Un ojo de cristal, imprescindible en la maleta si viajas a Mongolia
Sigo esta serie con historias viajeras como protagonistas. Aveces, estas historias surgen en conversaciones entre viajeros y habitualmente sólo circulan de boca a oreja. Yo tengo la costumbre de apuntar todas las anécdotas curiosas que me cuentan los colegas y locos varios con los que coincido en mis viajes. Las colecciono. No se bien para qué, quizá con la esperanza de que algún día, cuando logre acumular historias suficientes, estas puedan convertirse en un libro. ¡Ojalá!. Esta historia sobre Mongolia podría ser uno de los capítulos de ese libro viajero. Espero que os guste.