
¿Es seguro volar en tiempos de pandemia?
¡He vuelto a volar!. Ha sido una escapada corta y relámpago. Pero me ha sabido a gloria. Aunque sólo he viajado de A Coruña a Madrid la sensación ha sido como si emprendiese un viaje a un lugar soñado. Este primer vuelo ha sido también reconfortante pues he podido ver en primera persona los protocolos adoptados por Iberia para garantizar la seguridad de todos sus viajeros. Definitivamente, he perdido el “miedo a volar” adquirido por culpa del confinamiento y a raíz del Covid-19.

Hacía meses que no cogía un avión. No volaba desde el aeropuerto de A Coruña (LCG) desde antes del confinamiento. Volver a ver ese lugar tan familiar para mi fue como un reencuentro con un pasado que quiero recuperar. ¡Cuánto echo de menos la sensación de subirme a un avión para volar a dónde sea!
¿Miedo a volar por culpa de la pandemia?
Este primer vuelo (y el cual espero sea el primero de muchos) además de ser ilusionante pues es para mi un atisbo de vuelta a la normalidad, me ha servido para perder ese “miedo a volar” que a tantos nos ha invadido por culpa del coronavirus. ¿A ti te te ha pasado?
Son muchos los antaño viajeros frecuentes que conozco que no han vuelto a pisar un aeropuerto desde el confinamiento por miedo. Yo ya no formo parte de esa lista. Os cuento a qué se debe mi tranquilidad.

Iberia recupera el 70% de sus rutas
Para empezar la primera sorpresa fue comprobar que no iba sola. Antes de dirigirme al aeropuerto pensaba que iba a ser la única pasajera, la única “valiente”, pero no. Había cola para facturar y el avión iba aproximadamente al 50%, 60% de ocupación. Esto me animó. Fue para mi una fantástica noticia comprobar que la gente se anima a volar pues es un bienvenido síntoma de normalidad.
Delante de mi dos chicas facturaban para La Habana y a mi lado otro pasajero facturaba para Londres. Esto confirma la información que nos ha dado iberia sobre la recuperación del 70% de sus rutas internacionales (aunque por ahora con menos frecuencias), sobre todo con Europa, Centro y Sur América y EEUU. Aunque falta por recuperar la normalidad con Asia creo que esta es al menos una ventana abierta a la normalidad.
Despedidas fuera de la Terminal
Eso sí, la sensación en el mostrador de facturación es de soledad. Aena no permite la entrada a los aeropuertos de aquellos que no van a viajar y sólo se puede acceder a la terminal si muestras tu tarjeta de embarque. Por tanto las despedidas ahora han de ser en las puertas de acceso a los aeropuertos o en en el parking, no en la puerta de embarque como antaño.
¿Están abiertas las tiendas del aeropuerto?
Otro detalle que me llamó la atención fueron las tiendas cerradas. En A Coruña no tuve opción de comprarme el periódico o una revista para el vuelo. El establecimiento que hay justo antes de embarcar en el aeropuerto de Alvedro estaba desmantelada. También la cafetería exterior. Sin embargo sí estaba abierto el bar que hay en la zona de embarque así que pude tomarme mi café antes de partir.
Sin embargo en la T4 de Madrid la sensación fue distinta. En esta terminal ya hay tiendas abiertas, entre ellas la Duty Free y las de prensa. También funcionan muchas cafeterías y se ve bastante movimiento. Parece que poco a poco se borran aquellas desoladoras imágenes de aeropuertos vacíos y cerrados a cal y canto que vivimos durante el confinamiento.
Mascarilla obligatoria y embarque por grupos
Por supuesto, todo el mundo va con mascarilla, yo volé con mi FFP2/KN95 para viajar totalmente segura. Hay expendedores de hidrogel por todas partes. Y avisos que recuerdan que se debe respetar en todo momento la distancia de seguridad. Medidas adoptadas tanto por Aena en las instalaciones aeroportuarias como por las aerolíneas.

