este punto el paseo no ha hecho más que empezar. Quedan por delante unos dieciocho kilómetros cuadrados transitables a través de una cuidada red de rutas, senderos y pasarelas de madera que serpentean entre riachuelos y cascadas. Que atraviesan un bosque hermoso dominado por hayas, abetos y pinos blancos donde revolotean, me dicen alrededor de trescientas especies de mariposas, más de ciento sesenta especies de aves y curioso, más de veinte tipos de murciélagos. También hay ciervos, linces. Y algún que otro oso pardo.
EXCURSIÓN A PLITVICE DESDE ZAGREB
Es posible ir y volver en el día desde Zagreb al parque natural de los lagos de Plitvice. Una excursión muy recomendable que puedes hacer con un guía de habla hispana conocedor de las rutas y curiosidades del parque. Puedes reservar tu plaza desde este enlace.
Qué hacer en Plitvice: rutas y paseos en barco
El parque está muy bien organizado. Hay diferentes rutas de senderismo señalizadas, nombradas desde la A a la H. El recorrido de las cortas es de unas dos horas de duración y las largas están calculadas para unas ocho horas de caminata. Al entrar en el parque te dan un plano donde viene todo detallado.
También se pueden hacer visitas en barco. O subir en una especie de tren hasta la parte alta de los lagos y luego bajar a pie. Actividad física especialmente recomendable en primavera o en otoño cuando las temperaturas son agradables (en verano hace mucho calor) y la ropa de abrigo y el ejercicio físico ayudan a soportar el frío.
Pero ojo, el invierno no debería ser nunca un freno para los amigos de la naturaleza, sino más bien un reclamo para quienes busquen paz y quieran huir de la invasión de mareas de pensionistas japoneses. Es más, si tienes la suerte de ver las cascadas congeladas tendrás ante los ojos una imagen de lo más impactante.
La finalidad del parque no sólo es mostrar la belleza de la naturaleza, sino también enseñarles el cuidado y respeto de la misma y los procesos que en ella se producen. Esto se consigue gracias a los numerosos paneles informativos como también los folletos que se pueden obtener en varias instalaciones dentro del Parque Nacional. Estas instalaciones están hechas de materiales naturales, típicos de la región de los lagos de Plitvice, principalmente de madera, y también de piedra, como por ejemplo, el edifico de la Administración del Parque.
Ah, un aviso. El baño está totalmente prohibido. En parte para proteger especies endémicas que habitan en las aguas como el llamado proteus, un extraño pez que no tiene ojos y que habita en las aguas de las cuevas del parque, que son muchas.
El inicio de la segunda guerra de los Balcanes
La belleza de Plitvice es un imán para turistas que llegan atraídos no sólo por la belleza del lugar y la transparencia de las aguas. El parque esconde otro secreto. Fue aquí precisamente, donde estalló la segunda guerra de los Balcanes en marzo de 1991, aunque esa es una historia de la que a los guías no les gusta hablar. Hubo una temporada en la que Plitvice fue realmente un infierno.
Todo empezó después de que Croacia declarase su independencia de Yugoslavia. Los habitantes serbios de la vecina localidad de no aceptaron esa autonomía y en represalia tomaron el control de la oficina central del parque, que por aquel entonces ya era un enclave muy turístico.

Aquel primer enfrentamiento entre los serbios Trajina y la policía de Zagreb se saldó con la muerte de un guardia forestal croata, el cual está considerado la primera víctima de la guerra de los Balcanes. Aquel choque pasó a la historia como “la pascua sangrienta de Plitvice” y marcó el inicio de un cruento conflicto que no se resolvió hasta 1995. Con la firma de los acuerdos de Dayton el parque volvió a manos croatas.
Afortunadamente, la paz reina de nuevo en Plitvice. Tres de los hoteles situados a la entrada del parque que fueron destruidos durante la guerra han sido reconstruidos y alojan de nuevo a viajeros de todo el mundo. Otra opción interesante para dormir es alojarse en una casa particular. Es fácil. No hay más que buscar casas con el cartel de “sobe”, (habitación en croata).
Visita al Parque Nacional Cataratas de Krka
Si las cataratas de Plitvice hechizan, las del parque Naciomal de Krka, el segundo enclave natural más importante, también dejan huella.
Krka se encuentra ya en la provincia de Dalmacia, muy cerca de dos localidades que también son visita obligada en un viaje por Croacia Šibenik y la maravillosa ciudad de Split una de mis localidades favoritas en este país.
EXCURSIÓN A LAS CATARATAS DE KRKA DESDE SPLIT
También puedes ir y volver desde Split al parque natural de las cascadas de Krka en una excursión de un día de duración. Reserva aquí tu plaza con transporte, entradas al parque y otras visitas incluidas y acompañado con un guía de habla hispana.
Una vez situados comentar que Krka es otro tesoro natural que corre paralelo a lo largo de la desembocadura del río del mismo nombre, uno de los más rocosos de Europa. A su paso por la zona, el río dibuja siete cataratas entre las que destaca la última de ellas, Skradinski Buk, con ¡ochocientos metros de altura! y por donde cae una media ¡55 metros cúbicos de agua por segundo!.
Lo mejor es que, al contrario que en Plitvice en Krka hay zonas donde está permitido el baño (guarda el bañador en la maleta). No solo es un chapuzón muy agradable, es también una foto que seguro guardarás como un trofeo con la leyenda “en este lugar tan hermoso me bañé yo”.
DÓNDE DORMIR EN KRKA.Cerca del parque hay muchos hoteles donde puedes alojarte si estás de ruta por Croacia. Busca en este enlace el que mejor se ajusta a tus necesidades.Booking.com

El convento de la isla de Visovac
Krka ofrece algo más que belleza natural. La fuerza del agua originó una forma de vida que se explica en un museo etnográfico donde se descubre como la zona se enriqueció gracias al ingenio de molinos con los que se trituraba el trigo, se movían pesados yunques cuya función era golpear el fieltro, se hacía fuego…
Así la visita se convierte en un viaje al pasado que se complementa con la grata visión de otras dos maravillas: el convento ortodoxo de San Arcángel y el convento franciscano de Visovac, este último ubicado en isla diminuta que flota en el medio de un lago verde. La visión resulta mágica. Cientos de árboles protegen sus tesoros, desde que en el año 1400 llegaron allí los primeros frailes.
No se si los frailes de Visovac estarán de acuerdo con la leyenda del demonio de Plitvice. Quizá lo estamos contando mal y Plitvice y Krka en vez de ser paraísos son infierno… no lo sé. Sólo hay una cosa que me ha quedado clara tras la visita. Plitvice, Krna. Y casi todos los parques naturales croatas tienen una esencia sobrenatural. La visita hechiza. Estoy segura de que ese “maldito” diablo tiene algo que ver.
¿Has estado en alguno de estos parques? ¿Alguna curiosidad que añadir?
No olvides que tu experiencia puede ayudar a otros viajeros.


One Comment
Alberto
Hola, he visto que desde 2021 está prohibido el baño en Krka. ¿Sabes si es cierto? ¿Tú te pidiste bañar? Gracias.