El control de seguridad fue como siempre, en este aspecto no percibí ningún cambio. Lo que sí ha cambiado la forma de acceder al avión. Ahora se hace por grupos reducidos y por filas.
Embarcan primero los pasajeros de la cola del avión y luego van llamando por orden estricto al resto. Los últimos en entrar son los viajeros de bussiness que viajan en las primeras filas. No como antes que estos últimos tenían preferencia a la hora de embarcar. El desembarque es justo al contrario, también por filas pero de forma ordenada y por orden de cercanía a la salida. Las azafatas recuerda en todo momento que respetemos la distancia entre pasajeros.
Filtros HEPA y desinfección garantizada
Una vez el avión todo es como siempre. Hay que llevar la mascarilla puesta durante todo el vuelo. Y ¡ojo!, no hay espacio entre pasajeros, es decir, si el avión va lleno seguro vas a viajar con alguien en el asiento de al lado. Pero me han explicado que esa ausencia de distancia durante el vuelo no es un problema. Los sistemas de ventilación y desinfección de los aviones son estrictos. Y los protocolos que se siguen para garantizar la bioseguridad de los pasajeros y de la tripulación se respetan al máximo.
Pero lo que más me tranquiliza es que los aviones de Iberia llevan (desde antes del coronavirus) filtros HEPA, los mejores para ventilar y filtrar con alta eficiencia el aire pues eliminan el 90% de aerosoles, virus y bacterias que flotan en el aire al pasarlos por un filtro que emite continuamente aire limpio.
Además, este aire fluye de arriba abajo, es decir, no vuela por el avión con lo que puede decirse que cada pasajero tiene su propio espacio para respirar. Las estadísticas confirman la eficacia de este sistema. Tanto IATA como los fabricantes y el Pentágono, entre otros, han demostrado que el riesgo de contagiarse en un avión es ínfimo.
Las aerolíneas son las primeras interesadas en que esto sea cierto tanto por los pasajeros como por las tripulaciones pues saben que en cuanto haya algún fallo se verán obligadas a reducir operaciones. La prueba de que Iberia se está tomando la situación muy en serio es que ya figura en la lista de las diez aerolíneas del mundo más seguras frente al COVID, según el estudio del Safe Travel Barometer.

Wifi a bordo y fuera folletos en papel
También han desaparecido las revistas, y los folletos con la venta a bordo. Sólo se conserva un documento en papel; el de las normas de seguridad, con el fin que pueda ser visible para viajeros menos digitalizados.
Otro detalle que comprobé es que el vuelo llevaba wifi. Iberia ha incorporado este servicio ya en casi todos sus aviones, eso sí, es de pago. Pero no es caro y sin duda es algo bienvenido para los viajeros de negocios. El coste en un vuelo como el mío era 6 euros para un dispositivo y 8 euros si quieres conectar el móvil, el ordenador… y navegar a alta velocidad desde el aire. En mi caso no lo consideré necesario pero me alegra ver que Iberia cada vez trabaja más para mejorar la experiencia del cliente.

Eso sí. Volé en ventana. Esta vez no vi ninguna serie como hacía siempre en mis vuelos. Ni escuché ningún podcast. Hacía un día de sol y el cielo estaba despejado, así que me pasé el vuelo mirando el paisaje desde el aire y disfrutando de todo aquello que inconscientemente tanto había echado de menos.
Quienes quieran tener garantizada la soledad en el vuelo pueden contratar el viaje en clase bussiness donde es obligatoria una separación de un asiento entre pasajeros. Iberia ha bajado los precios de este servicio y actualmente lo ofrece por precios muy asequibles. En mi caso, el upgrade de turista a bussines me costó 35 euros.

Los nuevos menús de Iberia
Iberia también ha tenido que adaptar los menús a bordo a los nuevos protocolos. Para garantizar que el servicio es impecable en todos los aspectos han cambiado de proveedor, confiando su catering a bordo a DO & CO. Y han modificado su oferta gastronómica tanto en la clase business de todos sus vuelos como en la clase turista en viajes de más de cuatro horas de duración.
Como volé en business tuve la suerte de probar algunos de los nuevos platos. Uno de mis vuelos coincidió con la hora de comer así que pude degustar una ensalada que me sentó muy bien. A la vuelta me tocó cenar un tartar de salmón con arroz que me encantó.
La apuesta de Iberia en esta nueva etapa gastronómica busca potenciar la calidad de las materias primas, los productos de nuestra dieta mediterránea pero sin que sufra la calidad ni en los sabores ni en el servicio.
Ahora las bandejas llevan todos los productos incluidos y se sirve todo a la vez, no como antes cuando la experiencia era por bloques, de modo similar a un restaurante. Toda la comida viene plastificada y pasa estrictos protocolos sanitarios en lo referido a su manipulación y transporte. También los platos se han adaptado para que lleguen a la mesa en perfecto estado de aspecto y sabor.

Poco a poco las rutas internacionales se reactivan y los servicios aumentan. En diciembre por ejemplo Iberia tiene previsto aumentar servicios y esperan alcanzar ya las 700 frecuencias semanales directas (1.400 con idas y vueltas) entre su hub y los distintos destinos de su red. Es decir, el 40 % de la capacidad con respecto al mes de diciembre del año anterior.

Viajes nacionales de ida y vuelta en el día
También se han reforzado los viajes nacionales con el fin de facilitar el vuelo a los viajeros de negocios programando vuelos que permitan el viaje de ida y vuelta en el día entre las principales ciudades españolas.
Ahora mismo, el 80% de las rutas nacionales ofrecen dos o más vuelos diarios por sentido. En las más demandadas, como por ejemplo el Puente Aéreo, ya hay siete vuelos diarios por sentido. Y en Europa, la multifrecuencia diaria ya cubre el 32 % de los destinos.
Tarifas flexibles y cambios permitidos
La cambiante situación también a animado a Iberia a ofrecer billetes muy flexibles. Y facilidades que permitan hacer cambios en los vuelos sin penalizaciones lo cual es de agradecer ante los cierres perimetrales y de países en función del número de casos, lo que incrementa las reservas de última hora.
PCRs obligatorios para entrar en España
Si tienes que volar fuera de España es importante que tengas en cuenta las medidas de seguridad que se aplican en cada país.
También has de recordar que desde el 23 de noviembre es necesario presentar un PCR negativo para entrar en España, medida que se aplicará a todos los viajeros procedentes de zonas calificadas de riesgo independientemente de su nacionalidad.
En este enlace puedes encontrar información detallada sobre las restricciones que se aplican en cada destino y los acuerdos de Iberia con clínicas donde puedes hacerte los obligatorios PCRs cumpliendo los requisitos obligatorios para volar: que el resultado pueda descargarse con un código QR y que el certificado esté en varios idiomas. Al aterrizar en Madrid (o en el aeropuerto donde aterrice tu vuelo internacional) tendrás que presentar ese certificado para que te permitan la entrada en España.
¿Nos cuentas tu experiencia volando?
Resumiendo. Volar vuelve a ser, al menos para mi, seguro y agradezco que poco a poco la vida vuelva a la normalidad. ¿Nos cuentas cuál ha sido tu último vuelo? ¿Has tenido algún problema? ¿Te has sentido seguro? No olvides que tu experiencia puede ser de gran utilidad para otros viajeros.


2 Comments
Elena
Creo que cualquier atisbo de vuelta a la normalidad nos da algo de ilusión y tranquilidad para poco a poco ir perdiendo este miedo que se ha inscustrado dentro de cada uno de nosotros. Me ha parecido un muy buen post 🙂
Esteban Maldonado
Es una experiencia increíble hacer un viaje en tiempos de covid-19 ya que yo hice un viaje a de Madrid a Paris y lo hice con una mascarilla FFP3 sin válvula porque son las mascarillas más seguras que existen actualmente aunque la que has usado tu (la FFP2) también es muy recomendable. Con todas estas medidas de protección apetece mucho más viajar y disfrutas del trayecto en avión.